El Latido de las Dos Lunas

? CAPÍTULO 22 — El Foso de los Caídos

El viaje hacia el Foso fue agotador, especialmente para Kael.
Lysandra insistió en cargar parte de su peso, aunque él protestara por orgullo cada diez pasos.

—No necesito… tanto apoyo —murmuró él.

—Claro que sí —respondió ella—. Solo intentas parecer fuerte.

—Soy fuerte.

—Sí, pero también eres tonto —dijo ella sonriendo—. Así que coopera.

El vínculo se iluminó con un calor suave.
Kael suspiró.

—Tú me vas a matar más rápido que el Vacío.

—Y tú hablas demasiado —respondió ella—. Caminemos.

Al llegar al borde del Foso, Lysandra se quedó sin palabras.

No era un cráter.
Era una enorme grieta vertical, como si el mundo hubiese sido rasgado con una garra gigante. Vapores oscuros emanaban del interior.

Kael se arrodilló, tocando el suelo.

—Esto era una prisión espiritual. Aquí se encerraban las almas corrompidas por el Vacío para que no regresaran.

Lysandra sintió un escalofrío.

—¿Y ahora…?

Kael tragó saliva.

—Ahora alguien las liberó.

Un grito inhumano surgió desde el fondo.
Más de uno.

Lysandra apretó la daga.

—Tenemos compañía.




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