CAPITULO 19✓

NARRADOR OMNISCIENTE.

Milán.

—Mi señora, el capo de la Cosa Nostra ya llegó a Dinamarca , su ubicación no es concreta la señal fue interrumpida en un radio de al menos treinta kilómetros por la carrete que da hacia las afueras —informa.

—Bien, trata de contactar a la reina del infierno.

—La reina del infierno está con la esposa de lucifer y el capo, uno del personal de seguridad que mando a seguirlo informo haber visto a Ruth Pregona en casa del capo.

—Maldita sea, comunica a una reunión urgente en la casa que está en el centro de Hørsholm quiero a todas las mafias en ella y agenda la dentro de dos meses, esperaremos el siguiente movimiento de Ruth Pregona.

—Sí, señora. —hace una leve reverencia y sale.

La mujer mira a los Becker y todos en el despacho la miran como si le hubieran salido dos cabezas.

—No se que estrategia tienes en mente pero desde luego que no es nada bueno si tienen que estar todas la mafias, ¿quien es tu siguiente objetivo? —pregunta el mayor de los Becker

—Será la mejor reunión de mafias que podría haber sucedido en mucho tiempo.

Sin decir nada más sale del despacho y baja en busca de alguien en específico. Ezra.

Finalmente llegó el tiempo en el que los hermanos se reúnan, la ruina para cada uno va a ser devastadora. Un Traidor un peón en el juego puede cambiar el curso tan rápido, apenas está empezando, la jugada del ajedrez es eficaz, Pero en el poker... Ten cuidado, puedes perder todo lo que tienes en un segundo. Las apuestas son de temer y debes tener cuidado si pones tu propia cabeza en una guillotina.

Más allá de eso debes estar conciente de que todo en esta vida sucede por algo. No obstante ten en cuenta que puedes terminar siendo un peón en tu propia partida y morir en el campo de batalla, puedes tener una muerte digno o una muerte indigna llena de vergüenza.

Puedes ser el rey o el peón, hasta una torre para poner en peligro al rey, Pero atrás de todo siempre hay quien mueve las fichas. En Neus, Alemania existe una familia que es capaz de poner el juego a su conveniencia con tal de que sean quienes lo líderen.

Aunque parece estar loco Davide Müller está más cuerdo que todo ellos, puede que allá sido humillado hasta tal punto que desconozca el día, la fecha y la hora. Pero en su cabeza los hace pagar a todos y cada una de las personas involucradas en su sufrimiento. Con creces, los políticos llegan a ser corruptos desde que les ponen una oferta tentadora sobre la mesa, una que sea incapaz de rechazar. Pero toda oferta tiene un precio muy grande al final de cuentas.

Alan Müller, un hombre poco confiable, alguien que está cegado por la ced de venganza, y hara lo imposible para conseguirla.

Algo no sale bien si no eres tu quien lo realiza personalmente, esas fueron sus palabras cuando su sub jefe tiene una herida de bala en la pierna y él bebé fue secuestrado por otras personas.

—¡Inútiles! —grita, casi desgarrándose la garganta por el sonido tan elevado de su voz—. Solo una cosa tenían que hacer, y ninguno pudo completar la tarea.

Sus dientes apretados denotan rabia su mandíbula tensa, su voz tan baja y casi susurrante parece calamada. Sus manos agarrando el cuello de la camisa de su segundo al mando.

—P–Pero, señor... —tartamudea ante la evidente falta de aire cuando su cuerpo choca con la pared.

—Señor, nada. Tu eres solo un estorbo más.

Fueron sus últimas palabras antes de cortarle la respiración hasta matarlo, alguien entra por la puerta mientras él se acomoda la corbata. Los demás están viendo el cuerpo inerte en el suelo arrodillados temblando de miedo.

—Señor, su madre está entrando a sus terrenos —se inclina haciendo una leve reverencia

—Retrasen su entrada.

—Sí, señor esto llegó para usted —extiende la carta que traía en sus manos—. Una carta de invitación llegó para usted.

—dejala sobre el escritorio.

El hombre asiento, haciendo lo dictado por su jefe sale de inmediato por la misma puerta por la que entro.

Todo siempre recae en alguna persona, sea parte del juego o no. Siempre serán repetidas las reglas planteadas por los primeros líderes de cada mafia.

Y que solo el mejor gane en la guerra que se avecina, ninguna suerte les servirá, mientras nadie trate de resolver el conflicto de raíz.

Volvemos al viejo Milán, lleno de secretos tan oscuros que si los supieras tu también estaría tras unas rejas, no de la manera que piensas. No estarás tras las rejas de una celda, dejarás de estar cuerdo si es que todavía lo estás. Y un manicomio estará mejor que el mundo como todos los conocemos.

El gran día se acerca, la revelación de quién se esconde tras las sombras hará que todos los demonios que acechan de igual manera salgan. Pero ten cuidado al pasar por esos pasillos porque al primer suspiro los demonios se enamoran.

Una oficina, una casa, una persona, un final poco agradable, Luciana Gustamante. La mujer que parece controlarlo todo.

La imponente figura de aquella mujer avista desde lo más alto de aquella casa por el gran ventanal que da hacia aquel risco, una ubicación remota Pero que se encuentra en Milán, en su despacho se encuentra aparentemente sola viendo a la nada, simplemente pensando en cuando atacar.

El sonido crudo de unos toques en la puerta llaman su atención, haciendo que inmediatamente guarde todos los planos e invitaciones en su pequeño escondite.

—Adelante —su voz resuena por todo el lugar demandando la orden.

Aquella figura se materializa frente a ella cerrando la puerta tras el sin darle la espalda.

—Señora los alemanes secuestraron al bebé, pero fueron interceptados como ordenó —informa el hombre parado junto a la puerta.

—Los alemanes no saben en qué se metieron, bien. Por ahora hagan creer que ellos lo tienen todavía, necesito que preparen todo para que los hermanos se encuentren maten a todos los traidores y sobre todo a Davide —dijo emitiendo con voz impostada una orden