—Catherine —Gritó a los lejos una voz que me resultaba familiar, me di la vuelta y era Hector.
Se acercó a mí, y me pregunto…
—¿Que tal? —preguntó, con una sonrisa, que se le notaba alegría, pero a la vez una mirada seria, de preocupación y dubitativa de lo que había ocurrido.
—Pues extraña, sigo sin saber lo que ha ocurrido, y no creo que sepa la respuesta, ya que no se encuentra ningún rastro de lo que ha ocurrido —le intente explicar.
—Ya lo se, yo he estado intentando buscar algo, pero no he encontrado nada —me dijo con la mirada hacia abajo.
—La única relación que hay entre yo y la isla, sois vosotros tres —me quedé mirándole fijamente, con los ojos achinados.
—¿No pensarás que yo estoy involucrado en todo esto, cuando estoy igual que tu? —me pregunto, asombrado.
—Ya no me fio ni de mi propia sombra —le respondió cortantemente, pero las palabras de Ismael, me hicieron reflexionar.
—Entiendo que no te fies de nadie, yo si quieres de dejo el numero de telefono, por si necesitas mi ayuda alguna vez, pude escuchar el otro dia a Ismael, el chico que vino en el helicóptero, que hay un desconocido que está detrás de todo esto, si yo puedo servir de ayuda, contad conmigo. —Finalizó el.
—Vale, de acuerdo —le contesté.
—¿Por cierto, Ismael dónde está? —me pregunto.
—Viene ahora, se ha quedado hablando con un amigo.—
—Bueno, me marcho, cualquier cosa ya tienes mi teléfono —Me comentó y acto seguido se fue.
Cogí y me di media vuelta, recorrí los pocos metros que me faltaban para llegar a mi casa y cuando llegué me encontré con algo que no esperaba. Había una caja en la puerta, la abrí, y dentro de esta se encontraba todas mis cosas que me había llevado al hotel.
Pocos minutos después llegó Ismael, le conté que había llegado y me había encontrado el paquete en la puerta, y él corrió a inspeccionar cada una de las cosas que había dentro, y en ese momento, sacó un objeto que yo no había llevado.
—¿Sabes lo que esto? —Me pregunto, a lo que yo respondí.
—Pues no lo sé la verdad, eso no es mío —le dije con rostro de sorpresa.
—Catherine, es un localizador, tienes que llevar cuidado con todo, ¿No has notado nada raro mientras venías? —me explicó Ismael, mientras empezaba a abrir el localizador.
—Bueno, lo único, es que me he encontrado a Hector mientras venía —le respondí, con eso, que era lo único realmente extraño que me había pasado en el camino.
—¡Lo ves!, te lo dije, tienes que tener cuidado con todo esto, porque no debe de ser coincidencia— me dijo, con cara de enfado.
—Vale, no me acercare mas a Hector, me ha dado su numero de telefono, por si algún día necesitamos su ayuda. —le dije.
—Vale, dame el numero, para investigarlo y ver si el tiene algo que ver con el desconocido —confesó Ismael, acto seguido yo le di el numero de telefono.
—Vale —Ya no dije nada más, esa conversación había llegado a su fin.