El Latido de las Dos Lunas

? CAPÍTULO 31 — Tempestad en el Santuario

El impacto de Arvhan sacudió el santuario completo. Las paredes antiguas temblaron como si hubieran despertado después de miles de años dormidas. Lysandra sintió el aire hacerse pesado, espeso, casi sólido.

Kael la empujó a un lado justo cuando una ráfaga oscura atravesó el espacio donde ella estaba de pie.

—¡No te acerques! —gritó él.

Arvhan avanzó como un monstruo hecho de humo y metal líquido. Cada paso dejaba grietas negras en el suelo.

—El vínculo los ha hecho más sabrosos —dijo la criatura—. Dos corazones unidos… dos almas para devorar.

Lysandra lanzó un ataque directo. Su daga brilló como un sol comprimido, un estallido dorado que chocó contra el pecho amorfo de Arvhan.

La criatura apenas retrocedió.

—Nada mal, pequeña portadora.

Kael levantó su pulso, pero el dolor volvió a arderle por dentro.

—¡Kael! —Lysandra corrió hacia él—. ¡No lo uses, te está matando!

Arvhan se rió.

—Exacto. Úsalo, sobrino. Déjame verte romperte.

Lysandra se puso frente a Kael, defensivamente.

—Si quieres matarlo… tendrás que pasar sobre mí.

Arvhan abrió todos sus ojos a la vez, como una marea de luces púrpuras.

—Eso será fácil.

La batalla apenas había comenzado.




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