La luna iluminaba débilmente la superficie del planeta remoto donde Anakin Skywalker y su esposa Padmé Amidala vivían en relativa paz. En su hogar en Naboo, la familia disfrutaba de una cena tranquila durante la noche.
Padmé sonrió mientras observaba a Leia y Luke conversando animadamente. "¿Cómo estuvo tu día, Anakin?" preguntó, mientras tomaba un sorbo de su bebida.
Anakin, que llevaba una vida diferente a la que había imaginado, respondió con una sonrisa. "Fue un día ocupado en el taller. Los droides nunca dejan de dar problemas, pero me mantienen ocupado. ¿Cómo les fue a ustedes?" Pregunto mirando a luke y leia con una sonrisa.
Leia respondió con entusiasmo: "Bien, papá. Tuvimos una lección emocionante sobre la historia de la República Galáctica. Pero, a veces, me pregunto si realmente conocemos la verdad sobre lo que sucedió."
Luke asintió. "Sí, papá. Hay muchas historias contradictorias."
"Bueno esos temas son complicados de tratar luke." Contesto anakin un poco incómodo por el tema, algo que no pasó desapercibido para sus hijos pero prefirieron no preguntar nada.
Padmé miró a sus hijos y luego a Anakin, preocupada por el futuro incierto de la galaxia. "Anakin, a veces me preocupa lo que les depara a nuestros hijos en esta galaxia. El Lado Oscuro sigue acechando."
Anakin asintió, su mirada fija en Leia y Luke. "Lo sé, Padmé. Pero mientras estemos juntos como familia, siempre encontraremos la fuerza para enfrentar cualquier desafío." Respondió anakin tomando su mano cariñosamente.
Mientras tanto, en Mandalore, Obi-Wan Kenobi se encontraba en el palacio real junto a su hija Gloria y su hija menor, Lucia. Observabando los hologramas de una reciente reunión política.
Gloria, preocupada por las crecientes tensiones, dijo a su padre: "Las cosas no parecen mejorar, ¿verdad, padre?"
Obi-Wan suspiró y asintió. "No, Gloria, no lo hacen. Pero debemos mantenernos fuertes por el bien de Mandalore. La galaxia es un lugar peligroso, y tenemos que proteger a nuestra gente." Contesto obiwan con un tono de esperanza.
En otro rincón de la galaxia, en un oscuro enclave, Kael meditaba profundamente. Una voz resonante en su mente lo interrumpió, la voz de un antiguo Maestro Jedi que le había hablado en sueños durante semanas.
Maestro Jedi: "Kael, es hora de que te enfrentes a tu destino. La galaxia necesita tu valentía y tu fuerza. Debes buscar respuestas sobre la historia y la verdad detrás de los Jedi y los Sith."
Kael se levantó, con determinación en sus ojos. "Lo sé, Maestro. Estoy listo para cumplir mi deber y descubrir la verdad."
Mientras tanto, en un canto lejano de la galaxia, Alix y Jara discutían los detalles de su próxima misión.
Alix, con una sonrisa traviesa, le dijo a Jara: "¿Listo para otra aventura, compañero? Esta misión promete ser más peligrosa de lo que hemos enfrentado antes."
Jara, con su expresión siempre enigmática, respondió: "Siempre estoy listo, Alix. Y estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío para proteger la galaxia de las sombras que se avecinan."
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Mientras las estrellas titilaban en el cielo de Naboo, Leia continuó la conversación con un toque de inquietud. "Papá, mamá, a veces siento que nuestra galaxia está destinada a luchar eternamente entre la luz y la oscuridad."
Anakin miró a su hija con una mirada comprensiva, tratando de encontrar las palabras adecuadas. "Leia, la galaxia ha enfrentado desafíos a lo largo de su historia, algunos más oscuros que otros. Pero la esperanza de un futuro mejor nos ayuda a seguir luchando, esa una de las cualidades más poderosas que tenemos."
Padmé asintió, con una expresión reflexiva. "Sí, Leia, la esperanza es lo que nos mantiene avanzando, incluso en los momentos más difíciles. A menudo, son las personas comunes y corrientes como nosotros las que marcan la diferencia."
Leia suspiró, contemplando las estrellas. "Entiendo lo que dicen, pero a veces siento que hay secretos en nuestra historia que nunca conoceremos. ¿Por qué la galaxia ha estado en guerra durante tanto tiempo?"
Anakin intercambió una mirada con Padmé, compartiendo una preocupación silenciosa. "Leia, la historia de la galaxia es complicada, y hay aspectos que no son fáciles de entender. Pero lo importante es que siempre podemos elegir el camino que queremos seguir."
Padmé agregó con una sonrisa tranquilizadora: "Y, en última instancia, somos nosotros quienes creamos nuestro propio destino. Tú, Leia, eres la esperanza de un futuro mejor.".
"Entiendo" respondió leía algo insegura pero con la esperanza de tener a su familia en estos tipos
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Mientras las estrellas brillaban sobre Mandalore, Satine Kryze se unió a Obi-Wan Kenobi y sus hijas, Gloria y Lucia, en la sala de estar de su hogar. La atmósfera era tranquila, pero el peso de la galaxia pendía en el aire.
Satine, con una mirada suave hacia sus seres queridos, comenzó la conversación. " Las tensiones en la galaxia son cada vez mayores."
Obi-Wan asintió, consciente de las responsabilidades que recaían sobre sus hombros. "Debemos estar preparados para enfrentar cualquier desafío que se presente."
Gloria, la hija mayor, miró a su madre y a su padre con determinación. "Padre, madre, sé que las cosas son difíciles, pero siempre estamos juntos en esto, como familia. Esa es nuestra mayor fortaleza."
Lucia, la hija menor, añadió con una sonrisa esperanzadora: "Y siempre encontramos una manera de superar los momentos difíciles. Juntos, podemos superar cualquier adversidad."
Satine puso una mano sobre la de Lucia, apreciando su optimismo. "Lucia tiene razón. Siempre hemos encontrado una manera de mantenernos fuertes como familia y como protectores de Mandalore."
Obi-Wan miró a su familia con determinación, evitando mencionar detalles específicos. "Satine, Gloria, Lucia, nuestra familia es nuestra mayor prioridad. Juntos, enfrentaremos los desafíos que la galaxia nos presente y protegeremos a nuestro pueblo."