El libro de los muertos

Capítulo 22: Hanao entra

Capítulo 22: Hanao entra

Termino de decir con una voz baja, pero que aún se puede escuchar sin hacer tanto esfuerzo. Lósif se sorprendió mucho al escuchar esta declaración de Hanao. Aún recordaba y sabía lo que la elfa intentaba decirle, pero no estaba listo para una relación. Solo son niños pequeños de 10 años, sí, Hanao tiene 23, pero es una niña en años épicos.

Lósif—Hanao, no estoy seguro de que quieras que sea tu príncipe, soy un humano malvado; he cometido muchas cosas feas que ni siquiera puedes imaginar.

Hanao—No me importa, amo a Lósif y quiero que sea mi príncipe y me salve.

Lósif —¿De qué quieres que te salve, Hanao?

Hanao: Amo a Lósif y sé que Lósif me salvará de mi destino. Como no tengo pretendientes, voy a sacrificar al dragón de la calamidad y el dragón puede tener descendientes de los elfos. No quiero que me sacrifiquen, así que Iósif es un noble de alto nivel y podemos casarnos para que no me sacrifiquen…

Lósif quedó congelado por la existencia de un dragón y más aún por el trágico destino que le esperaba a Hanao si no lo conocía.

Lósif—Hanao te salvaré, pero dime toda la información que tengas y no me ocultes nada.

Hanao estaba increíblemente feliz en ese momento, y rápidamente con una sonrisa sincera en sus hermosos y delicados labios dedicada a Lósif.

Hanao—Amor Lósif, soy la princesa del reino de los semihumanos y me dirigía con mi sirviente y guardias de regreso a mi reino, pero fuimos atacados por unos bandidos en el camino y mataron a todos los demás excepto a nosotros dos; yo tenía la misión de pagar el oro por los esclavos que vende el rey de tu reino.

Lósif lo sabía, esta chica es una princesa y peor aún dice que ella paga el oro de los esclavos, así que solo quieres usarme como escudo ya que crees que soy un noble de alto nivel, ja, ja, ja, mentalidad asquerosa, ¿qué tiene esta chica?, hermosa por fuera y fea por dentro, si quieres engañarme y que sea tu escudo estás muerto, yo soy Lósif Davra, un cruzado del mundo real y no me dejaré engañar…

Lósif—Te protegeré con mi vida y nos vamos a casar, pero ahora no es el momento, debemos actuar con calma y saber cómo hacer las cosas.

Hablaba con seriedad y tenía una mirada que decía "yo soy el macho", algo que encantó a Hanao.

Hanao pensó que al final podría encontrar su amor y lo mejor de todo es que no sería sacrificada a un dragón pervertido de miles de años.

Hanao—Gracias, Sr. Lósif, usted es mi futuro esposo y yo soy su esposa. Lo llamaré con amor, Lósif.

El elfo habló alegremente y con una mirada amorosa al niño caballero humano, que solo tiene un ojo y en el otro una gran cicatriz.

Lósif—¿dónde está Kayla?

Hanao—ella se adelantó y está un día delante de nosotros, ahora podemos ir al reino a hablar con mis padres y avanzar en este compromiso de ser felices, después de todo eres un noble de alto rango—.

Lósif se rió en secreto al escuchar esto de la niña, pero también tenía curiosidad por saber esto sobre los esclavos. Sabía que los niños del orfanato fueron vendidos por el rey al reino de los semihumanos y muchas mujeres y niñas de la edad de Blanca. Algo que lo había molestado desde que se enteró de este tráfico de personas. Debía usar el cariño y la confianza de Hanao para saber sobre esta mafia que vende humanos para poder ayudarlos y destruir todo esto.

Lósif —Eres una mujer muy inteligente y hermosa; dices que tuviste la tarea de pagar a los esclavos; tienes talento. ¿Qué opinas de los esclavos que vende el rey de Tosiff?

Hanao escuchó con gran alegría los elogios de su prometido y se tomó un momento para responder con sinceridad la pregunta de Lósif. Creía que se refería al valor físico de los esclavos.

Hanao—Las esclavas que vende el rey de tu reino son de muy mala calidad y las vende muy caras, sobre todo a las jovencitas. A nuestros aldeanos en el reino les gusta comprar esclavas, mujeres y niñas, para hacerles hijos, algo que no entiendo si son así. Esas esclavas son muy repugnantes, pero casi todas las que compran tienen la misma mentalidad que Kayla y por eso no entiendo lo que piensan. Soy una princesa digna y elegante.

Ella habló de manera arrogante y dijo lo último para que Lósif se diera cuenta de que ella no es una princesa que habla con el barro.

Lósif estaba enojado como nunca antes. Sí lo estuvo cuando asesinaron a toda su familia y aún tenía en su mente vengarlos a todos, pero cuando escuchó esto de la chica Hanao. Llegó a otro nivel; se sintió muy desolado y triste al saber el destino de las mujeres y los hombres; sin mencionarlo, puedes imaginarlo.

Lósif—Ya veo, Hanao es una princesa inteligente y hermosa.

Hanao—Sí, lo soy, amor, como noble de alto rango, deberías aprovechar esta visita a mi reino para vender a tus esclavos a mi reino. También te invitaré a la iglesia para que te cures. Hay un humano que es un sacerdote blanco y está sanando. En la iglesia de los semihumanos, Kayla y él se llevan muy bien.

Lósif —Lo espero con ansias y no necesito vender esclavos.

Hablaba algo frío, pero no mucho y trataba de calmarse para que esa chica no sospechara nada; ahora sabía que los nobles del norte hacían cosas malas y en cuanto llegara debía limpiar esas malas plagas.

Hanao y Lósif continuaron caminando rumbo al reino de los semihumanos; avanzaron un largo trecho y mañana por la tarde estarían llegando al reino. Solo es cuestión de dormir aquí esta noche y llegarán mañana con fuerzas.
Hanao durmió como nunca antes. Ahora se sentía protegida por Lósif, un humano que la ama.

Lósif estaba despierto en la fría noche, viendo a la niña acurrucada a su lado derecho, durmiendo como un bebé sin miedo a nada. La observaba con su único ojo de forma maliciosa y con una ira mortal.

Lósif notó un movimiento por parte de la niña y calmó sus emociones al ver que despertó.

Hanao—Amor, ¿qué pasa?

Ella habló en voz baja por el odio a Lósif. Sintió frío y se acercó a Lósif.




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