El Ladrón Del Nacimiento

IX

Extiende el brazo y yo la imito, me entrega el objeto, y éste al rozar con mis dedos comienza a parpadear en un tono azul pálido que se vuelve en fracción de segundos en un azur centellante, mis ropas cambian de unas simples prendas para tener puesto algo semejante al cuero en tono marron, Aki me informa que esto me hará sentir más liviano, y sí que así me siento, y me entrega un objeto más parecido a un petalo de rosa, al menos a eso lo asocio, la miro y ella me observa detenidamente.

—¿Un petalo de rosa?

—¿Las conociste?

—Sí.—Le veo confundido por su pregunta.

—Aki nunca ha vista una rosa, Nikita, no existe en este tiempo, pero dime, ¿puedes sentirla igual que una real?

—Yo…—uso mis dedos para sentirla y es tan suave que juraría que es una real—sí, se siente igual…

—Entonces estamos a un paso de volver a tenerlas.

Aki me dice que el petalo es mi arma, un arma que debo usar cuando realemnte ya no me queden esperanzas, por lo demás bien, me entrega un tercer obejeto que sto si agradezco que sea mi protección de inmediato y se trata de un arma de fuego, al igual que el cubo azul centellante, me hace saber que está es cargable, “Él” me da una explicación más amplia, diciendome que está arma se carga con las emociones y que está deseñada para los humanos, entre más emociones presente mi cuerpo más rápida será pero también me dice qu si mis emociones son muy negativas destellará en un color rojo carmesí, y que quizá no pueda controlarla.

Sin embargo me incita a probarla, me parto en dirección contraria al edificio, me alejo un poco de ellos y escucho que me dice que “las emociones son un reflejo de los recuerdos”.

—¡Piensa en algo lindo—grita Aki y le veo sonreírme.

—Para ser una máquina, sabe sonreír como un humano… como un verdadero humano—musito—piensa… en…  algo…  lindo…

Recuerdo a mis padres en la última noche tranqila en que estuvimos los tres juntos… el arma parpadea en un tono amarillo, el peso aumenta y jalo del gatillo, un rayo centellante como el sol refleja en mi rostro y le veo alejarce dejando una nube de polvo y luego hace una gran exploción, el sonido me deja algo sordo por un momento.

—¡Fantástico! ¡Magnífico!—vocifera—Simplemente sorprendente.

Aki camina junto a mi y en eso le veo correr y saltar, algo debajo de ella al momento del salto se crea como por arte de mágia y un vehículo de acero toma lugar y ella queda sobre ese vehículo.

—Anda—me dice—yo conduciré—me guiña.

—Esta bien—me vuelvo momentáneamente hasta “Él” pero ya ha desaparecido—su holograma ha desaparecido.

—“Él” nunca se queda por mucho tiempo.

—Curioso, siento que esto ya lo habia hecho antes.




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