El Libro de las Especies

22-Caballitos Mitológicos

La mayoría de las persona no se paran a considerar lo que implica sepultar a alguien hasta que les toca hacerlo.

 

Malquiur pensaba en algo modesto, aunque tampoco podía limitarse a echar el cuerpo de su padre a un hoyo, los años de aversión enfrentados a la reciente comprensión y piedad le generaban un conflicto de intereses difícil de tragar; no lo habría logrado sin Juliet, ella le ayudo con todos los tramites, a elegir el sitio en el cementerio municipal, mandar a hacer el ataúd y contratar a quien dijera algunos esponsales neutros porque, que él supiera, su padre no profesaba ninguna religión.

 

Con todo el verdadero dilema era a quienes debía informar y, por ende, invitar al entierro, obviamente su madre no viajaría desde California para eso, sus abuelos tampoco estaban interesados, le envió un mensaje a Clementine pero no sabía si aparecería, tímidamente se acerco a Simón y descubrió que la magia aun no se reactivaba en él, no quiso molestarlo con cosas que no podía recordar, en plan de apoyo moral estaban allí Aredia, Lionel y Ethel, total que al único que invito con un buen motivo fue a Grimm, pues entendía que sus padres habían sido mejores amigos.

 

-Malquiur-le abrazo con inesperada fuerza-se que su relación era complicada pero sigue siendo tu padre y lamento tu perdida.

-Gracias-se fijo en su postura-oye, te ves bien.

-¿Verdad que si?-Divine le pellizco la mejilla con ternura-la paternidad le sienta de maravilla.

-Puede ser eso-dijo-lo cierto es que mi salud ha mejorado mucho estos días.

 

Malquiur miro con inquietud su medallón, los ojos estaban cerrados, hacía cuatro días desde que abriera el grimonio y de momento lo único destacable fue el pequeño terremoto en su cuadra, Aredia no había podido esconder el brazalete de su familia y, balanceando riesgos, creyó que le iría mucho peor si decía que su jefe, el que era cuatro años mayor y tenia novia, le había regalado joyería asique les demostró que el objeto era mágico y en el proceso se quemo el bello de los nudillos, su madre estaba tan molesta y asustada que estaba viendo personalmente las vueltas del pasaporte.

 

-¿Comenzamos?-le pregunto Juliet.

-Sí, vamos.

 

Usaba su traje de los juzgados porque no tenía nada más apropiado, Juliet llevaba un vestido negro quizás demasiado escotado, le había desconcertado verla con algo así pero ella se rio, apenada, y dijo que había sido una idea tonta para alegrarle.

 

No hubo sepelio, simplemente se reunieron en el lugar y vieron como bajaban el ataúd y comenzaban a echarle tierra mientras el orador contratado decía algunas palabras consoladoras sobre la otra vida, la lapida solo tenía el nombre pues no conocía su fecha de nacimiento y Malquiur iba repasando su lista mental, primero el entierro, luego interrogar a Almantt sobre Meier y el aquelarre, llevar a Aredia con Maebe Allister para que le soltara el brazalete y después… ¿después que?, ¿por dónde comenzar a reparar los daños causados por el sello?, ¿Cuándo verían más manifestaciones de magia?, tenia demasiadas cosas por aprender.

 

-¡Santo Dios!-levanto la vista, Lionel estaba con su teléfono-¡Maika, tienes que ver esto!

-¿Te parece que es el momento?-le regaño Ethel.

-¿Qué pasa?-Aredia también se acerco.

-Perdón, pero en serio debes verlo, está en vivo, es de un amigo en Francia.

 

El amigo en Francia estaba de vacaciones por la campiña y había visto a una yegua dar a luz, muy bonito, muy conmovedor, pero la razón por la que estaba transmitiendo en vivo era porque el potrillo, de un blanco prístino, había nacido con un cuerno sobre la cabeza.

 

-Un unicornio-Aredia le agarro del brazo, casi tan deslumbrada como el amigo que lloraba de emoción en el video-¡Señor Malcon, es un unicornio!

-Está comenzando…

 

Tras el entierro todos se fueron a casa de Malquiur para algo parecido a un velorio sin muerto, aunque al final acabaron más bien charlando entre sí, comiendo bocadillos y preguntándose qué diantres le había pasado al estudio, Malquiur aun estaba rescatando libros que habían salido volando hacia la calle, les dejo mirar a sus anchas diciéndoles que si hallaban algo que les gustaba se lo podían quedar, agarro a Mirrors porque a Juliet no le gustaban los gatos y estaba bufándole y se aparto un momento con Aredia para consultar al libro.



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En el texto hay: especies sobrenaturales, detective, magia

Editado: 18.02.2019

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