Desde los inicios de la humanidad y a través de todos los tiempos, la comunicación entre las personas ha jugado un papel preponderante y decisivo para garantizar el entendimiento mutuo, la comprensión, la igualdad y el respeto ante el pensamiento y el saber entre los seres humanos, muy por encima de las diferencias ideológicas, sociales, religiosas o culturales.
Una comunicación efectiva se soporta sobre la base del apropiado uso del lenguaje oral y escrito como una habilidad fundamental que debe desarrollar cualquier persona, de manera que le permita establecer un alto nivel en sus relaciones interpersonales y, sobre todo, fortalecer los patrones de aprendizaje a partir de lo cognitivo y de esta manera afianzar la interrelación entre el hacer, el saber y el saber hacer."La comunicación es la expresión de las personas en la palabra, desde la cual se construye el lenguaje. El diálogo es la acción privilegiada que permite mirar y plantear entre los seres humanos las posturas ante la realidad" Paulo Freire. En ese orden de ideas, la inclusión de Expresión oral y escrita debe formar parte de todos los modelos pedagógicos nos solo en la universidad, sino desde los inicios en los primeros niveles de formación educativa. Sin lugar a dudas, una buena y eficaz comunicación entre los seres humanos permitirá, así mismo, una mejor y sana convivencia, un afianzamiento de los lazos de fraternidad entre los pueblos y la construcción de una sociedad que sabe comunicarse y, además, que está en la capacidad de recibir, analizar, interpretar y aceptar el pensamiento de los demás.
En consecuencia, las actuales exigencias y el alto grado de competitividad laboral que demanda el mundo actual, sugieren que las personas en su deseo de aportar a la sociedad y para vincularse al mercado laboral bien sea en las áreas administrativas, lingüísticas, operativas, entre otras, incorporen en sus prioridades el buscar altos estándares de aprendizaje en cuanto a la comunicación oral y escrita. Con base en lo expuesto, se puede concluir que: "El lenguaje oral y escrito son un instrumento esencial para el aprendizaje y una condición para el desarrollo de otras competencias", Luis Bernardo Peña Borrero (2008); el ser humano cuenta con las capacidades para desarrollar sus habilidades comunicativas, razón por la cual, es imperante que el lenguaje en todas sus expresiones sea incluido en todos los planes educativos de las instituciones como base de un aprendizaje autónomo que fortalezca y potencialice las habilidades de sus educandos.