El laberinto de Catherine Ross[completa]

Capítulo 101

—Yo quería mucho a mi hija, junto a mi mujer era lo que mas queria, pero mi mujer fallecio el dia que la tuvo, y luego por consecuencia de un derrumbamiento ella tambien fallecio solo tenía tres años, en ese momento no lo supera, así que con todo el dinero que me quedaba decidí levantar de nuevo el edificio y ponerle su nombre, pero mi hija seguía muy presente, así que decidí volver aquí —parte de esa historia ya la conocía, pero quería saber todas las partes para atar hilos.

—Aquí en el sector III me puse a trabajar en un orfanato, me gustaban mucho los niños, un dia sin yo verlo venir llegó una niña, una niña preciosa, no llegaba a los tres años, pero me recordaba mucho a mi hija, así que decidí adoptarla, en ese momento tomé la decisión de volver a la tierra, pero fue un gran error.

De nuevo volví al mismo edificio, y estuve viviendo con ella hasta que se casó, pero ocurrieron muchas cosas durante todo ese tiempo. Encontré un trabajo, en un edificio blanco muy alto, pero no paraba de tener pruebas y más pruebas, no querían que llegase alto, y siempre me podían impedimos para que eso no ocurriera —abrir los ojos y recordé en ese momento.

—Como el edificio donde pusistes las pruebas —definitivamente estaba todo conectado.

—Exacto, para vosotros fueron sencillas, pero para mi eran más complejas, y me sentía un ratón de laboratorio —se estaba justificando.

—Pero eso no fue todo, cuando mi hija adoptiva tenía cinco años me la lleve de vacaciones a una isla, y la secuestraron, y me mandaron un video para pedir un rescate, el mismo video que te hice a ti, lo que sentistes tu lo sentí yo multiplicado por mil —cada palabra que salía de su boca era un espada clavándose en mi.

—¿Y porque me haces todo lo que te paso a ti? —solo me daba justificaciones pero no me decía el motivo.

—Tu siempre tan preguntona, tenía solo cinco años, y la secuestraron, le quedó trauma para siempre —se acercaba cada vez más a mi.

—Y ojalá que fuera solo eso, al final en mi trabajo me echaron, no soportaron que alguien de fuera llegase y fuera mejor que el resto, y en ese momento me sentí lo más miserable que había en la tierra —dio un pequeño golpe en la ventana.

—¿Por eso echaste a Ismael en mitad de todo esto? —cada cosa que había ocurrido no fue por casualidad.

—Porque os estáis metiendo donde no debiais, pero también, quería mostrarte todo.

—Al final encontré otro trabajo, pero un dia iba en un tren dirección al trabajo cuando ocurrió una persona o varias de aqui no tuvieron otra idea que colocar una bomba, esta bomba me mandó directo al hospital y estuve allí más de dos meses, sin poder moverme —me miraba con los ojos entrecerrados.

—Por eso la colocastes en el ordenador, porque sabías que íbamos a ir a por ella, y por eso mismo nos dejastes llevarnos —cada vez, con cada cosa que escuchaba tenía más impotencia.

—Exactamente, vaya, veo que eres más lista de lo que yo pensaba —empezaba a reírse de mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.