El Latido de las Dos Lunas

? CAPÍTULO 41 — El Bastión Celeste

El Bastión se encontraba en el cielo mismo: una ciudad flotante hecha de piedra luminosa y puentes de luz sólida. Torres circulares giraban lentamente, como engranajes celestes.

Lysandra quedó sin aliento.

—Es hermoso.

Kael la miró, sonriendo.

—Sabía que te gustarían los lugares peligrosos.

Ella le dio un codazo.

—No empieces.

Los Guardianes los llevaron ante una sala circular donde la luz se concentraba en un cristal enorme.

El guardián líder habló:

—Aquí aprenderás a controlar tu poder.
Y tu vínculo.

Kael tosió, débilmente.

—Mientras ella entrena… yo necesito… descanso.

Lysandra lo sostuvo.

—Kael…

Él la acarició la mejilla.

—Estoy bien. Solo cansado.
Sigue adelante.

Lysandra lo abrazó.

—No te vayas sin mí.

—Nunca —dijo él.




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