El Juez [saga Arévalo #14]

Capítulo 4

—¿Qué haces aquí?  —él se mueve hacia mi

—Lamentó volver —suspira y se queda en un solo lugar.

—Sea lo que sea la respuesta es no

—Pero... —le doy la espalda y me acomodó en mi cama

—Ya la oíste así que sal de aquí y déjanos dormir —sonrió al escuchar la voz de Wiston, la verdad él no dormía, pero sabía fingir muy bien... según él eso lo hacía creer por un instante que no estaba muerto.

Lo miró rascarse la cabeza que estaba adornada por un gorro, ya había dejado de intentar encontrar una explicación de donde encontraba ropa y accesorios y como podía usarlos porque los fantasmas que vi a lo largo de mi vida siempre usaban la misma ropa con la que se marcharon.

Ruedo los ojos y me enderezco al escuchar resongar a Wiston no evitó soltar una risita al ver su largo camisón, el gorro largo donde la punta de este rozaba sus mejillas.

—Prometo no volver está vez —suelto el aire retenido y observó al hombre, se veía cansado y preocupado.

—¿Qué pasa ahora? —él dibuja una leve sonrisa en su pálido rostro

—Necesito ayuda con mi hijo —suelto una palabrota y me levantó de la cama, recorro de una lado a otro mi habitación.

—¿Otra vez? —lo miró molesta —¿Qué pasa ahora? Encontraron los documentos del cofre

—Si —él camina hacia mi —Pero tú te negaste a trasmitir el mensaje a mi hijo, tuve que mostrárselo en sueños

Resopló molesta y me detengo

—¿Qué necesita Sasha? —su padre cierra los ojos, su labio inferior tiembla y luego de un corto tiempo abre los ojos y me observa.

—Aún no lo sé, pero mi hijo está a punto de estar en graves problemas

—¿Qué? —mi molestia a subido más —¡Vienes a despertarme sólo por que crees que tu hijo está en problemas!—doy un manotazo a mi frente y cierro los ojos.

—"Eres un inconsciente" —Wiston declara —"Desvelarnos sólo por que supones que está en peligro tu adorado hijo"

—Tú no duermes y lo sabes —responde el padre de Sasha molestó —No necesitamos dormir, no entiendo tu dramatismo.

—¿Qué te hace pensar que Sasha esta en peligro?

—Lo siento en la columna

—Ay no —niego y me dejó caer en el suelo, abrazo mis piernas y frunzo los labios —¿Te ha resultado esa sensación?

—Si Constanza

—Bien ¿pero que esperas que haga? Llegar donde él y decirle que su padre muerto tiene una sensación extraña en su columna señal de peligro.

—Expuesto de esa manera no lo creería, pero puedes trabajar en el bufete.

—¿Qué?

—Por favor ayuda a mi hijo, esto que siento es fuerte y puede pasar lo peor.

—No sé nada de leyes —me encogó de hombros mientras su padre suelta el aire y sonríe.

—Es de asistente —parpadeó —Ha puesto el anuncio está tarde.

—No —respondó y me pongo de pie —Voy a dormir.

—Lamentó molestar Constanza, pero haré lo que sea para que alguien que puede verme, escucharme este cerca de mi hijo y me ayudé.

—Voy a dormir

Intente dormir, pero el padre de Sasha se volvió una piedra en el c...en fin no me dejo dormir, cantaba horroroso y se dedicó a cantar rancheras a todo pulmón...su voz desafinada lastimaba mis oídos, Wiston lloro y suplico por que se callará, pero todo fue imposible. Cuando el sol estaba empezando a salir, yo tenía los nervios destrozados, las ojeras eran tan grandes que parecía un oso panda, al caminar a la cafetera lo hice arrastrando los pies, quería asesinarlo, estrangularlo, colocarle una pesada piedra en el cuello y dejarlo caer en el río.

Wiston se entalco el rostro al verlo solté una sonora carcajada, ahora parecía un total fantasma penando.

—No te reías —murmuró molestó —Tenía unas ojeras fatales este maldito fantasma se empeño en no dejar dormir —sonreí mientras me senté a esperar que estuviera el café, de fondo sonaba una discordante canción entonada por el padre de Sasha.

Apoye mi mejilla en la palma de mi mano, mientras pensaba en que hacer,  el padre de Sasha sabía que no soportaría su amplió repertorio y nadie podía ayudarme por que sólo yo lo podía ver y escuchar.

Cuando el café estuvo listo lo serví en mi taza favorita, mientras pensaba que hacer. Yo era un total desastre para vestir como toda una dama. En mi armario lo que más había eran pantalones, trabajar en un bufete era hacer un cambio radical en mi armario y en mi, entrecierro los ojos al notar que el papá de Sasha se acomodó en el comedor y aclara su garganta para pegar gritos con la canción que entonaba.

Wiston me observaba furibundo mientras se tapaba los oídos.

—¡Está bien! —gritó, mientras el hombre se queda con la boca abierta con notas atoradas en su garganta, aplaude.

—Gracias hija —responde, mientras se acomoda en su silla, Wiston sólo nos observa —El puesto es por unos días, la chica se cayó ayer y se ha lastimado el pie, mi hijo necesita una asistente temporal.

—Entiendo y supongo no sales del despacho de tu hijo

—No, los extraño y de vez en cuando visitó a Gazmira y Sasha.

—Entiendo —me pongo de pie y me dirijo a lavar la taza —Solicitare el puesto, pero sabrás que no es probable que yo quedé, hay más personas competentes para este puesto.

—No te preocupes, quedarás tú —su padre sonríe con seguridad —Iré a visitar a mis hijos mientras te preparas.

El padre de Sasha desaparece, mientras tengo la duda de todas las mujeres ¿qué me pongo?

Sasha

Caro —ella levanta la mirada de sus documentos y me observa con hostilidad —¿Avances del caso Vargas?

—Ninguno, no hemos encontrado más pruebas —su mirada está llena de rabia, pero la entendía, la relación no había funcionado. Comenzamos una relación de beneficio, dormíamos juntos sin compromisos algo en lo que Carol estuvo de acuerdo, pero al final... se enamoró, terminamos y ella me trataba con hostilidad.

—Entiendo, si tienes algún avance me avisas —me despido con un ademán de cabeza pero ella no le prestó atención ya que se había sumergido en el documento, el resto de despachos ya estaban ocupados con mis colegas y sus clientes, adoraba sentir la emoción del día a día. Yo amaba lo que hacía.




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