Pero Evie si quería hacerle daño o algo parecido, no es que le preocupase mucho no lastimarla, y al final de cuentas lo hizo. Acaban de leer las últimas líneas que Chloe pudo escribir luego de comer esos champiñones. Cuando los médicos recibieron los resultados del análisis profundo que le hicieron a la especie del hongo, y notaron que su consumo en altas cantidades era asegurarse una muerte cerebral de manera lenta, ya era demasiado tarde. Chloe se habría librado ilesa de ésta sí le hubiesen medicado máximo a las 48 horas luego del consumo, no a la semana. Ahora que leo todo lo que Chloe ha escrito me doy cuenta que ella me dejó las hojas de su libreta por una razón, esa fue la última vez que la vi en el colegio, al otro lado del pasillo. Ella había dejado en mi casillero las hojas sueltas de su investigación, pasó una por una cada hoja que había escrito y, como les dije, es irónico que sus últimas letras fueran defendiendo a alguien que la volvió psicópata, paranoica, maniática, demente, obsesiva, trastornada; usen la palabra que quieran. Creo que debo terminar de contarles la historia que Chloe les estaba contando, será mi manera de demostrarle que aun estando muerta puede contar conmigo.
Luego de darle el alta y pasar por una corta e intensiva terapia de desintoxicación, el cual le había dado falsas esperanzas a Chloe y al señor Luke de que todo volvería a la normalidad, Chloe volvió al colegio. El primer día ella volvió a sentir lo que sintió su primer día en el primer año, se sintió indefensa en una mar de estudiantes de diferentes roles y personalidades, ese día no me aleje de ella ni un momento, es más, hasta madrugué para ir a buscarla a su casa e irnos juntos. Todos se alegraron al verla entrar al salón una vez más, se levantaron e hicieron un abrazo grupal, que obviamente duró poco, ya que Chloe comenzó a llorar porque no dejaban de hablarle muy fuerte al oído. Al salir de clases fuimos por un helado a su heladería favorita, y luego fuimos a la banca donde ella y su madre se sentaban, ella no decía ni una palabra, estaba algo despeinada, veía a todos lados, como si fuera su primera vez allí. La regresé a su casa por la tarde, asegurándome de que quedara durmiendo al irme de allí. El señor Luke no sabía cómo agradecerme lo que hacía por su hija, yo sólo lo hacía porque Chloe era la persona que más me ha importado en este mundo. El segundo día transcurrió igual, la busqué por la mañana para ir a clases juntos, esa vez no hicieron un abrazo grupal, en vez de helado, la llevé al cine, el cual también fue una mala idea, a mitad de la película salió corriendo y tuve perseguirla hasta tres calles más abajo, la regresé a casa y ese día Evie me pidió que me quedara con Chloe el día siguiente por la tarde porque ellos saldrían a hacer las compras ya que trabajaban todo el día, acepté sin dudarlo. Era mi mejor amiga, debía hacerlo.
El tercer día fue cuando Chloe perdió totalmente su cordura. Cuando fui a buscarla el señor Luke me dijo que ella se sentía recaída y que no iría al colegio, yo le aseguré que iría apenas saliera de la última clase. Durante la primera y segunda clase no pasó nada importante, entonces salí al recreo, todos me preguntaban por Chloe y yo sinceramente no sabía que responderles, les decía que estaba enferma, pero no sabía si decía la verdad o no. Antes de acabar el recreo, fui a mi casillero a buscar algunos libros para las siguientes dos clases y, cuando me dirigía al salón, ella se apareció – Tom, Tom Parks – Me susurró ella detrás de mí, en un tono muy delicado, su voz parecía algo rasgada, estaba como a diez pasos de mí. Después de que me volteé a verla no dijo nada, sólo me miró fijamente, tenía una mirada penetrante y destrozada, sus ojos estaban llorosos, su cara triste me rompió el alma, le dije que me alegraba que decidiera ir a clases y que si se apresuraba llegaríamos a la tercera clase a tiempo, ella volteó la vista hacía los casilleros por un momento y luego volvió la vista a mí, soltó un par de lágrimas y luego soltó una sonrisa inocente y simplemente salió corriendo hacia el comedor, por donde había otra salida. Iba a salir corriendo detrás de ella cuando escuché por detrás que la profesora estaba gritándome que entrara a clases o estaría castigado. No le presté ni la mínima atención a la clase, sólo pensaba en que podría ser lo que Chloe estaba por hacer. Apenas sonó el timbre salí corriendo a su casa, pero al llegar ya había pasado lo que menos imaginé, a Chloe se la habían llevado al hospital una vez más. En un momento que Evie creyó que ella dormía, al parecer intentó hacer una especie de ritual para invocar a su madre, Evie llamó a los bomberos cuando notó que del cuarto de Chloe salía mucho humo, pero ni de chiste entró a intentar sacarla, ya saben, ella la cuidaba pero si ella moría tampoco le afectaba mucho, afortunadamente los bomberos llegaron antes de que se incendiara toda la casa. Quizás por eso Chloe fue a dejarme las hojas al casillero, claro que al revisarlo antes de la tercera clase no estaban allí pero al revisarlo la mañana del día siguiente si, fue al receso para dejarme verla una última vez por si moría, se fue y luego volvió a dejar las hojas, eso es lo que quiero creer.
No había seguido con su escrito ya que tenía la mínima esperanza de que ella sanara y quisiera terminar ella misma lo que empezó. De verdad, todo estaba en contra y yo aun así tenía todas mis esperanzas puestas en ella. Pero las perdí luego de la primera semana en rehabilitación, no sé nada de procedimientos médicos, pero me pareció innecesario que la mantuvieran sedada y le dieran dosis dobles para ver sí la parte de su cerebro que la hacía estar cuerda y razonable se sanaba. El hospital estaba pasando por momentos económicos graves así que luego de dos semanas de no ver mucha mejoría decidieron hacerle decidir al padre si desconectaba a su hija o no. Aunque Evie decía que era lo mejor, el señor Luke siempre mantuvo el no. Ver a tu mejor amiga postrada en una cama sin poder moverse y no poder hacer nada para cambiarlo, es algo que sin duda te hace sentir la persona más impotente de la vida. Fui a verla cada día al salir de clases y siempre le llevaba girasoles, sus flores favoritas, no le decía mucho, sólo me quedaba sentado frente a ella mientras la veía y me sentía culpable por no haberla protegido. Al pasarle el efecto de la anestesia dieron de alta a Chloe, le recetaron algunos medicamentos para que ella mantuviera la mínima cordura que le quedaba. Luke retiró sus papeles definitivamente del colegio, y empezó a pagarle a un profesional en el cuido de personas con enfermedades mentales.