Pasaron las horas, y solo quedaba una hora para que fuese las nueve de la noche, los nervios se notaban en el ambiente, nadie quería que llegase la hora, ninguna había hecho nada así y no estábamos preparadas, pero no quedaba otra, solo tocaba esperar, hasta que en ese momento interrumpió Ismael
—Vámonos que hay un camino largo. —Comentó Ismael, a la vez que se levantaba del sofá.
Todas nos levantamos y le seguimos, hasta llegar a un garage, en ese momento se abrió la puerta y se montó en el coche, todas teníamos miedo. Nos sentamos en el coche y el inicio la marcha, el viaje se hizo largo, nadie decía nada, nadie se atrevía a decir ni una sola palabra en aquel coche, sabía lo que se podía venir, y podía salir bien, pero si salia mal, tendriamos un serio problema y no podíamos fallar, solo teníamos una oportunidad.
Llegamos al edificio, e Ismael aparco en una zona para que no le viese nadie.
—Ese es el edificio —Finalizó Ismael, el trayecto.
En ese momento los nervios se apoderaron de mí, más que nunca, no podía articular palabra, y mucho menos mover las piernas para andar, pero en ese momento me armé de valor y salí del coche.
Antes de irnos hacia el edificio, Ismael nos paró y nos dijo —venir al maletero, os tengo que dar unos juguetitos—
Abrió el maletero y estaba lleno de cosas, Ismael empezó entonces a explicar qué era cada cosa y para qué sirve.
—Bueno, el primer objetivo es una bomba de humo, en caso de emergencia de que algún guardia nos pille, lanzarla y que ellos no puedan ver nada, digo ellos porque nosotros llevamos máscaras antihumo, el segundo objetivo es unas gafas de calor, ve los cuerpos a través de las paredes, y así a parte de ver exactamente donde estan los guardias, podremos encontrar más rápido dónde está Lucas. El tercer y último objeto y uno de los más importantes, es la pistola con somnífero, le disparas a quien sea y se queda dormido en 3 segundos. Bueno y esto es todo los juguetitos. —Concluyó Ismael.
—Vale, vamos a por ellos.— Comentó Cinthia, que parecía que era la que menos asustada estaba de todos, cuando en ese momento me di cuenta de que faltaba un pequeño detalle.
—¿Cómo vamos a salir y a entrar con la puerta cerrada?- Pregunté yo con rostro de preocupación.
—No os preocupeis, esta todo controlado, yo me meteré en el servidor centrar y os abriré las puertas —Respondió a la pregunta Ismael, que parecía tener todo al detalle controlado.
Llegamos al edificio, estaba todo oscuro, casi no se podía ver la poca luminosidad que había en el entorno, nos pusimos las cuatro gafas y comprobamos que no había nada debajo.
—Todo despejado Ismael —Dije en voz baja para que nadie me escuchase, en ese momento se abrió la puerta, entramos agachadas, avanzamos hasta un pasillo que estaba al final, nos pegamos a la pared y a través de las gafas vimos que venía alguien. En ese preciso instante observamos que había una sala al lado nuestra, nos fuimos las cuatro a la sala haciendo el mínimo ruido posible.
Estábamos en la sala esperando a que se fuese, pero no se iba, se quedó justamente en el pasillo. —Ismael, tenemos un problema —Dijo Ana, a lo que Ismael respondió.
—Ya lo estoy viendo, os estoy viendo a través de las cámaras, esperar a que se vaya —Respondió Ismael con tono de preocupación, porque él no contaba con eso.