-Despierta, despierta!! exclamó Nela, una mujer de baja estatura, piel canela y mirada severa, cómo la de alguien que odia su asignación.
- YA DEBES DESPERTAR HOLGAZÁN!! - le grito nuevamente, pero está vez zarandeando al joven príncipe cuál muñeco de trapo.
Terryus abrió los ojos, los sentía muy pesados, llenos de arena, eso cada mañana, y cada vez que podía abrir los ojos, le costaba demasiado esa simple tarea. No sé explicaba porqué el tratamiento para su enfermedad lo mantenía tan agotado, sentía que su cuerpo no era suyo, lo curioso es que nadie le sabía decir de que padecía, solo que no podía dejar su tratamiento o moriría, pero para él ya era como sí lo estuviera.
Cada día solo despertaba unas pocas horas en las mañana para recibir su desayuno, sus vacunas y volver a dormir hasta el otro día, para todo el reino el príncipe estaba en coma.
***
-Padre, ¿ hasta cuándo piensas mantener a Terryus así?, ¿no sería más fácil para todos si lo pusieras a dormir definitivamente?
El rey Tindrand con una mirada severa hizo qué Marcus tragara en seco y dejara el tema,
su hermano gemelo yacía en cama hace poco más de dos años, para el su hermano había muerto en ese accidente, en el que también perdió a su madre, desde que se enteró que está dió su vida por salvar a su hermano lo odió desde ese momento, era su culpa y de nadie más.
- Buenos días su majestad, dijo con voz dulce una hermosa joven, con cabellos blancos, y ojos verdes, realizando una reverencia.
-Ella es Sofía su majestad, interrumpe Luchia Vallet,, abriendo la puerta de la oficina y haciendo una reverencia un tanto avergonzada por la imprudencia de Sofía.
-perdone su Majestad no e podido darle el entrenamiento básico para manejarse en el castillo, dijo aún manteniendo su mirada abajo, además de qué temía encontrarse con la mirada del Rey, que odiaba que no se cumpliera el protocolo al pie de la letra.
-Así qué eres Sofía, la hija de Anaia, la gran hechicera de luz.
Sofía, asintió un tanto tímida, sentía que le temblaban las piernas, el rey era intimidante, su mirada era fulminante, agradeció que el protocolo le prohibiera mirarle a los ojos.
- mi hijo a estado en cama hace dos años- comenzó a explicar el rey, mientras seguía revisando una correspondencia que tenía en la mano- además perdió la memoria de todo lo sucedido antes del accidente, se suponía
qué en dos años ocuparía el trono de Barts Tock, cosa imposible ya, quiero saber si puedes usar tus poderes en él, e escuchado que la magia elfa es fuerte, y eres una mestiza ¿no? - dijo agarrando su barbilla con la punta de su dedo, obligándola a levantar la mirada.
Sofía se sintió ofendida por ser llamada mestiza sin ningún reparo, es verdad lo que se decía del rey, no le importaban los sentimientos de su pueblo.
- El rey le a hecho una pregunta-, replicó Luchia,- conteste,
- lo lamento su majestad, mi español a veces me falla, no le entendí, sí soy mitad humana y mitad elfa, -dijo levantando la mirada- pero tengo entendido que por eso me a llamado- replicó, clavándole una mirada desafiante al rey.
—ya qué si fuere completamente elfa no podría ayudarle ya qué usted odia los elfos no?- dijo volviendo a bajar la mirada, pero más confiada en que ellos la necesitaban.
Es sabido por todos los efod ya, qué la medicina humana no a podido ayudar al príncipe, por eso el Rey Tindrand a pedido a la Reyna elfa qué le preste una maga de luz.
no le a parecido nada gracioso qué solo se le prestará una medía elfa, eso resultaba ofensivo para el Rey, pero dadas las circunstancias no era inteligente empezar una guerra.
- jajaja, agradece que hoy estoy de humor niña, me gustas, tienes fuego, a pesar de verte tan tierna e indefensa, pero ten cuidado, -dijo sosteniendo la barbilla de Sofía nuevamente y acercando tanto su boca a la de ella que por un segundo ella pensó que el rey la besaría.
sus piernas comenzaron a temblar, primero se ruborizó pero no aguanto la presión y se sintió tan mareada que pensó que se desmayaría, estaba blanca como un papel.
- Padre, debemos irnos, puedes jugar con ella otro día -señalo Marcus camino a la salida.
- bien, debe ponerla al tanto y que comience hoy mismo el cuidado de mi hijo, quiero que a mí regreso haya novedades.
Acto seguido el rey salió con el príncipe Marcus en busca del carruaje que los llevaría al Reyno vecino, ya era hora de qué sus hijos quedarán comprometidos para afianzar lazos con los reynos aliados, ya era hora de que Marcus se dejase ver y empezar a buscar prometida.
***
- Nela, ya puedes dejar tu puesto- Dijo Luchia, pasándole la bata a Sofía y una libreta con los horarios de medicamentos del principe.
Nela lanzo un respiro de alivió como si le acabarán de quitar unos grilletes muy pesados.
lanzo una mirada de reojo a Sofía, cómo diciendo yo soy libre, porque eres la nueva prisionera.
Sofía sabía qué aquello con maquillaje de trabajo no era más qué una cárcel de la que no podría salir, la Reyna había matado dos pájaros de un tiro, se deshizo de ella, no dudaba que la había mandado, no por ayudar al rey, si no, porqué sabía que Sofía fallaría, una medio elfa que no a aprendido a controlar totalmente su magia tenía casi nulas posibilidades de cumplir satisfactoriamente esa misión.
su única esperanza es que el príncipe respondiera a su magia, pero sabía qué allí había algo más de lo que le habían contado, todos lo sabían, lo que pasaba dentro del castillo no era enfermedad, pero nadie podía probar lo contrario.
al quedarse sola con el Príncipe procedió a comenzar con su rutina escrita, al fin y al cabo era un médico de luz en su pequeño pueblo, aúnque para el Rey solo sea una simple hechicera.
tomó su presión, y noto qué tenía marcas en sus muñecas, parecían quemaduras, pequeñas y redondas, -una vez me quemé con un cigarro y me dejó una marca parecida- pensó, pero decidió guardarse para ella cada pequeño detalle extraño que encontrará.
#6547 en Fantasía
#1450 en Magia
magia amor guerra traicion desamor, magia y amor, magia acción
Editado: 03.09.2023