El legado Oculto

Capitulo 8 -Un Paso Más Hacia el Abismo

El silencio pesa alrededor mientras sigo inmóvil, con los músculos tensos y el corazón latiendo con fuerza.

El vaso roto sigue ahí en el suelo, hecho pedazos bajo la poca luz que entra.

No sé cuánto tiempo pasa, pero todo parece detenido, como si el mundo se rehusara a avanzar.

Al final, estiro la mano casi por instinto y enciendo la lámpara. La luz parpadea un par de veces antes de estabilizarse, débil, pero suficiente para cortar la penumbra.

El libro sigue abierto frente a mí. No esperaba respuestas inmediatas, pero la incertidumbre pesa.

Me encojo en la silla y suelto el aire despacio, intentando que la presión ceda, pero nada cambia.

Con manos temblorosas, levanto el libro y lo apoyo sobre mis piernas. Paso los dedos por los bordes desgastados de las páginas, como si en esa textura pudiera encontrar alguna señal.

Repaso el contenido otra vez. Palabras, símbolos, fragmentos que no tienen sentido.

Una parte de mí quiere cerrarlo, dejarlo estar. Fingir que todo sigue igual.

Pero ya no puedo.

Cierro los ojos un momento, tratando de organizar mis pensamientos.

Y ahí vuelven:

Las hojas flotando en el lago. La cucharilla vibrando. El vaso estallando frente a mí.

Cada recuerdo se conecta con el siguiente, como grietas pequeñas que empiezan a expandirse, rompiendo la normalidad que conocía.

No quiero perderme en ideas paranoicas, pero sería tonto negar que algo ya está cambiando.

Cierro el libro con cuidado y lo dejo sobre el escritorio.

Me dejo caer en la cama, soltando un suspiro largo que no alivia la presión en el pecho. Me llevo la mano al pecho, buscando algo de calma.

El techo se siente más lejano de lo habitual. El viento golpea la ventana y el reloj parece marcar los segundos más fuerte de lo normal.

Me giro hacia un lado, sin intención de dormir realmente, solo queriendo un poco de silencio en mi cabeza.

No hago el esfuerzo de controlar la respiración o los pensamientos. Ya no importa.

El cuerpo permanece quieto, pero la mente no se detiene. El cansancio se siente como un ardor detrás de los párpados, y no es el tipo de agotamiento que se cura durmiendo.

Sin poder hacer nada más, dejo que el sueño me alcance, aunque sé que no será descanso real.

⸻ ☾ ⋆⁺₊✦✧✦₊⁺⋆ ☽ ⸻

No sé cuánto tiempo llevo dormida cuando mis ojos se abren de golpe. La oscuridad sigue ahí, inmóvil, como si nada hubiera cambiado. El cuarto está en completo silencio, pero hay una tensión sutil en el aire, como si algo invisible lo mantuviera contenido.

Parpadeo un par de veces, tratando de enfocar la mirada. No hay ruidos extraños, ni sombras que no reconozca. Todo está donde debería estar: la puerta cerrada, la ventana intacta, la luz pálida de la luna colándose apenas entre las cortinas.

Y, aun así, algo no encaja.

Mi piel se eriza sin razón aparente. Siento los latidos en todo mi cuerpo, un pulso firme que no debería estar ahí si solo se tratara de un mal sueño.

Respiro hondo, con cuidado, pero el aire entra en el pecho como si pesara más de lo normal. No hay amenaza visible. No hay presencia tangible. Sin embargo, cada parte de mi cuerpo actúa como si estuviera esperando algo.

Y entonces, lo escucho.

Un susurro.

No proviene de ningún punto específico. No suena lejano, pero tampoco cercano. Es como si flotara entre las paredes, suspendido en el aire, deslizándose en ese límite donde lo real empieza a resquebrajarse.

Una voz masculina.

"Nos veremos pronto."

Tres palabras. Apenas un aliento. Pero se cuelan tan dentro de mí que no parecen haber sido dichas... sino sembradas.

Mi cuerpo se tensa sin que pueda evitarlo. Los músculos se contraen como si respondieran a una orden silenciosa. No grito. No me muevo. Solo permanezco inmóvil, escuchando.

El silencio regresa tan abrupto como se fue. Y, en ese retorno, algo dentro de mí se encoge.

Trago saliva con esfuerzo, sintiendo cómo la garganta se aprieta. El corazón late más fuerte ahora, cada golpe resonando como un tambor. Giro la cabeza despacio, inspeccionando los rincones con la mirada, aún sabiendo que no voy a encontrar nada.

Todo sigue igual.

Pero nada se siente igual.

Mi respiración comienza a calmarse, o al menos eso aparenta, aunque la incomodidad se aferra al pecho como un peso sordo. No es miedo. No del todo. Es una especie de eco que permanece, como si el aire recordara lo que ya no suena.

No intento buscar una explicación lógica. Esta vez lo sé: lo escuché.

Y aunque no tiene sentido, lo sé con la misma seguridad con la que sé que estoy despierta.

La voz no me resultó familiar, pero tampoco completamente ajena. Fue como reconocer una melodía que no recuerdo haber escuchado antes, pero que aún así parece formar parte de mí.

No era Aiden. Eso lo tengo claro.

Y, por alguna razón, eso lo hace peor.

La sensación no se disipa. Permanece arraigada, como si esa presencia —o lo que fuera— aún estuviera ahí, esperando.

Cierro los ojos con fuerza, intentando dejar de mirar esa oscuridad densa, como si al cerrarlos pudiera escapar de la idea absurda de que me está observando de vuelta.

⸻ ☾ ⋆⁺₊✦✧✦₊⁺⋆ ☽ ⸻

Cuando abro los ojos, la luz del amanecer ya se filtra por las cortinas. Me siento extraña, como si algo hubiera cambiado mientras dormía. Me estiro un poco, notando la tensión en los músculos.

El pensamiento llega de golpe, sin que lo llame.

"Nos veremos pronto."

La frase aparece en mi cabeza, tan clara que parece recién dicha. Me quedo sentada un momento, tratando de entender si realmente lo escuché o si solo lo estoy recordando mal.

No quiero darle más vueltas. Solo dejo que el silencio llene el cuarto mientras intento despejar mi mente.

Me levanto y voy al baño. Me echo agua fría en la cara, esperando que eso me despierte del todo. Miro mi reflejo en el espejo, pero no veo nada fuera de lo normal. Aun así, siento que algo está distinto.



#1209 en Fantasía
#203 en Magia
#4896 en Novela romántica

En el texto hay: romace, drama, suspense

Editado: 15.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.