Me despierto con un presentimiento extraño, no se cual es la razón, pero las piernas me temblaban, realizó la misma rutina de siempre, hasta que llegó al instituto, en ese momento Ismael me detiene.
—¿Qué te ha pasado? —me preguntó con rostro de preocupación.
—Nada, que mis padres se enteraron lo que me ocurrió con Lucas y me han castigado tres días —le intente responder.
—Estaba preocupado, porque ayer por la tarde te mande un mensaje preguntándote, ¿qué tal todo?, y al no responderme, me preocupé. —me afirmo Ismael, algo que era totalmente normal.
—Es que también me quitaron el móvil —añadió.
—Pues solo espero que durante estos dos días no ocurra nada en el sector III —explicó Ismael.
Pasaron las horas, y la hora de salir del instituto llegó, llegué a mi casa, comí y me fui a mi cuarto a dormir un rato, cuando...
Comienzo a escuchar algo golpeando mi ventana, observo la hora y marca las cinco y media, miro la ventana, era de noche y lo que golpeaba eran piedras. Era Ismael, en ese momento abro la ventana.
—No hagas ruido que te van a escuchar mis padres —le explique yo, algo que no quería que sucediera, porque sino me iba a quedar más días castigada.
—Catherine, nos tenemos que ir, está ocurriendo algo raro en el sector III, y nadie sabe lo que es, no tengo tiempo para darte más explicaciones, vámonos —me explicó muy nervioso Ismael.
—¿Y como salgo? —le pregunté.
—Espera, voy a intentar una cosa —respondió.
Llamó a la puerta de mi casa, y mi madre abrió la puerta, lo primero que me dijo fue…
—Catherine no puede salir, está castigada —dijo con rostro serio.
—Es que tenemos que hacer un trabajo de instituto —dijo Ismael, mientras bajaba yo por la escalera.
—¿No le has dicho nada a tu madre Catherine? —me dijo directamente a mi, mientras me guiñaba el ojo.
—Ehhh, no, se me ha pasado, nos han puesto un trabajo hoy —añadió.
—Vale, pero quiero que estés aquí antes de la cena —dijo mi madre.
En ese momento salimos corriendo hasta la puerta, sin tener la menor de las ideas de lo que estaba ocurriendo, y las piernas me temblaban, llegamos, y entramos por la puerta, salimos corriendo del apartamento, y me encontré con lo que Ismael intentaba explicarme.
Estaba el cielo rojo, había tormenta, estaba lloviendo muchísimo, y no había nadie en la calle.
—Dime que esto es lo que suele ocurrir aquí cuando llueve —dije yo.
—No, esto nunca ha ocurrido —me explicó Ismael.
En ese preciso instante comenzaron a derrumbarse todo los edificios, el grito de la gente que estaba dentro se escuchaba desde donde nos encontrábamos, salimos corriendo de ese lugar.
—Hola Catherine —la voz del desconocido irrumpió justo detrás mía, me di la vuelta, pero no había nadie, en ese preciso instante apareció Hector ante mis ojos, cuando justo cayó un edificio encima suya, yo estaba paralizada, comencé a correr de ese lugar junto a Ismael.
—Sabes que es el fin de todo ¿verdad? —de nuevo esa maldita voz apareció de detrás mía, me volví a dar la vuelta, pero esta vez sí que pude verlo pero no llegué a ver su rostro ya que llevaba una máscara puesta.
—¿Y sabes porque se que es el fin de todo? —lanzo la pregunta a la vez que miraba hacia arriba, justamente detrás mía, me di la vuelta y era un edificio que estaba comenzando a caer, justamente hacia mi, ya lo tenía a escasos metros.