El libro Encantado, Campamento Verde (2)

Capitulo 7. La leyenda del alce de los dos colores

Ya eran las 23:45 de la noche, ya habían acabado los juegos de noche y ahora se preparaban para estar cerca del fuego, escuchando y explicando historias. Solo estaba Tom con ellos.

   —¿Y si explicamos una historia de miedo? —preguntó Marta V.

   —¿Queréis una leyenda real?

   —¿Que? No, yo tengo mucho miedo con esas cosas—se negó rotundamente.

   —Entonces vete a dormir—dijo Ángel.

   —No quiero irme a dormir—dijo Andrea.

   —No os peleéis, no incumpláis las normas el primer día, aunque ya lo hayáis hecho…

   —Explica una historia real Tom, porfa—dijo Mónica impaciente.

   —De acuerdo, la leyenda que os explicare, pasó en ese mismo bosque, hace muchos años. En ese bosque vivía una criatura grande, un alce de dos colores. Negro y blanco.

   —Que original.

   —Dice la leyenda que el alce es el equilibrio entre la luz y la oscuridad, si por alguna razón, lo veis, aseguraros que está equilibrado pues, si tiene más negro que blanco ya podéis huir de él.

   —¿Y si tiene más blanco que negro?

   —En ese caso podéis estar tranquilos. Hace tiempo, este campamento no existía, solo existía el bosque con sus animales. Pero un día, creo que fue el 23 de enero de este año, que todo cambio.

   —¿El 23 de enero? —Se extrañó pensativa Miriam.

   —Ese día no fue cuando volvimos a nuestra dimensión? —susurró Ari.

   —Puede ser el mismo momento que se rompió el conjuro.

   —O a lo mejor, puede ser el momento en que el reloj volvió a funcionar—susurró Cristina, quien estaba al lado de Miriam.

   —¿Y qué pasó? —Intrigó Iván.

  —Esto no me gusta—dijo Txell quien estaba al lado de Marta O y la Ari.

   —El día 23 de enero de este año, en este mismo lugar hubo una columna de luz azul que iba hacia el cielo, profundizando en las nubes naranjas. En ese momento, el alce de colores apareció.

   —Yo no vi ninguna columna de luz—susurró Marta F.

   —Yo tampoco, pero si fue ese día, estábamos muy ocupadas col el espectáculo para rescatar a la Gemma, que a lo mejor no nos dimos cuenta—susurró Paula B.

   —Ese alce paseo por el bosque como un animal curioso, teniendo la misión de establecer el orden. Había venido del mundo de los espíritus.

   —¿Y qué le pasó? —preguntó Mariona.

   —No muchas cosas buenas, la verdad es que estaba hecho de energía positiva y negativa, representando con sus colores. Cuando más estaba con las personas y con la energía negativa, más malo se hacía.

   —Pues entonces, que no se hubiese acercado a ellos.

   —No es tan fácil. La energía negativa se crea al enfadarse y al estar triste e imponente. Vosotros acabáis de hacer una demostración hace poco, y esta mañana igual. El alce todavía no se ha ido de aquí, sigue por este bosque, por eso está prohibido adentrarse sin guía y por la noche ni se os ocurra.

   —¿Todavía sigue aquí? —pregunto Madeleine.

   —Esta leyenda no es verdad— Acnés se tranquilizó a sí misma.

   —Muy confiada estas tú, pero no viste lo que yo vi.

   —¿Lo has visto?

   —Sí, estaba equilibrado, pero presencie su transformación a lo negro absoluto, sus ojos brillan en la oscuridad, creo que todavía sigue negro.

   —¿Y cómo es posible que lo digas así sin más? ¿No tienes miedo? —preguntó Marta F.

   —La apariencia hace mucho.

   —Yo creo que te lo has inventado—Se despreocupo Nil. Se escuchó un sonido dentro del bosque.

   —¿Que ha sido eso?—preguntó Paula B. El sonido parecía de algún animal que no sabían de cual.

   —Se acerca cada vez más—dijo Ana G.

   —Es mejor regresar a las cabañas—recomendó Tom levantándose de los troncos.

   —¿Podréis dormir? Yo no podre—dijo Marta F.

   —Yo estaré contigo, estamos en el mismo equipo—La tranquilizó Gemma.

   —Vamos juntas.

   —Esto no me gusta ni un pelo bisabuelo—susurró mirando hacia las nubes del cielo estrellado.

Ya eran las 00:12 de la noche.

El ruido era una mezcla entre un ruido molesto de pizarra y de gritos de pájaros. Apagaron el fuego y cada uno se fue a su cabaña. Había dos para cada equipo.

En la cabaña principal estaban los seis monitores, aunque Tom estaba algo asustado, dirigió a los campistas correctamente y después rápidamente entró en la suya, donde estaba su hermana Clara.

   —¿Les has explicado la leyenda? No debiste hacerlo.

   —La leyenda del alce, el equilibrio de la luz y la oscuridad ¿Por qué no? ¿Te asusta?

   —No, no me asusta Tom, pero puede que alguien sueñe mal esta noche por culpa de tu historia y si no rinden mañana será tu culpa.

MENSAJES Grupo: 1r TEI

—¿Estáis despiertos? —TXELL

—Si—JANIRA

—Si—MARTA O.

—¿Creéis que la historia es cierta? —FADWA

—No te lo sabría decir, pero el 23 de enero pasaron muchas cosas—MIRIAM

—Yo creo que lo tendríamos que investigar—DALILA

—Otra cosa en la lista—JABA

—¿Habéis visto el reloj que hay al lado de la cafetería? —ADRIÀ C.

—¿Qué pasa con eso? —MALENA

—A lo mejor es especial, aquí nunca sabes lo que puede pasar—ADRIÀ C.

—Mañana estaremos todos atentos—ANA G.

—Averiguaremos pistas de los monitores—ARI

—Pero que no se note—YOLI

—No, tranquila—ARI

—Hasta mañana—MALENA

—¿15 mensajes en dos minutos? —CRISTINA




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