El Libro de Oro

UN CUENTO ANTES DE DORMIR (PARTE 2)

Todo era paz y armonía hasta que unos hombres con ropas tan brillantes como el sol llegaron desde el mar, aquellos hombres quienes fueron confundidos por dioses, se enteraron del poder de este libro, nunca se fueron a imaginar lo que eran capaces de hacer por ese poder.
Los cuatro grandes maestros protegieron con valentía el libro, implorando al mismo tiempo a los dioses y deseando que estos hombres se fueran por donde vinieron. Pero uno a uno los maestros fueron cayendo hasta que solo quedo la gran maestra del agua, al verse acorralada lo único que pudo hacer fue tomar el libro y salir huyendo de allí, corrió lo más lejos y fuerte que pudo pero ella sabía que no llegaría muy lejos. Tomo el libro entre sus manos, lo abrió y al mismo tiempo recito su deseo, un deseo que casi al instante se volvió realidad.

Mientras su deseo se cumplía, los hombres del otro mundo llegaron ante ella, al verla, arremetieron con todas las armas que poseían; sentía como las balas perforaban su piel generando un dolor insoportable y que poco a poco desaparecía en conjunto con su vida, el silencio se hizo presente, el cuerpo inmóvil de la maestra recostado a un lado de un libro de oro con sangre entre sus páginas.

Los cuatro maestros habían caído, los hombres de armadura se dirigieron a tomar el libro del suelo pero antes de que lo tuvieran en sus manos, una ráfaga de aire los aparto casi de inmediato y antes de comprender lo que estaba sucediendo ante ellos se levantó una muralla de fuego haciendo retroceder a los hostiles, mientras corrían enfrente de ellos se levantó un muro de piedra y en la cima un hombre, cuya expresión en su cara reflejaba sus pensamientos; "proteger el libro y expulsar a los invasores".

El muro empezó a bajar poco a poco mientras que el ejército de hombres que había abatido a los maestros se quedaron perplejos al ver tal hazaña, anteriormente su sorpresa la tuvieron al ver a los maestros controlar los distintos elementos pero era uno por cada maestro, ello motivo a atacar para tratar de conseguir el libro, pero ahora era diferente era un solo hombre, una sola persona, un solo ser el que podía controlar los cuatro elementos. Aun atónitos por lo sucedido los guerreros, armados con sus espadas y cañones intentaron atacar al nuevo maestro pero no hubo éxito ante la muralla de roca que el maestro levanto para protegerse poco después una nueva ráfaga de aire heló el sitio donde estaban los soldados, esta aumentaba cada vez más hasta que se dieron cuenta de lo que sucedía un tornado gigante los había atrapado.

Al termino del tornado no quedaba rastro alguno de los soldados ni de sus armas solo un casco de aquellos trajes metálicos que los caracterizaron, colgado en un árbol, como un estandarte a aquella victoria que tuvo el gran maestro de los cuatro elementos sobre los invasores del otro lado del mundo.

Sin pensarlo más tiempo el maestro tomo el libro y lo abrazo, a lado de él aun yacía el cuerpo de la maestra inmóvil como si aquel ajetreo tan intenso que tuvo lugar en ese lado de la selva no hubiese tenido efecto sobre aquella zona en particular, se acercó a la maestra y con lágrimas en los ojos beso su frente al mismo tiempo que decía: "tu deseo se ha cumplido".

Por miedo a que más personas quisieran usar el poder del libro para su bien personal o peor aún para hacer daño a otros, el gran maestro abrió el libro y pidió un deseo, el deseo de crear un lugar que fuera capaz de poder ocultar el libro para que nadie más pudiera hacerse de él y usarlo, creándose casi en automático la gran pirámide de oro cuyos cuartos ocultarían al libro de aquellos que quisieran tomarlo y usarlo para lastimar y obtener poder. Volvió a abrir el libro para pedir un segundo deseo, que los poderes de él y los otros maestros se refugiaran en objetos propios de los maestros caídos obteniendo así las reliquias de los elementos: un báculo, adornado con flamas talladas, proveniente del maestro del fuego, un anillo, forjado en plata con adornos asemejando corrientes de viento, proveniente de la maestra del aire, una capa color arena, tejida a mano por parte de todos los pueblos de aquella época, proveniente del maestro de la tierra, un collar de perlas azules, extraídas de lo más profundo de los mares del golfo, proveniente de la maestra del agua y por último la espada de los elementos con una hoja afilada, forjada con distintos metales, incluía grabados de cada uno de los elementos y en el mango, hecho de oro, sobresalía la figura de un quetzal con sus alas abiertas, proveniente del gran maestro de los elementos.

Así pasaron los años y el gran maestro protegió el libro durante toda su vida, hasta que llegó el momento de partir del mundo terrenal y regresar al mundo espiritual, el último deseo del gran maestro fue que su herencia y la de sus compañeros prevaleciera hasta el fin de los tiempos y así fue como las reliquias de los elementos fueron pasando de generación en generación eligiendo a los más aptos para portarlos y usar sus poderes para proteger a la magia más poderosa del mundo.

Esta historia era la que la gente cuenta como una leyenda y las que yo había investigado en miles y miles de libros, todos y cada uno de ellos siendo libros de mitos y leyendas de la época prehispánica pero todo lo que había leído nunca me preparo para ver tal hermosura, mis ojos se maravillaron al ver el interior de la pirámide y cada uno de sus pasillos. No podía creerlo estaba dentro de la pirámide buscando al causante de mis insomnios, uno a uno revise todos los corredores hasta que por fin lo encontré justo en la cámara central de la pirámide, era más de lo que lo había imaginado, la cámara estaba oscura pero aun sobresalía el brillo característico del oro al alumbrarlo con mi linterna y justo en el centro de esta, sobre un reposa libros se encontraba el libro de oro, mi emoción fue tal que no aguante y corrí hasta él para tomarlo y verlo más de cerca, pero justo cuando lo iba a tomar... ¡zap!- don Lázaro aplaudió tan fuerte que los niños que estaban oyendo su historia pegaron un salto y gritaron tan fuerte que casi tiran la casa de campaña que habían montado.



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En el texto hay: aventura, aventuras magia, los 4 elementos

Editado: 08.06.2020

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