Somos pequeños instantes en este mundo de circunstancias
Las noches son mas frías, ya no se alcanzan a ver las estrellas, empapado está el cielo de tanto llorar, frota fuerte el viento contra mi casa ya gastada, mi piel mancillada no soporta mas llanto madrugador, dejo de ver la luna por culpa de la calidez del sol. Busco entre tantas horas un momento para decirle adiós al dolor; pero su persistencia me abruma y la presión de esta prisión de recuerdos llena cada día mi memoria, como podré escapar del único recuerdo que a su vez me hace feliz al momento de llorar.
Nos conocimos lentamente, nos miramos sin discreción; a su llegada no disimulaba mi alegría, cargaba mis ansias para verla cada día, ya no estoy triste porque mi felicidad radica en su sonrisa, que bello es el cielo aun en tiempos de lluvia. Miro por la ventana solo esperando el día cuando podamos vernos otra vez, de temporada en temporada de invierno hasta el verano son mis noches mas eternas en el momento que pienso en ti.
El amor nunca había sido tan colorido como el día en que te conocí... fije mi felicidad a tus ojos y esclavicé mis mañanas a solo pensarte. Con su suave pelo bailó hasta dejarme ilusionado soñando abrazado a un recuerdo penitente, fuertes deseos de encontrarte en cada temporada que no te tenía, la señal de alarma para mis emociones era escuchar tu voz grabada en algún lugar, y en cada letra se sentía el palpitar de mi corazón al escribir tu nombre.
Llegamos a lugares donde nacieron recuerdos de amor y para algunos temporadas de odio, soy siego al mundo pues todo mi universo jira alrededor de tus ojos, tu suave voz fue mi oxigeno en épocas de verano; donde era más radiante tu mirada que cualquier rayo de sol. No sé como describir lo imprescindible que había en tu mirada lanzabas cada uno de tus dardos de amor y yo quedaba abalizado contra cada uno de ellos.
Me volví adicto al cafe el día que vi de cerca el color de tus ojos, me dejaron sin aliento cada una de tus manías y complejos, y conforme pasaba el tiempo donde otros veían errores yo te veía aun mas perfecta que el día anterior, no sé si fue el amor a tu llegada; pero ancle mi felicidad a solo pensarte en los días del mes sexto, iría corriendo al jardín que plantaste en mi corazón a buscar rozas de amor en cada una de tus primaveras, como no envidiarían los ángeles la belleza de tus suaves tonos armónicos al cantar y tu fructuoso baile en los días de otoño.
El brillo en tus ojos fue la coincidencia más hermosa que he tenido toda mi vida, calor; amor y pasión era lo único que sentía al momento de tomarnos de las manos antes de ser interrumpidos por la llegada del destino. Aun así mi felicidad radicaba en cada segundo que perduraba junto a ti, y al llegar a mi casa ya gastada; recibir esa pequeña noticia de que aun me esperabas estando lejos.
Amor el amor era saber que cada día lo pasaría a tu lado, cargaba mis ansias de verte en solo pensar que esta vez no era solo un sentimiento de uno sino de dos, y me preguntaron ¿quien es el que más ama; tú o ella? yo sin mas que pensar dije, yo la amo y ella me corresponde no medimos el volumen del amor porque aun el cielo es finito comparado con las braveza de sus alas, así que la amaría hasta dejar de existir en esta tierra de circunstancias, pero morir significaría dejarte en manos de un completo desconocido y esa sería la tortura más grade que me podría preparar un infierno sin ella.
Ya tengo mi cielo en la tierra, y sus alas son las mas acogedoras de todo el universo; y nuestro pequeño rincón de encuentro bajo una pequeña planta frente a una casa de cariños nos hacían el ambiente perfecto para poder amarnos sin medidas. La conocí por casualidad y la amé desde el instante que vi el universo tatuado en su silueta, nos fuimos a posar a las escaleras del tiempo donde no existía nada mas que abrazos largos y caricias formidables, fueron mis sueños aun estando despiertos el deseo de nunca separarme de ti. Noches enteras en desvelo solo escuchando su voz ignorando el peligro de la distancia porque eso solo era para mi un motivo mas para amarla hasta morir.
Tomaba fuerzas en un día de angustias y descontentos luego de haber llegado aquel lugar ambiental, estando ya los dos solos fue una era estelar las estrellas se alinearon hacia su rostro y arrodillado ante su suave piel asentada sobre un banquillo me acerqué a su rostro y le dije; no te prometo la eternidad, pero prometo hacerte feliz mientras dure, ¡ah¡ y por favor hagamos que dure toda una vida. Dejando caer sus suaves lienzos de caricias sobre mi rostro pudimos hacer mas perfecto aquel momento demostrando que la perfección solo es momentánea y disfrutada por quien la presencia.
Y cuando estoy contigo no siento mariposas en el estomago; sino mas bien paz en mi corazón, por que fuiste esa pradera llena de verde pasto y emociones relucientes que cada día llevaban con mas fuerzas la ausencia de nuestros cuerpos separados por instancias conjuntas . Verte correr hacia mí era la aparición magistral más hermosa, te ame hasta que mi piel se volvió carmesí de tanto amor que sentía, fuiste mis nubes durante el día y cada una de mis estrellas durante la noche. Orion se detenía para ver la hermosa constelación en tu mirada, eres el astro mas bello de toda la vía láctea y yo me sentía estar varado en medio de cada una de tus estrellas azules.
Su hermosura primaveral y su carisma invaluable sobrepasaba cada una de las expectativa que cualquiera podría tener sobre ella en algún momento. Y pensar que las estrellas se reúnen cada noche en su ventana para escucharla cantar, fue maestra de sirenas en las regiones costeras de la isla; domaba ballenas con su mirada e hipnotizaba hombres con tan solo cantar, no habían imperfecciones en ella, cada átomo, cada molécula y cada célula de su cuerpo destilaba perfección y hermosura. Fue heredera de Afrodita y poseedora del encanto de Minerva, aros de fuego dotaba en los dedos y un retrato suyo y Vicent Van Gogh.