El laberinto de Catherine Ross[completa]

Capítulo 22: {Explicaciones}

Miércoles, 3 de Febrero del 2019 - siete de la mañana, suena el despertador como todas las mañanas, tomo la decisión de levantarme. Desayuna y al fin salgo de mi casa rumbo al instituto, se me ha olvidado hasta todo lo que sufro en el instituto, porque lo que estaba viviendo era superior a cualquier problema o suceso.
Llego e Ismael estaba en la puerta. —¿Entramos? —preguntó Ismael. Yo no podía responder, seguía asustada, apenas había podido hablar, solo con mis padres y para resolver el problema. —¿Estás bien? —volvió a preguntar.
—Si, no te preocupes, estoy intentando asimilar todo lo que ha sucedido. —Respondí.
—Mira por allí vienen Sara, Ana y Cinthia, vamos a preguntarles que tal están—.
Ellas estaban raras, sabía que algo malo había pasado, porque no era normal que Lucas estuviera tan cerca de mi sin decirme nada, en el momento del descampado y además que no recordasen nada del día anterior, y no se hizo esperar y preguntaron.
—Estamos raras, estuvimos todo el día de ayer preguntándonos qué había pasado, porque nuestros padres nos echaron la culpa por estar todo el día fuera sin avisar, y no recordamos nada de haber estado fuera, solo estar en el descampado —Hablo Sara por las tres.
—Además no entendemos porque estaba Lucas allí con nosotros —comentó Ana

—Bueno, vámonos para la clase, luego hablamos en el recreo —Quiso terminar la conversación Cinthia.
—Si, nosotros también nos deberíamos de ir —añadió Ismael.
—Espera, que por allí viene Lucas, quiero ver como esta— Intente preocuparme por él, por si tenía alguna pregunta.
—Hola empollones —comentó Lucas y acto seguido se fue con su grupo de amigos.
—Yo lo veo bastante bien, ¿y este es el tío al que hemos salvado? —Afirmó y preguntó Ismael, con todo irónico.
Pasaron las primeras horas y llegó la hora del recreo, salimos y nos fuimos con ellas tres. Tenían rostro serio, lo que era lo más normal del mundo al no entender lo que había pasado y tener amnesia, de ese dia.
—¿Que tal chicas? —intente preguntar para romper el hielo que se había creado con el silencio, las miradas hacia abajo demostraban incomprensión por parte de cada una.
—¿Catherine, tú sabes lo que ha pasado hace dos días? —preguntó Sara, con tono amenazante.
—¿Yo?, sí yo tampoco recuerdo nada de lo que ha sucedido —Intente salir del paso de la incómoda pregunta. Ella se quedó con rostro serio y de no creerse la respuesta, como si ella supiese que yo sabía algo.
Seguimos en silencio todo el rato y cada una intentaba aportar algo para romper el silencio que se había creado en el grupo. Toco el timbre y entramos, pasaron las horas y tocó la hora de irnos a nuestras casas. Ismael como siempre decidió acompañarme.
Llegue a mi casa, comí y me meti a mi habitación a estudiar y a relajarme. Pasaron las horas y llego las nueve de la noche, en ese momento bajé a cenar y vi a mi madre preocupada, sentada en el sofá con el cuerpo echado para delante y el móvil en la mano, las lágrimas le salían.
—¿Qué ocurre mamá? —Decidí intervenir y ayudar a lo que estaba pasando.
-—Tu padre no coje otra vez las llamadas, y tenía que estar aquí hace media hora, y no lo localizo, he llamado a la oficina y ya ha salido. Y no se donde buscarlo. —respondió a mi pregunta, que se notaba que le costaba articular palabra alguna.
—Voy a salir a buscarlo, se donde puede estar —dije gritando mientras me ponía la chaqueta y salió disparada en su búsqueda, y efectivamente no me equivocaba, estaba en el bar metido, y lógicamente no estaba muy favorecido. 
Mi padre ha sido una persona que ha tenido siempre problemas con el alcohol, siempre ha tenido discusiones con mi madre, porque solo eran problemas lo que venía, mi padre se dejaba buena parte del sueldo en el bar, no era consciente de todo el daño que estaba provocando. Y yo siempre le he estado encubriendo, para que no le dijera nada, por esa razón, él me levantó el castigo, llegamos a casa, esperamos a que se le pasase un poco, y entramos a la casa.
—Mama, ya estamos aquí —dije yo, había avisado a mi madre en el momento que lo vi en el bar para que estuviese tranquila. Cenamos y nos fuimos a dormir, seguramente mi madre le preguntaste donde se había metido, pero yo me metí en mi habitación y preferí descansar, ese ya no era mi problema.




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