El Latido de las Dos Lunas

? CAPÍTULO 40 — Los Guardianes del Pulso

Los Guardianes rodearon a Lysandra y Kael.
Sus alas brillaban con luz lunar, y sus ojos eran dos espejos plateados.

El líder, un guerrero de rostro severo, habló:

—Kael Luminar. Portador quebrado.
Y tú… heredera perdida.

Lysandra tragó saliva.

—Sabes quién soy.

El guardián asintió.

—Sí. Y sabemos a quién enfrentas.

Kael dio un paso.

—Arvhan despertó. Está guiando al Vacío.

El guardián suspiró.

—Entonces el tiempo se acabó.
Debéis venir con nosotros al Bastión Celeste.

Lysandra frunció el ceño.

—¿Por qué? ¿Para esconderse?

El guardián la miró sin emoción.

—No.
Para entrenarte.
Para que no mueras cuando llegue el final.

Lysandra miró a Kael.

Él asintió.

—Confía.
Necesitas esto.

Ella apretó los puños.

—Entonces vamos.

Los Guardianes abrieron sus alas.




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