El Latido de las Dos Lunas

La Primera Grieta

Kael apretó los dientes.

—Si entro… no sé si podré volver.

—Entonces voy contigo —dijo Lysandra, sin dudar.

Él abrió los ojos, conmocionado.

—Lysandra…

—No pienso perderte. Ni a ti, ni a mi mundo.

Otra grieta se abrió bajo sus pies.
El portal rugió.

Kael extendió la mano.

—Si me tomas ahora… ya no habrá vuelta atrás.

Ella la tomó.

Sin miedo.

Y juntos, saltaron.

Hacia lo desconocido.
Hacia el otro mundo.
Hacia su destino compartido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.