El Liberado

El Héroe

Estoy en la sala de reuniones de la alcaldía, estoy en una cama. Acabo de despertar después de quién sabe cuánto tiempo, he vuelto a la normalidad y acabo de notar que mi brazo ha vuelto a crecer. A mi lado está un gran amigo acompañándome y cuidándome, debería estar en el más allá, pero está aquí, sonriente como siempre, con su cabello negro peinado finamente y jugando con algunos mechones.

— Despertaste, te tomaste tu tiempo.

— Rick, te extrañé tanto…

— Estoy contigo, ahora lo estaré para siempre —tiene ese brillo que Aarón desprendía, lo que significa que será mi nuevo guía—. Sigo aquí, ¿No es increíble? Los cuidaré a todos sin saberlo.

— Te queremos mucho, cuando moriste todo perdió significado para mí, me destruyó pensando que era mi culpa.

— No lo es, hiciste lo correcto, lo que solo Axel puede hacer y se le puede ocurrir con su gran imaginación —trato de levantarme, pero me detiene—. Mejor quédate en cama, llevas dos semanas inconsciente, te han visitado mucho y tu hermano te dejó una libreta entera de dibujos, muy buenos, por cierto.

— Es todo un artista.

— Tiene la gran fortuna de tener a su hermano a su lado.

— ¿Qué pasará contigo? No podrás vivir tu vida, te quedarás atrapado en mi mente hasta que un nuevo Montgomery exista.

— Sí, tengo ese miedo y muchas dudas, pero si estoy aquí es porque tengo trabajo que hacer. Lo que más quiero hacer es ayudarte en tu nueva vida, ya no estás atado a una guerra o a una vida solitaria, puedes iniciar desde 0 y me emociona ver lo que harás.

— Me emociona tenerte a ti, a Hannah, a John, a todos ustedes en mi vida, han sido un gran milagro del que no puedo dejar de agradecer que pasara.

Alguien toca la puerta y como no hay nadie aquí aparte de Rick, decido que ya vean que estoy vivo.

— Pueden pasar.

Hannah casi estrella las puertas de la emoción, se va casi igual a como la vi la primera vez, simbolizando mi renacimiento, mi nueva vida. Me besa y se echa a llorar.

— No sabes cuánto te amo, eres un héroe, jamás te rendiste como te lo dije el día que nos hicimos novios, estaremos al lado del otro para siempre. Estoy tan orgullosa de haberme enamorado de la mejor persona del mundo, quienes te veían como un raro por ser diferente no ven el gran espíritu. Te amo, Axel, te amo mucho.

— También te amo con todo mi ser, ahora que sí soy un experto en el amor sé que hemos estado en los mejores y peores momentos, nos apoyamos y ahora seremos felices siguiendo nuestros sueños. Jamás estaremos separados, prometo desde ahora no volver a separarme de ti nunca más.

— Oh, Axel, no necesito una promesa, has demostrado con tus acciones que eres la persona más pura y amorosa —Hannah ve a Joe observando en la puerta y le avisa que estoy bien—. Puedes pasar, ya demostramos nuestro amor.

Joe corre y se pone de rodillas, abrazándome más fuerte de lo que estaba acostumbrado.

— Te dije que el héroe siempre gana, prometí volver para jugar contigo y lo he hecho.

— ¿Y ahora qué harás? El juego se acabó.

— Lo que todos haremos todos, iniciar desde 0, Hannah y yo volveremos a la escuela, te recogeré de la escuela después de dejarte jugar con tus amigos y Tía Delilah te inscribirá en talleres de arte cada que pueda.

— ¡Suena genial!

— Por cierto, alguien me dijo que me hiciste algunos dibujos —menciono mirando a Rick—. Quiero verlos, pero no creo poder levantarme, la pelea me dejó exhausto.

Joe toma los dibujos apilados y me explica cada uno de ellos, narrando nuestra historia, no de todos juntos, muestra a cada uno de nosotros en su mundo perfecto, Hannah en una pasarela, Delilah en una escuela, Melanie pilotando un avión, CJ y Robert abriendo un negocio, Jayden en Japón. Y, por último, yo sentado con un libro viendo a Joe terminando uno de sus cuadros. Es el futuro que Aarón quiso que tuviera, aunque ya no está aquí quiero cumplir su última voluntad. Ser feliz.

 

 

Lloro al descubrir las secuelas de la batalla. Ya no soy un contingente, se siente como un golpe en el estómago. No estoy triste por eso mismo, no ser un contingente significa no volver a estar con mis amigos, tienen que volver a la Academia renombrada como la Academia Sanders para jóvenes contingentes, y yo a la escuela Valentine para graduarnos después de un año tan intenso. Me estaría separando de ellos y también de Joe, la distancia entre la academia y la zona cultural es mucha para que me vea todos los días. Siento que me están arrancando una parte de mí, una parte que me mantiene con vida y funcionando. Me dejo llorar en el parque, es como un gran castigo. Mi tía Melanie se sienta a mi lado, parece haber rejuvenecido en cuestión de meses.

— Te lo dije la primera vez que te vi y te lo vuelvo a decir. Eres un héroe.

— Gracias, gracias a ustedes puedo verlo y no sé cómo compensarlo. Puedo decir “Soy un héroe” a todo volumen y creerlo. Solo que no sé si pueda soportar estar lejos de mis amigos y de Joe por meses enteros, ya no soy un contingente para tener un lugar en la Academia.

— ¿Y quién dijo que no volverás a terminar la preparatoria en la academia? —esa pregunta me da la esperanza que necesitaba escuchar—. Ambas estamos de acuerdo en dejarte terminar tus estudios, tengas poderes o no, eres un héroe y un contingente de corazón. Claro que ya no irás a los entrenamientos, pero si tuvieras poderes tampoco irías, el entrenador Shaz te ha aprobado con una recomendación excepcional para que entres a la universidad que quieras. Te lo has ganado.



#1531 en Ciencia ficción
#10147 en Otros
#1569 en Acción

En el texto hay: armas biologicas, venganza, heroesyvillanos

Editado: 18.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.