El legado de King

VII. Visiones de un pasado nunca ocurrido.

Ahora con la carta como prueba es posible iniciar una investigación más profunda, pero decido tomar el control de esto, yo me encargaría de ese bastardo con mis propias manos, voy a enterrarlo en la tumba que hizo para mí.

Logré obtener boletos del viaje para la mañana siguiente. Sólo me aguardaba una noche de distancia, que debía pasar en vela, en espera de otro ataque de cualquier demonio onírico.


Me senté junto en la ventanilla en el avión, al parecer viajaría sólo, la fila de asientos en donde me encontraba estaba vacía. Seria un viaje agradable. El vuelo transcurría con normalidad y gracias a eso, pude tomar una siesta. Una pequeña tormenta que comenzábamos por atravesar me despertó y también me trajo un extraño nerviosismo, tome el periódico que alguien había olvidado en el asiento contiguo y lei el titular “Desastre aéreo en Maine”; una lectura que no inspiro mi calma, la deje donde la encontré.
En la ventana se observaba claramente el ala del avión y me entretuve observando el cielo oscuro y lluvioso. Un rayo ilumino repentinamente, y vi lo que parecía se una criatura en la turbina del avión, la creciente preocupación de que otro episodio de visiones me atormentará comenzó a agitar mi respiración, cuando gire de nuevo la vista, la cara de una especie de humanoide apareció en la ventana, no pude contener mi terror, pero hice un esfuerzo inhumano para no gritar o llamar la atención.  Convencido de que mi propia locura azotaba de nuevo, cerré la persiana de la ventana.
- ¿Esa mente traviesa funcionando de nuevo eh?


Giré la cabeza ante la voz que acababa de aparecer a mi lado.
-Esa clase de visiones son molestas.- me confeso aquel extraño.
-Disculpa ¿Quién eres?
- Oh, que mal educado soy, mis disculpas caballero, mi nombre es Jack Torrance.
Aunque el miedo estaba allí, decidí abrazar mis monstruos.
-¿Algún consejo para manejarlos? -pregunté sin alarmarme.
-Soy malo para dar consejos amigo, la última vez todo ardió. ¿Podrías ordenar un whisky?
-Si. 

Alce la mano y la camarera pareció leer mi mente e inmediatamente trajo dos vasos de whisky. Extraño, debido a que nunca le dije la cantidad de vasos, ni la bebida. Alargue un vaso a mi invitado fantasma.

-¿Sabrás darme una explicación a lo que me pasa? -pregunté a Jack.
-Cuando explicas las cosas, le robas su misterio. No podría importarme menos el idiota que destruye la turbina, mientras tengas un trago en la mano.
-Estoy de acuerdo.




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