El laberinto de Catherine Ross[completa]

Capítulo 103

—¿Ves esas antenas?, pues esas antenas hacen que tu no puedas utilizar tus superpoderes —empezaba de nuevo a reírse.

—Pero si tu no me crees vamos a probarlas —en ese momento cargó la pistola y me apuntó, la bala fue directo a la pierna, la note entrar como si fuera fuego, un gran golpe y un dolor que no podia soportar.

—Se acabó Catherine, tu final está cerca —de nuevo me empezó a apuntar, pero esta vez más arriba.

—¡Alto! —una voz se escuchaba a lo lejos, yo tenia la vista apartada, no podia ver mi final.

Era Ismael, estaba entrando rápidamente por la puerta y disparó varios tiros, de los cuales dos le dieron de lleno al director, se desplomó en un instante, estaba K.O, venía solo, me cogió y me desato.

—Nos tenemos que ir corre —él con la pulsera abrió el portal allí mismo, no me dio tiempo a preguntar porque teníamos que salir corriendo, pero lo hice.

Al llegar al otro lado el edificio se estaba cayendo, no me dio tiempo a pensar nada y salí corriendo hasta la salida, subir aquellas escaleras que había antes de la puerta de tres en tres, Ismael venia detras mia, cuando estaba justo en la puerta un fuerte golpe me empujo hacia delante, y a pocos metros de me cayó un trozo de edificio, pero Ismael no le dio tiempo a salir, enseguida me levanté y con el edificio ya caido empece a quitar escombros, pero no podia verlo, estaba lloviendo, aunque cada vez lo hacía con menos intensidad, la fuerte precipitación llamada “Cristal” se estaba acabando. 

La ropa no paraba de chorrear sangre de la bala y agua de la lluvia, no sabía ni cómo había conseguido escapar, supongo que seria por la adrenalina, mi madre vino corriendo, no sabia como me había encontrado, pero allí estaba, enseguida la vi llamando a una ambulancia mientras me miraba lo que tenia, pero yo solo queria buscarlo, se lo decía pero ella no me hacía caso.

En ese momento apareció mi padre y se puso a buscar a Ismael, había perdido mucha sangre y no podia estar más tiempo consciente.

Al abrir los ojos me encontraba en el hospital, tenía la pierna vendada. Y mi madre enseguida se abalanzó sobre mí, no paraba de repetir mi nombre mientras seguía llorando.

—Nada hija, estás bien ¿vale?, te pondrás bien, llevas aquí solo dos días —pero no sabía nada de lo que había ocurrido fuera.

—¿E Ismael? —me temía lo peor.

Mi madre negó con la cabeza y solo me seguía abrazando, en ese no me salía ninguna palabra, y entró el médico.

—Hola Catherine, ¿Cómo te encuentras? ¿estas bien? —solo asenti con la cabeza.

—Bueno, en unos días te podremos dar el alta, descansa —me miró como tenía la herida de la bala y después se marchó.

—Mama, no se como explicartelo —mi madre me tapo la boca y solo me dijo que no pasaba nada, que todo estaba bien.




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