El laberinto de Catherine Ross[completa]

Capítulo 47: {Fenonemos estraños}

Me encontraba en mi habitación y la televisión comenzó hacer cosas extrañas, de repente un mensaje salió de él mismo, eran varios programas, series y películas unidos para decir una frase, terminó la frase y no comprendía lo que estaba ocurriendo.

Enseguida cogí el móvil y como pude marcaba el teléfono de Ismael mientras me temblaba el pulso y cogía el aliento que había dejado en aquella habitación.

—ISMAEEEEEEEL —le grité cuando me cogió el teléfono.

—¿Que ocurre? —pregunto resaltado y fruto del grito.

—La televisión me acaba de mandar un mensaje —le explique hiperventilando.

—¿Como que te acaba de mandar un mensaje? —me volvió a preguntar.

—Si, era una serie de personajes de series y películas que en su conjunto decían —me puse a respirar fuerte.

—¿Que decía la frase Catherine? —dijo Ismael con tono de que la cosa se estaba empezando a poner seria.

—Catherine, vamos a por ti, decía la frase, no decía nada más, pero tengo miedo.

—Tranquila Catherine, voy a llevarme el televisor para detectar de donde ha intervenido la señal, quizás si la encuentro podemos detectar a la persona que buscamos —volvíamos a tener una pista de nuevo.

Ismael llegó a mi casa y nos llevamos la televisión hasta el apartamento, allí de nuevo estaba Hector con las cámaras.

—¿Has detectado algo extraño en todo este tiempo? —le pregunté a Hector.

—Nada de nada, lo de siempre, yo creo que no va a aparecer nadie con eso —me contestó.

Ismael conectó el televisor con el ordenador y comenzó a investigar si encontraba alguna señal.

—Lo tengo, ya se desde donde enviaron la señal —el ordenador habia localizado el lugar, era una vieja fabrica abandonada de color azul desgastado por el sol.

—Mañana iremos tu y yo Catherine, haber si podemos investigar o nos encontramos algo, hasta entonces vamos a descansar, Hector tu te quedaras aquí vigilando y ayudándonos desde el ordenador si nos surge cualquier problema —Ismael explicó el plan.

Nos fuimos, regresé de nuevo a mi casa, y ya por fin descanse, estaba nerviosa porque no sabía lo que me podia encontrar en esa fábrica.

En ese preciso instante recibí una llamada de Ismael.

—El director quiere vernos mañana cuanto antes, antes de ir a la fábrica vamos a verlo —me explico.

—¿Pero te ha dicho para que es? —le intente sacar información para saber de que se trataba.

—No, mañana lo sabremos —ya no dijo nada más, solo se despidió y colgó, yo cerré los ojos y ya por fin me dormí, mi cabeza lo necesitaba, mi cuerpo y mi mente también, “mañana será otro día”, pensé.

Me levanté al día siguiente, me lavé la cara y desayuné lo que pude, no me entraba mucho porque estaba nerviosa, llegue con Ismael y nos fuimos al edificio, al llegar al apartamento cogimos el coche y llegamos enseguida al edificio del director.

Subimos por aquel ascensor que sube al principio, me traía muchos recuerdos, se abrieron las puertas y allí estaba el director esperandonos.




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