El Ladrón Del Nacimiento

VII

—Acepto.

—¡Magnífico!

—Pero—ella se detiene, pues iba a aplaudir.—Necesito que me digas cómo, y sobre todo dame algo con que defenderme.

—De eso yo me encargo—musita Aki y se saca un cubo negro brillante del traje—toma.

Extiende el brazo y yo la imito, me entrega el objeto, y éste al rozar con mis dedos comienza a parpadear en un tono azul pálido que se vuelve en fracción de segundos en un azur centellante, mis ropas cambian de unas simples prendas para tener puesto algo semejante al cuero en tono marron, Aki me informa que esto me hará sentir más liviano, y sí que así me siento, y me entrega un objeto más parecido a un petalo de rosa, al menos a eso lo asocio, la miro y ella me observa detenidamente.

—¿Un petalo de rosa?

—¿Las conociste?

—Sí.—Le veo confundido por su pregunta.

—Aki nunca ha vista una rosa, Nikita, no existe en este tiempo, pero dime, ¿puedes sentirla igual que una real?

—Yo…—uso mis dedos para sentirla y es tan suave que juraría que es una real—sí, se siente igual...

—Entonces estamos a un paso de volver a tenerlas.

Aki me dice que el petalo es mi arma, un arma que debo usar cuando realemnte ya no me queden esperanzas, por lo demás bien, me entrega un tercer obejeto que sto si agradezco que sea mi protección de inmediato y se trata de un arma de fuego, al igual que el cubo azul centellante, me hace saber que está es cargable, “Él” me da una explicación más amplia, diciendome que está arma se carga con las emociones y que está deseñada para los humanos, entre más emociones presente mi cuerpo más rápida será pero también me dice qu si mis emociones son muy negativas destellará en un color rojo carmesí, y que quizá no pueda controlarla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.