El Libro de las Especies

51-El Pequeño Wyrm

Grimm había viajado en el Black Deker únicamente para ayudar a los otros pero una vez hecha su parte se quedaría allí varado con el resto de la tripulación hasta que regresaran.

 

Le dejaban usar el videoteléfono de a bordo para llamar a su familia, solo unos minutos al día, lo agradecía y entendía que debía soportar la breve separación para ayudar a sus amigos pero fue un golpe agridulce cuando supo que Gritten había dicho sus primeras palabras en su ausencia.

 

-“¡Papá!, ¡Papá!”-oírlo hacia que el corazón se le estremeciera de puro jubilo.

-“Te extraña mucho”

-Yo también los extraño, mi amor.

-“¡Papá!”

-Aquí estoy, mi niño-se enjuago los ojos-regresare pronto a casa, lo prometo.

-“También dice otra cosa”-dijo Divine, con una sonrisita extraña.

-¿Qué cosa?

-“Lo nombra a él”

-“¿A mí?”-una pequeña flama corpórea apareció en su hombro.

-“¡Wy!”-exclamo el niño, sonriendo ampliamente-“¡Wy, papá!”

-“¡Por la flama eterna!, mi precioso niño, vales más que todas mis vidas.”

 

Grimm no sabía si reírse o no, esa manifestación flamígera era todo lo que quedaba de un ser otrora divino, el poderoso Wyrm, aunque gracias a Divine ahora todos le llamaban el Pequeño Wyrm, era como una miniverción suya hecha de fuego vivo, dueño de una sabiduría ancestral y una personalidad algo conflictiva entre lo que quedaba de su ser original y lo que había absorbido de él, afortunadamente parte de eso que había absorbido fue el amor por su familia, asique con eso sabía que lo tendría siempre de su lado.

 

-“¿Estas comiendo bien?, ¿te estás cuidando?”

-Estoy bien, Divine, disfrutando del sol como nunca.

-“Aun no me acostumbro… ¡Es decir!, es maravilloso que estés sano, pero…”

-Siempre estuve enfermo, también me ha sido difícil hacerme a la idea, tomar valor para hacer nuevas cosas ahora que me cuerpo puede resistirlo.

-“Tampoco te exijas mucho, estas sano pero no eres invulnerable”

-Claro, amor, no haría nada que me pusiera en riesgo, espero estar de regreso con ustedes en unos días.

 

Tocaron a la puerta, era el turno de otro marinero para llamar a su familia asique tuvo que despedirse, salió a la cubierta y se apoyo en la baranda, aspirando profundo el aire de mar y dejando que el sol bañara su rostro, toda su vida le tuvo miedo al sol, le abrasaba la piel y podía haberle matado, pero ahora estaba curado y un poco más, el calor de la flama eterna en su cuerpo le hacía inmune al calor, de hecho lo absorbía, llenándose de energía, era una sensación maravillosa aunque luego se hallaba un poco hiperactivo y tenía que buscar formas de combatir el aburrimiento.

 

Y no debe haber gente más preparada para combatir el aburrimiento que las fuerzas de la marina estadounidense, siempre tenían algo que hacer y en lo que le dejaban participar, ya fuera limpiar cubiertas, jugar a algo, pescar o sostener charlas larguísimas de los temas más variados, Grimm charlaba sobre todo con los hermanos de Aredia, dedicaba tres horas de cada día a practicar su danza para entretenimiento de los marineros, otras dos en ejercitarse para mejorar su físico escuálido, pero más que todo había cogido gusto por buscar algún lugar lejos de todos y charlar con el pequeño Wyrm; cuando este se manifestó por primera vez, en una flama tan pequeña e inestable que debía ser contenido en una lámpara, Grimm se horrorizo, recordaba su malévola presencia en su mente, su demente voluntad de sobrevivir sacrificando a quien hiciera falta y como eso casi le había costado su vida y a su familia, pero pronto noto que aquel remanente no era el mismo ser, se había disculpado de sus acciones mil veces y afirmado amar a su familia, a la que protegería de allí en más si le daban la oportunidad, Grimm termino haciendo las paces con él porque estaban ligados y sentía su sinceridad como antes sintiera su maldad, Divine lo hizo cuando les llevo con las personas que curaron su Porfiria, y Gritten lo había querido desde el primer momento, captando el eco de su fuego común.

 

-“Cuan ciego fui”-le escucho de pronto, lo vio posado sobre la baranda-“milenios incontables, miles de vidas, tratando de llenar un vacío y nuestro niño lo hizo con una sola palabra”



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En el texto hay: especies sobrenaturales, detective, magia

Editado: 18.02.2019

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