El lenguaje de sus lagrimas (mas cerca del cielo)

(Capitulo 3)- Si fracaso; quiero que sea al darlo todo por hacerte feliz.

Si fracaso; quiero que sea al darlo todo por hacerte feliz.

 

No sé si lo visto era una ilusión por mi fuerte deseo de verla; pero mis emociones se adelantan a mis actos y una sonrisa cristalina originada en mi corazón florece como el girasol en temporada. Quería imaginar que todo aquello era real y salir corriendo detrás de aquella visión borrosa en frente de mi, pero estaba acompañado por mi amigo y a la vez mi freno ambulante.


Llegamos aquel lugar y todo estaba oscuro, entramos y al momento manos suaves cubrieron mi rostro, no me importó equivocarme sonreí y sin haber abierto aun los ojos di la vuelta y  abracé aquel recuerdo que se había hecho materia una vez mas. Fue larga la consistencia entre nosotros, acciones desenfrenadas en lugares inapropiados, pero no existía freno para poder detener mas tiempo aquello que la distancia había evitado tanto.


Entre palabras y sonrisas nunca dejé de sostener su mano sentados uno  junto al otro, me había vuelto esclavo por amor de sus besos, mi vista no fue quitada nunca del norte de su mejilla, horas largas pasan y me olvido que aun existen mas cosas por hacer pues la noche apenas empezaba. Yéndonos  del lugar mi amigo y yo pero con una fiel promesa que al día siguiente volveríamos a verlas una vez mas, fuimos a un lugar de oración donde toda la noche rogué al cielo que esto nunca se acabara, derrame las lagrimas mas cálidas de toda mi vida al momento de pensar que el tesoro de Monte Cristo se  había vuelto una persona y estaba en mi vida.


Al regresar a mi casa ya no veo paredes gastadas, sino una jaula de emociones claras que apresan cada uno de los momentos que no paso junto a ella, charlamos a través de las nubes lunares y le dije que nunca un engaño me había hecho tan feliz en toda mi vida. Soy feliz al saber que este cuerpo madrugador por fin encontró unas piernas donde recostar su  cabeza llena de confusas preguntas, pero que junto a ella ya no valían la pena ser resueltas.

 

Al pasar la noche mas hermosa dibujada en su mirada, comenzamos a planear el encuentro formidable entre nuestras almas, mis mejores amigos llegan a buscarme pues conocen lo ansioso que estoy de pasar cada segundo junto a ella. Llegamos al parque que estaba en medio de aquella pequeña ciudad, allí durante unos minutos esperamos la aparición de la lluvia de estrellas caminantes hacia nosotros, y fue ahí donde vi caminar hacia mi la mejor formación de átomos cargados por protones de hermosura, mis amigos veían como todo mi cuerpo vibraba como costa chilena durante un sismo.


La vi llegar y me pareció aun mas hermosa de lo que había imaginado, fueron mis sueños cortos a comparación aquel  momento magistral, caminamos entre bancas donde hablamos de cosas que nadie nunca había sabido sobre mi. Junto a un lugar conectamos nuestras almas, nada era mas perfecto que verla de cerca sonreír, quería quedar preso en aquel momento donde fue feliz hasta el ultimo cabello en mi, ella era poesía, cada rima; cada prosa y cada verso de mil y una noches de felicidad.


No resistí el castigo de no poder estar junto a ella así que le prometí que la amaría por siempre aunque no llegásemos a estar juntos en el mañana, porque volveré a buscarla en cada primer día de temporada aunque el cielo se derrumbara sobre la tierra o el mar tomara los campos. Su sonrisa selló aquella noche maravillosa y todo un encuentro donde los años de soledad de mi vida se habían marchitado  sin dejar olor alguno, juntos hasta la media noche donde la ley de los cuerpos se hizo presente entre nosotros, donde arranque cada una de mis ansias de mi pecho y se las puse todas a disposición y merced.


Nada podía ser mas cruel que torturar mi alma con su ausencia, porque al llagar donde verdaderamente fuiste feliz allí regresaras, luchar por estar juntos un trabajo de dos, sumatoria de dos dígitos que dan un solo resultado. Fuiste la forma mas bonita que el cielo pudo regalarme amor, Eros llenó tu mirada con canciones melódicas para envolver los sueños de los hombres, no corrí para no llegar; en realidad corrí para poder encontrarte.


Eras mi musa en tiempos de falta de inspiración, los poemas y el sonidos de las cuerdas de una guitarra que resuena todos fueron dirigidos hacia ti, las mañanas mas hermosas fueron cuando al despertar pude verte con tu pijama color de sol. Inscribí mi vida en la tabla de tu corazón, te amaría hasta el punto de tener que mirar a Dios y pedirle perdón, castigos y cárceles me esperan por el tiempo irresuelto, te amo en cada sueño donde puedo ver tu rostro y decirte te quiero, nadie sabe amar tanto como aquel que está dispuesto a entregarse por entero por aquello que siente.

 

La vi y le explique como eran los atardeceres sin ella, como vi caer las hojas al pasto que llevaba el color de sus ojos, el ocaso me recordaba como eras al momento de decir te amo. Son mis horas insomnes al momento que no pienso en ti, dejo caer mi recuerdo ante su ausencia y de como recordé el día en que nos vimos por primera vez.


Encerrado en sus brazos recordé leyendas del viejo amor de como el mundo perdió su esencia al abandonar el camino del querer, pero he buscado un lugar en donde puedo ser feliz. He construido una pequeña casa  en mi corazón donde solo tu tienes la llave que puede abrir su puerta, y si mi vida fuera eterna la compartiría siempre contigo, no existe frontera mas fuerte que el tiempo, este que nos obliga a esperar aun estando desesperados, quien nos castiga con su serenidad y falta de apego, este que transforma las pesadillas y las convierte en sueños.

 

Salimos una vez mas y sin dudarlo corrí al junto de su compañía; subidas y bajadas eran todo lo que sentía al estar con ella, noches de risas no faltaron; encuentros inesperados con personas inimaginables, casos donde el amor vencía por completo a la razón y todos éramos felices. Justo en el momento donde solo las paredes del ascensor fueron nuestros testigos dejamos correr lo que ambos sentimos, la amaba tanto como para ignorar la vigilancia de la vida, sonreía solo al acariciar mi rostro junto al suyo.



#27837 en Novela romántica
#17552 en Otros
#5099 en Relatos cortos

En el texto hay: melancolia, amor, poesia intensa

Editado: 16.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.