Capítulo 17: {Las pruebas de la verdad}

Las letras decian, Catherine Ross, tienes que salir de la habitación, estás bajo los efectos del gas de la falsa realidad, todo lo que estás viendo es falso, en ese momento me levanté, salí del armario y a continuación salí de la habitación, en ese momento caí al suelo, a los pocos segundo me levanté y me di cuenta de que un gas raro salía por debajo de cada uno de las puertas, decidí entrar a cada habitación, y en cada habitación, no había nada, solo la misma habitación de cuando éramos pequeñas, pero en ningún momento había ninguna niña o nada que se le pareciese, pero ellas, estaban paradas mirando fijamente al centro de cada habitación, cuando conseguí sacarlas les dije.

—Chicas, tenéis que despertar, estáis bajo los efectos del gas de la falsa realidad, todo lo que habéis visto es mentira, tener que despertar vamos —Dije yo desesperadamente, esperando a que reaccionara.

¿Que ha pasado? —preguntó Ana, con el mismo rostro que cuando se había despertado en la cama al llegar al sector III.

Era todo muy raro, era yo de cuando era pequeña, y entró mi madre a decirme que me tenía que acostar —Intento explicar Cinthia, todo lo que le había sucedido.

Tenemos que salir de aquí ya, mirar, allí, hay una puerta, vámonos —Termine de hablar, y en ese momento cogimos las cuatro y nos movimos.

Al llegar a la sala, de nuevo se volvió a cerrar, en ese momento se encendió el reloj, el mismo reloj que se encontraba en todas las salas. 08:34, era la hora que marcaba en el reloj.

—¿Cómo?, no puede ser que ponga esa hora, ¿cuánto tiempo hemos estado en las habitaciones? —Preguntó Ana.

—Más de ocho horas, hemos estado bajo los efectos del gas y no teníamos control de la hora, pero mirar, en mi reloj pone esa misma hora, así que si que es verdad, nos tenemos que dar prisa —Intente explicar lo sucedido, aunque era difícil de explicar, entramos a una sala que habían aparentemente cuatro pizarras y una mesa con un tipo de móvil encima.

—¿Y qué es lo que tenemos que hacer aquí? —Preguntó Sara, cuando empezó a hablar el desconocido.

—Hola chicas, se ve que se os ha hecho un poquito tarde, os queda menos de tres horas y media y aun os quedan cinco niveles, no se si habéis a llegar a tiempo de rescatar a vuestro amigo, la siguiente prueba es muy simple, es de supervivencia, tenéis que resolver los acertijos que aparecerán en la pizarra, y poner los resultados en el móvil, es muy sencillo ¿verdad?, salvo un pequeño detalle, mientras se vayan resolviendo los acertijos, la sala se va a ir haciendo más pequeña, mucha suerte a todas.

En ese momento se encendió la primera pizarra, en ella ponía lo siguiente:

"Un rey bastante mayor, sin hijos, sin mujer y sin ningún heredero a quien podía entregar su reino, decide hacer una prueba para elegir a su próximo sucesor. Reparte unas semillas del árbol que plantó su padre en el jardín, entre todos sus súbditos.

Pasado un año, los candidatos deben acudir al palacio con sus macetas. Aquella persona con la planta más grande y más hermosa podrá reinar.

Pasaron 13 meses, los súbditos acudieron con sus plantas en los tiestos al palacio. Algunos llevaban unas plantas enormes. Otras plantas bellas y bien cuidadas. Una muchacha, en cambio, llevó el tiesto con tierra, sin que nada hubiera crecido.

El rey, mirando todos los tiestos, declaró en voz alta.

Mi reino será para esta muchacha."

—Las cuatro en ese momento nos quedamos mirándonos.

—¿Ya no dice nada más? —Preguntó Ana, que estaba intentando buscar la solución.

—La solución puede ser que realmente, el heredero sería quien trajese la peor planta, ponlo en el móvil —Dijo.

Sara, en ese momento Cinthia cogio el movil y puso la misma respuesta que había dicho Sara, la envió, todas nos quedamos en silencio y en ese momento empezó a hacerse más pequeña la habitación, iba muy lentamente encogiéndose, pero suficiente para que en cuestión de menos de una hora, ya no hubiese habitación.

—No pongais cualquier respuesta, tiene que tener una lógica. —Dije yo intentando encontrar la solución, cuando me puse enfrente de la pizarra, de nuevo las palabras se empezaron a mover y me dieron la respuesta.

—¡Ya la sé! —dije en voz alta, coji el movil y puse:

—"El REY HABÍA ENTREGADO SEMILLAS FALSAS QUE NO CRECÍAN. TODOS LOS SÚBDITOS DEL REINO, EXCEPTO UNO, HABÍAN UTILIZADO OTRAS SEMILLAS AL VER QUE NADA CRECÍA"—.

Se puso la pantalla de aquel móvil en verde y en ese momento se detuvieron las paredes de aquella sala.

—Vale, ya solo quedan tres más —Dijo liberada Sara.

En ese momento se encendió la segunda pizarra, en ella ponía lo siguiente…