Lyra
El sonido de mis pies chocando el suelo es el único sonido que hay en la sala. Todos estamos reunidos aquí, sentados en los sofás y sillones que hay en esta rara sala de estar. Hay un nuevo chico que no había visto antes. En total hay cinco hombres y una sola mujer en la tripulación.
Creí que serían más.
Muevo mi flequillo a un lado de mi cara, pero vuelve al mismo sitio. Remango las mangas de la camisa que Ciara me prestó. El ambiente se siente extrañamente tenso, todos me observan; como si yo fuera un mueble que no encaja en la decoración futurista de esta nave.
Kael toma asiento en un gran sillón negro; en su cabezal hay una pantera negra que contrasta con los tonos grises y azules de los demás muebles. Él hace un pequeño movimiento con su cabeza hacia todos los miembros de la tripulación.
—Soy RJ, el subcapitán de esta tripulación —se levanta y se presenta el chico de cabello rojo. Es muy alto y se parece a Josh. Me mira por un momento y luego se sienta.
—Lion. —El chico de tez morena se presenta de manera desinteresada, hace un gesto con la mano hacia el chico a su lado.
—Rick. —Se levanta y hace una pequeña reverencia hacia mí; cuando se reincorpora me mira a los ojos, su intenso azul es antinatural. Le sonrío y se sienta.
—Josh. —El pelirrojo mantiene su mirada en todas partes menos en mí al decir su nombre. Parece estar aún avergonzado por lo de antes; a mí me tiene sin cuidado, a él parece pesarle el ánimo.
—Ahora que todos se han presentado, es hora de determinar el curso de la nave.—
La voz de Kael llena el espacio y todos lo miramos.
Rick se levanta, se para a su izquierda y le susurra algo al oído.
Kael
—Señor, recuerde que su alteza imperial Marel solicitó una audiencia con usted hace un mes. Creo que no es prudente ir a Auralis.— Se aparta y lo miro fijamente. Tiene razón: si no asisto a la audiencia restaré puntos a la relación comercial que tengo con el Ducado de Marel. Pero hay una persona que tiene más prioridad que esa estúpida reunión.
—Manda una carta de disculpa y diles que no podremos presentarnos, invéntate un buen motivo —susurro solo para que él escuche. Asiente y se marcha de la sala.
Lyra me mira expectante, atenta a mi respuesta.
—Iremos directo a Auralis.—
Miro a RJ; este se levanta, asiente y atraviesa una pared.
—Los demás sigan con sus deberes. Lyra, acompáñame.—
Lion, Josh y Ciara se retiran, dejándonos totalmente solos.
Me levanto, camino hacia ella y le tiendo la mano. Ella frunce ligeramente el ceño, pero la toma.
Caminamos y atravesamos la pared que hay detrás del bar. Las luces se encienden y la habitación se ilumina. Lyra mira hacia el techo de cristal, que brinda una asombrosa vista del universo. La llevo hacia la mesa y arrastro una silla para que se siente.
Lyra aún sigue viendo hacia arriba. Mandé a colocar ese techo hace unos días cuando aún estaba en la Tierra; fue una buena idea, pues ella parece disfrutarlo más que yo.
Carraspeo y ella me mira; hago un gesto con la mano hacia la silla y ella se sienta. Me siento a su lado y un holograma de un rostro femenino aparece en medio de la mesa.
—Hola, señor Daskyr. ¿En qué lo puedo ayudar? —La voz robótica hace eco en la habitación. Puedo decir que haberle robado a el programa de inteligencia del reino Karhel fue todo menos fácil, pero valió la pena. Ahora mi equipo y yo contamos con una inteligencia artificial de última generación.
—Busca las noticias recientes que hablen de Lyra Howel.
El holograma cierra los ojos y es reemplazado por un panel de noticias.
—«Se cree que Lyra Howel es la responsable del robo de la estrella. Esta estrella le pertenece a la casa D'Vorne».— dice la reportera de la estación de televisión interestelar. Detrás de ella aparece Falner D'Vorne. —«Es un acto de terrorismo contra el Archiducado de D'Vorne; yo, como patriarca de la familia, me haré cargo personalmente de esa ladrona y de sus cómplices».—
La amenaza no me mueve ni un ápice.
—¿Él controla a esos hombres que están detrás de nosotros? —titubea al preguntar.
—No solo él. Sé que hay más ratas de la aristocracia que quieren eliminarme a mí y a todo lo que me importa. Eso te incluye a ti. Mañana, cuando estemos por llegar al planeta Auralis, te mostraré sus rostros y sus nombres, para que estés preparada.
—¿Preparada para qué? —pregunta entornando los ojos.
—Para identificarlos, si es que llegas a interactuar con ellos alguna vez.—
Asiente y juguetea con sus manos; agacha la cabeza.
—¿Estás bien? —le toco suavemente el hombro.
Ella levanta lentamente la mirada hacia mí; parece cansada, tanto física como mentalmente. Hoy es su cumpleaños, por eso creo que lo mejor sería no contarle todos los detalles para no abrumarla más.
—Estoy bien.—
Pese a que sé que me miente por el tono en que lo dijo y cómo se giró para no mirarme, no puedo insistir más. Ella necesita tiempo para procesar su nueva realidad.
La conversación murió, dejando tras de sí un vacío tenso y vibrante, que minutos después fue dejado atrás por el sonido de toques en la pared.
—Señor, la cena está lista.—
La voz de Ciara se escucha apagada por la pared que nos divide.
—Iremos en unos minutos.—
Segundos después se escucha el eco de unos tacones alejándose.
Me levanto de la silla, ajusto mi abrigo trench coat. De su bolsillo saco el Nyra. Lo enciendo mientras camino hacia la pared de la izquierda; me giro al no escuchar pasos detrás de mí. Lyra está sentada, dándome la espalda, con su mirada perdida en un punto de la sala.
—Oye— ella se gira.— ¿Quieres acompañarnos a cenar?
Ella niega. Asiento y salgo de la habitación. Estar un rato sola puede que sea lo mejor para ella.
—Capitán, si no vienes a sentarte rápido, Josh se comerá tu lasaña.—
RJ hace un gesto con la mano para que me apure.
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Editado: 17.12.2025