Estábamos encerradas en una sala, una sala en la que en la puerta ponía, "nivel 1", no sabíamos si tenía algo que ver con nosotras o ya estaba puesto de antes. En ese momento se puso la sala de color rojo y de nuevo la voz del desconocido se alzó en el eco de la habitación.
—Hola chicas, bienvenidas al nivel 1 del escape room que he creado yo mismo, ya dije antes, que solo era el principio, a partir de este momento tendréis que superar 8 niveles para llegar a vuestro amiguito Lucas, en el caso de que en algún nivel no lo podáis superar, a parte de que vosotras morais, el tambien morira.
Preparadas, listas, ya..., la primera prueba consiste en encontrar tres llaves para abrir la puerta, en la sala está activado un sensor de calor, en el cual cada minuto que pasa se subirá un grado más, en estos momentos la temperatura ambiente de la sala es de quince grados, que empiece el juego—.
—Vamos chicas, a buscar las tres llaves —dije yo en el preciso instante que la voz del desconocido dejó de
sonar.
Pasaron los primeros cinco minutos, y ya había en la sala veinte grados.
—¿Encontráis algo? —Preguntó Sara desesperadamente.
—No, pero os tenéis que fijar en cualquier cosa, no estamos buscando una llave como tal, puede ser cualquier cosa, como un cuadro o un libro, —dijo Ana.
La habitación estaba llena de cuadros y de libros, pasaban los minutos y no podíamos encontrar las llaves.
Llevamos 15 minutos ya y en la sala hacía treinta grados, empezaba a ser asfixiante, los mareos empezaban a hacer mella, el no beber agua en todo el dia, hacia mas dificil la busqueda, estábamos empezando a delirar, tener sueños e imaginaciones con cualquier objeto que veíamos.
—¡He encontrado una llave!, estaba dentro de un libro. —dijo Sara, mientras seguía buscando.
—Buscar en el interior de los libros —Comentó Cinthia, mientras el calor empezaba a ser asfixiante.
Ya no se podia estar más en esa sala y solo habíamos encontrado una llave.
—¿Ponía alguna palabra clave en el interior del libro donde has encontrado la llave?, —le preguntó Ana a Sara.
En ese momento Sara abrió el libro por la página donde se encontraba la llave, y había una palabra subrayada, que decía "techo", cuando leímos esa pista miramos al techo, y allí se encontraba la segunda llave, la alcanzamos, y justo pegado a la llave se encontrada la segunda pista, para encontrar la tercera llave, en ese momento ya hacía cuarenta grados en la salo, ya casi no se podía respirar, y cada vez el delirio era mucho mayor, llegando a no saber lo que estaba ocurriendo, o desorientarse en la misma sala.
—Qué dice la pista —Dije yo, deseando salir del horno en el que nos encontrábamos.
—"El silencio de tus labios y el grito de tus ojos" —me respondió Cinthia que era quien había cogido la pista.
En ese momento recordé que era una frase de una novela. —Buscar una novela que pone Immortal Love, y en uno de los capítulos es donde se encuentra la tercera llave, —dije yo, a la vez que nos pusimos a buscarla.
—Ya la he encontrado, —dijo Cinthia.
—Vale, ponerlas las tres juntas, para abrir la puerta —Dije yo, mientras el calor hacía ya distorsionar la vista.
Por Fin abrimos la puerta, en la sala hace más de 45 grados, y la puerta se abrió, todas entramos y pasamos a la siguiente sala, estaba todo oscuro, solo había un reloj en el que ponía las 23:06, que era la hora del día en el que nos encontrábamos, en ese momento la voz del dichoso desconocido volvió a sonar.