El libro Encantado, Campamento Verde (2)

Capitulo 5. Incidente en la cafeteria

El menú del campamento Verde. Eran las 13:00. Miércoles 25 de julio del 2018.

 

 

Después de estar algunos en la cabaña, otros daban vueltas por el campamento etc. Era hora de ir a comer en la cafetería. Malena estaba en el baño abriendo el grifo para lavarse las manos.

   —No hay jabón ¿Por qué no hay jabón? —Decía mientras miraba por todas partes, buscándolo.

   —¿Por qué no hay?

   —¿Ana?

   —¿Mary Pussy? Eres tu ¿Mary Pussy?

   —Qué mal rollo Ana, tío—Ana G. estaba en el lavabo y la estaba escuchando.

   —Pues no te digo, tú estabas gritando por el jabón.

   —Es que no hay.

En la cafetería ya casi todos estaban sentados, algunos estaban de pie, pasando por la barra para coger la comida.

   —Estos focos no deben ser obra de tu bisabuelo ¿no? —preguntó Jaba.

   —Ya he dicho que no lo sé, aunque yo no creo que sea de él. Además, deshizo el conjuro antes de irnos, no sé si desapareció de esta dimensión o todavía sigue, eso no lo sé.

   —Otro misterio que descubrir, no estamos pa tonterías —dijo Paula R.

   —Que bien, yo ya quiero salir de aquí. No me hace ninguna gracia que casi me mate por esos focos—dijo Txell.

   —¿Cómo estás? —preguntó Ari.

   —Mejor que antes, pero todavía me hace daño—tenía heridas en los dos brazos y las piernas envueltas de tiritas.

   —¿Y si el autor no tiene nada que ver? ¿Y si realmente hay alguien que se ha vuelto contra nosotros?

   —¿Por qué has pensado eso, Paula B? —preguntó Laura B.

   —¿Os acordáis de ese hombre que quería el libro para salir de esta dimensión? Creo que puede ser ese hombre.

   —¿Crees que se está disfrazando de alguien? —preguntó Adrià C.

   —En su cueva tenía muchas cosas que parecían mágicas, puede que él sea un mago como el bisabuelo de Miriam.

   —Tendría sentido, pero entonces, ¿por qué no sale y ya está? —preguntó Marta O.

   —Puede que no quiera, ese sería su plan estratégico.

   —Por favor, un poco de atención, tengo varias noticias que deciros—dijo Clara, encima de un banco.

          La primera es que, la gincana no se podrá hacer hoy, supongo que mucha gente ya se daba la idea, pero no estaban preparados y encima, con todo esto que ha pasado, no queríamos arriesgarnos más de lo que ya os habéis arriesgado. Empezaran mañana por la tarde.

            La segunda cosa, es que Edith, la líder de los Alpha, todavía está durmiendo, parece ser que su cuerpo físico se está recuperando, respira bien y parece que tiene el corazón bien. Partiendo de esto, no podrá seguir con su cargo de líder, asi que, los del Alpha tendréis que escoger otro voluntario.

   —¡A mí! —se emocionó Jordi.

   —Nos estamos replanteando si hacer los juegos de noche, asi que, de momento, tenéis toda la tarde libre, hasta, nuevo aviso, eso sí, ni se os ocurra salir del campamento—finalizó Clara. Muchos alumnos hablaron al respecto, pero todos llegaron a la conclusión de culpar a los demás.

   —Esto es injusto—dijo Mariona.

   —Sí, nosotros queríamos una semana tranquila y con diversión—dijo Alexis.

   —Vosotros nos lo habéis quitado—dijo Sergi.

   —¿De qué hablan? —preguntó Fadwa.

   —¿Que decís? Nosotros no tenemos la culpa—dijo Paula R.

   —¿A no? No sé donde se ha escondido el autor, pero seguro que sido culpa suya.

   —¡El autor no tiene ninguna culpa de esto y más vale que lo empecéis a asimilar! —se levantó Miriam.

   —¿Ah no? Ya sé quién eres tú, la bisnieta, por supuesto, por eso lo defiendes—dijo Oriol tumbando un banco de la cafetería.

   —No lo defiendo por eso, lo que está claro es que alguien o algunas personas no quieren dejarnos en paz y me juego la vida a que no es mi bisabuelo—Miriam seguía firme, Nick observo todo el panorama.

   —¿Quieres apostar?

   —No podemos estar seguros de que ha sido él—dijo Paula B. cogiéndole el brazo.

   —Yo lo sé, no ha sido él.

   —Vosotros no queríais estar aquí ¿Por qué no os vais? —preguntó Oriol.

   —Encantada, eso nos gustaría mucho, pero no podemos—dijo Jaba.

   —Nosotros solo queríamos una semana divertida y ahora Edith esta…—dijo Edgar a punto de llorar.

   —No está muerta, si es eso lo que ibas a decir—dijo Txell.

   —Pero es como si lo estuviera, no podrá ser nuestra líder, ¿sabéis lo buena que era? —Edgar empujó un banco con sus pies mientras se frustraba.

   —Pero si ni ha pasado un día—dijo Laura M.

   —Pero ya la conocíamos desde antes de entrar en el campamento.

   —Mirad, siento mucho lo que ha pasado, pero peleándonos no solucionaremos nada—dijo Anna C.

   —¿Y tú qué sabes?

   —¿Sabéis los momentos despiertos que estado esperando el juego de noche? —preguntó Acnés frustrada. —Nadie me los va a quitar.

   —¿Despierta? ¿Es que no duerme?—susurró Adrià P.

   —Vale, una cosa, Clara todavía no ha decidido nada, solo lo ha anunciado porque lo está pensando, pero todavía no han dicho nada oficial. ¿Y si les hacemos ver que no hace falta que quiten el juego de noche?—propuso Nick.

   —¿Que pasa aquí? ¿Nos vamos cinco minutos y ya os estáis tirando cosas por encima? —preguntó Manuel al ver algunos bancos por el suelo.

   —Hemos tendido problemas.

   —¿Entre vosotros?

   —Queremos saber si se ha decidido algo sobre el juego de noche.




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