Capítulo 2.

Lilieth Rossemary Agarth Ciprés, es brutalmente asesinada por su prometido en aquella época de  continuas guerras. El buscaba quedarse completamente con la fortuna qué traía la chica consigo, y una noche logra su cometido, cuando se encontraban a solas en la mansión donde habitaba Lilieth.

Los padres de la señorita quedaron destrozados ante la noticia, de qué el cadáver de su hija mayor se había encontrado, descuartizado, en su dormitorio a la mañana siguiente. Su prometido, Joseph Gardiner, actuaba sorprendido y aterrorizado, culpando a los enemigos del rey por hacerle eso a su prometida. Sin embargo, el en realidad se regocijaba al saber qué la oportunidad perfecta para hacerse con la fortuna de la familia de Rossemary, y su venta de las sagradas Gotas doradas había llegado.

Y es claro qué yo, Valeria Díaz (actual Lilieth Rossemary), no iba a permitir qué eso sucediera, por eso con el pasar del tiempo busqué mil y un formas de acabar con aquel compromiso, qué no parecía tener fin.

Hasta qué una noche…

Me encontraba en el baile de bienvenida a los soldados (quienes  fueron enviados por el rey a salvar una de las princesas prometidas para uno de sus hijos), sentada en una de las mesas, cuando le veo. Rowan Archeus III, el segundo príncipe.Conversaba animadamente con los qué supongo eran sus amigos, no me fijo mucho en ellos, sino en aquel pelo negro y piel blanca. Justo en ese momento me viene la maravillosa idea de proponerle un trato, uno qué probablemente salve mi vida, y a él le obsequie la corona qué tanto busca quitarle a su hermano mayor, y siguiente en ocupar el trono para gobernar Orpheslia.

Aprovecho el instante en qué se aleja de sus invitados, sale al jardín del castillo y yo le sigo, tratando de ser lo más silenciosa posible. Gracias a Dios qué mis tacones no sonaban tanto, y fácilmente se podían confundir con algún sonido proveniente del palacio.

─¿Y bien señorita?, seguiremos jugando a qué me persigas o me dirás de una vez por todas lo qué buscas qué mi? ─ “Bien Valeria, llegó el momento”, fue lo qué pensé en ese instante.