Pasaron los días después de la derrota de la bruja, y el príncipe Leónidas, ahora libre de la maldición, vivió en paz junto a Morphides. Juntos, decidieron regresar al castillo donde todo había comenzado, un lugar lleno de recuerdos de los días oscuros y la transformación de Leónidas. Allí, en ese castillo renovado por su amor, la gente del reino los celebraba como una pareja destinada, una historia que se contaría a generaciones futuras. Morphides, aunque sorprendida por el cambio tan drástico en su vida, no podía evitar sonreír cada vez que veía a Leónidas, un hombre al que había llegado a amar más allá de cualquier apariencia o maldición.
Leónidas, antes temido y aislado en su forma de bestia, ahora era un príncipe respetado, conocido por su sabiduría y valentía. No solo había roto la maldición, sino que había mostrado a su gente que su poder no residía solo en su apariencia, sino en su corazón noble, lleno de amor y compasión. Los súbditos lo veneraban como un rey justo y valiente, quien había triunfado sobre la oscuridad y el miedo, no solo por su fuerza, sino por su capacidad para amar.
Una tarde, mientras paseaban por los jardines del castillo, Leónidas se detuvo y miró a Morphides con una sonrisa tranquila.
—El amor tiene un poder que ni la maldición más fuerte puede romper —dijo, abrazándola con ternura.
—Y la confianza, la fe en lo que podemos construir juntos, es lo que realmente nos ha hecho libres —respondió Morphides, sus ojos brillando con sinceridad.
El tiempo pasó y, a medida que los años transcurrían, la historia de su amor se convirtió en leyenda. La gente de la aldea y del reino contaba su historia, no como un cuento de hadas, sino como la verdadera prueba de que el amor puede superar incluso los obstáculos más insuperables.
Al final, cada noche, después de sus responsabilidades como gobernantes, se retiraban a su habitación. Leónidas, transformado de nuevo en el león que Morphides había conocido en su juventud, la protegía con su enorme presencia. Juntos, se acurrucaban junto al fuego, compartiendo sus sueños y sus vidas.