VICTORIA.
—Hiciste que los cristales se incrustaran casi hasta el fondo en tus pies —JB me recrimina mientras Zack limpia las heridas.
—Sí, bueno les tengo que confesar algo —me acomodo mejor en la silla, Zack me hace saber que su atención está completamente en mi con un sonido de su boca.
Me rasco la nuca y miro hacia otro lado espantando las crecientes lágrimas que se acumulan en mis ojos.
—Secuestraron a Caden y a Hunter —me aclaro la garganta antes de continuar—. Fué Alan Müller, hermano de Davide Müller. Adivinen quién está tras de todo.
—Ezra Zanetti —afirma JB y una sonrisa sin gracia se extiende en mi rostro mientras asiento.
—Eso duele Zack —quito mi pie de sus manos.
—Ya voy a terminar, parece que hubieras caminado sobre una piscina llena de vidrio —murmura.
—JB reúne a todos en el almacén llegaremos luego, pero tienes que volver. Sola da la orden y te devuelves, quiero que reúnas a algunos de los rusos que están dentro y haz esa llamada a Ilya.
—Sí, señora.
Sale por la puerta y Zack termina justamente luego de unos tres minutos, niego y me dice que tengo que descansar y no levantarme por un rato mientras cicatriza un poco, asiento y me mantengo ocupada con otras cosas.
Unos hombres entran corriendo a mi despacho, no muevo un solo músculo esperando a ver quién es el valiente de hablar primero.
—Señora —carraspea antes de seguir—. Tiene una visita, se trata de Coraline Smith.
—hagan la pasar —contengo la carcajada, sabía que vendría. Cómo dio conmigo, no lo sé.
La puerta se cierra y de inmediato vuelve a ser abierta Pero está vez un repudiable olor llega a mis fosas nasales.
—Que asco —musita bajo mientras examina el lugar.
No ha mirado en mi dirección, Zack se muerde el labio conteniendo una carcajada al verla caminar por el despacho. Zack se aclara la garganta y Coraline de inmediato voltea en su dirección sonriente al verlo frente al escritorio apoyando sus manos en el. Se desplaza hacia un lado y la cara de descontento de Coraline al verme sentada aquí es notable a simple vista.
—Y dime Coraline, ¿que haces por aquí? No es usual que vengan directamente a mi.
—No vine para verte —sonrie altanera, parece que se le subió el ego—. Vine a ver a Jasper Brooks, él jefe.
—Y hablando del rey de Roma —susurro y me levanto tambaleando me un poco por el dolor.
Ignorado a Zack que parece un perro, llegó hasta donde está JB.
—sigueme el juego —susurro en su oído y asiente un poco confundido.
Miro a Zack y lo hago a un lado llevando a JB a la silla tras el escritorio.
—Al fin, alguien importante — se regocija Coraline.
—¿Cómo te llamas? —se hace el desentendido y Zack y yo nos mordemos los labios para contener una carcajada cuando se le descompone la cara a Coraline.
—Coraline, Coraline Smith. Pensé que ya le habían informado.
—Lo lamento, tengo que recordar cosas más importantes, he... Coral —me paro atrás de ella Pero me alejo hasta los estantes con un pulgar arriba.
Me acerco a la puerta que une este despacho con el túnel y paso con Zack siguiendo me los talones.
—Viste su cara, puff. Por favor es lo mejor que has hecho en años —se ríe, pero recuerdo algo antes de reir más fuerte poniendo en alerta a los hombres que cuidan más allá.
—¡No saben el camino que me ahorraron! Llamen a Nino los espero en el despacho y preparen el ring —les grito aplaudiendo mientras la mejor forma de matarla llega a mi mente.
—¡Sí, señora!
—¡¿Que estás haciendo?! —me grita cuando empiezo a correr para volver al despacho.
—Al parecer te tengo que llevar para un oftalmólogo y que te revisen la vista, espera en la puerta mientras JB se levanta lo llevas al ring, conversare un poco con la invitada.
—Bien.
Paso y la mirada de JB me suplico que lo saqué de ahí, ella se encuentra casi colgando de su brazo mientras le dice cosas.
—Bien se acabó el juego, la verdad si me divertí. JB.
—Sí, señora.
—Ve con Zack te está esperando. En el ring.
Asiente y como puede se despega de ella y sale casi corriendo del despacho.
Me siento con mucho cuidado en el lugar que estaba ocupado por JB antes, sonrío cuando ella sigue petrificada en su lugar.
—Te lo dije, siempre tengo la razón. Necesitas de mi ayuda.
—No lo hago —nego rápidamente—. No la necesito, tu me necesitas más que yo a ti.
—¿En serio? —me burlo y ella parece que se me quisiera lanzar encima.
—Corrígeme, Pero si no estoy mal, tú eres una víbora —se agarra se los reposa brazos de la silla y hace que quede frente a ella.
—Ajá, ¿ahora dime qué necesitas? —acerco mi cara hasta que está frente a la suya y no pierdo el contacto visual con ella—. Te lo digo siempre terminan buscandome de alguna forma.
Se suelta y grita frustrada, me parece gracioso.
—Haber querida Cora, mira el lado positivo de ésto, eres hija de otro matrimonio de mi tío lejano media Pero muy alejada hermana de mi primo Javier, si no me dices que quieres a nadie le importa tu miserable vida.
—Como si la tuya fuera tan preciada, necesito que me ayudes a matar a alguien, y tú necesitas de mi porque se dónde está tu querido bebé.
—bueno que sabes, dame el nombre y da por hecho esa muerte.
—Te lo dije, tu también necesitas más de mi más de lo que yo de ti, Ezra Zanetti y Davide Müller, tu bebe lo tiene Luciana y algo más querida este recordatorio es de tu prima.
Me levanto de la silla al ver su intención en sacar su arma, se la arrebato y la acorraló y le disparo en la pierna con la mia.
—el lobo pierde el pelo, pero no el hábito. Muy sabio, morirás.
La arrastró fuera del despacho y a medio camino Zack y otros hombres van corriendo en dirección al despacho, le doy otro disparo a coraline y la dejo en ese lugar.
—llevarla a las celdas, luego de que la curen, que pelee. Dejen que muera.