Minutos más tarde entró el director por la puerta.
—¿Se puede saber que ha pasado?, ¿porque habéis entrado a una casa ajena? —se veía enfadado.
—Fue mi culpa, yo decidí entrar —les quite su parte de culpa.
—Y quién es él —lo dijo con la mano extendida señalando a Hector.
—Él se llama Hector, nos está ayudando a buscarlo —le explicó Ismael sabiendo lo que le dijo la última vez.
—Ismael te avise, te dije la ultima vez que no podias poner la vida en peligro de Catherine, y mucho menos la de una tercera persona, también te dije que cualquier cosa me avisaras, y no lo has hecho, habéis entrado en una propiedad privada, sin saber lo que había dentro, o si había alguien —Nos miraba pero sobretodo iba a Ismael.
—Desde hoy dejas de ser su protector, Catherine regresará a la tierra hasta que encuentre a una persona de confianza que se encarga de ayudarla, nosotros desde aquí te protegeremos —lo dijo firmemente.
—No puedes, Ismael es la persona que me ha acompañado desde el principio, la que me ha ayudado con todo, no la puedes apartar de mi —le intente rogar.
—Si que puedo, y lo acabo de hacer —el director cogió y se marchó por la puerta, nosotros nos fuimos por esa misma puerta, sin hablar, cogiendo las pertenencias, mirando que no había nada dentro, nos marchamos, íbamos en el coche sin decir nada.
—¿Porque ha dicho que vas a regresar a la tierra, que es la tierra? —pregunto de la nada Hector, no nos habíamos dado cuenta de ese detalle, pero todavía dar explicaciones.
—La tierra es un pueblo de donde vengo, tiene otro nombre pero yo lo llamo asi, asi que a partir de mañana y hasta que me digan que vuelva me tendré que marchar —esquive la pregunta cómo esquive la bala de Enrique, el puso cara de pena, sabiendo que estaría semanas sin verme e Ismael apenas movía la cara.
Llegamos hasta la casa de Héctor, fue la primera parada.
—Bueno, pues aquí nos despedimos —no le salían las palabras a Héctor.
—No es una despedida, nos veremos pronto, ya lo veras —le mire firmemente.
—Pero ¿quién es ese hombre al que llamáis director? —tenía que responder a la pregunta.
—Pues es un familiar de Ismael, pero en la familia le llaman así, es un poco raro pero te acostumbras.
—Bueno, si me has prometido que volverás es que lo harás —en ese momento se abalanzó sobre mí, y me dio el abrazo más fuerte que me habían dado nunca, el se metió a su casa y yo me metí en el coche, hasta llegar al apartamento todo era silencio, Ismael llevaba cara de haberse equivocado, quizás pensando en cómo arreglar todo.
—¿Nos volveremos a ver Ismael? —nos habíamos bajado ya del coche.
—No lo se, me han prohibido volver a verte, en unos días el director se pondrá en contacto contigo para ponerte a una persona, mientras tanto no hagas nada, quédate en la tierra y haz tu vida normal, allí estarás protegida, hazme caso —intentaba explicármelo todo.