El libro Encantado, Eleftheria (1)

Capitulo 8. Los ojos de la profesora Madeleine

Ya eran las 15:00 de la tarde. La Txell estaba alimentando a su caballo marrón, como casi cada día. Tenía parte del cabello recogido con dos pequeños moños altos mientras que Ari lo tenía suelto y corto, marrón por arriba y rubio por abajo.

   —Un poco más y ya estarás—dijo mirándolo.

   —El día que pase hambre es porque te habrá pasado algo.

   —Es que lo cuido muy bien—dijo riendo.

   —Se nota Txell—se añadió a la risa. —Por cierto ¿Dónde está Marta V?

   —¿No tiene baile hoy? Creo que tenía dos horas al día.

   —Pero a esta hora? Normalmente empieza a las 17:00

   —Creo que hoy lo hacen diferente porque tienen que sincronizarse con las de canto, además creo que la profesora Madeleine quiere ver las obras a las 17:00.

   —Que interesante, mirar unas obras…

   —Sí, todo el mundo está pendiente de eso y no entiendo porque, son unas simples obras.

   —Bueno, yo a verlas bailar, total no tengo otra cosa que hacer hoy…

   —Vale yo me quedo más rato—dijo abrazándolo.

Ari rodo sus ojos. —Como no, me voy, hasta luego—Ari se puso sus patines de tierra y fue desde los establos hasta la escuela de baile y canto, patinando en todo el trayecto. Pasando por el parque, la plaza del ayuntamiento, el escenario de los conciertos hasta llegar a la escuela. —¡Yoli! Pensaba que estarías con la Lidia.

       Yolanda estaba con su habitual cámara de fotos y su móvil en su bolsillo, fotografiando a las bailarinas. —¡Hola! Acabo de estar con ella, este año soy la encargada de fotografiar los eventos que salgan.

   —No, no, no, así no es, tenéis que estirar más las piernas.

   —¿Y las que no podamos más? —preguntó Laura M.

   —Entonces a practicar, tiene que salir perfecto, una sincronización perfecta.

   —Profesor Madeleine ¿se encuentra bien? La encuentro más asustada de lo normal.

   —No Marta, estoy… ¡estoy fenomenal! ¡Hoy hay obras!

   —¿Por qué todo el mundo está emocionado por las obras? ¡Solo son eso, obras!  —dijo Fadwa ya explotando.

   —Ahora que lo pienso, hace mucho tiempo que no hacen obras, puede que sea por eso que están emocionados—pensó Ari.

   —La profesora está más pendiente de la hora que de nosotras—susurró Marta.

   —¿Y me lo dices a mí? Tú la tienes cada día—susurró Ari.

   —Dejaos de tonterías, vamos a practicar una vez más, estas niñas… todavía tienen que poner la letra a la canción.

   —Este baile acabara conmigo—dijo Laura M.

   —Ya somos dos—se añadió Fadwa.

   —Que sean tres, está más estresada de lo normal y nosotras vamos por el mismo camino—dijo Marta V quien estaba en medio.

   —¿Que susurráis chicas? Vamos, uno y dos y…—Mientras que las tres hacían lo que podían, la profesora estaba más emocionada a cada minuto que pasaba y la Yolanda hacia más fotografías.

   —Por fin, ya hemos terminado por hoy—dijo Fadwa dejando caer un suspiro.

   —Muy bien chicas, por hoy ya hemos terminado, ya seguiremos mañana, adiós—se fue sin una respuesta.

   —Cada hora que pasa la gente actúa más extraña—dijo Marta V. —Más extraña de lo normal digo.

   —La Txell ya habrá terminado de darle de comer a su caballo.

   —Ya hace rato, pero me he estado más tiempo para hacerle compañía—dijo mientras entraba en la escuela de baile. —¿Cómo ha ido?

   —Mejor que no lo sepas, con una palabra, horrible—le contestó Marta.

   —¿Tan mal ha ido? Pero si vais ilusionadas cada día.

   —Pero al parecer hoy parece que todo el pueblo se ha puesto de acuerdo en hacernos sentir inferior, ¿mira lo que le ha pasado a Anna C? no es normal—dijo Fadwa.

   —Es más la Yoli ha hecho fotos, si no te lo crees míralas—dijo Marta.

   —No solo he hecho fotos, lo siento, pero he tenido que grabar un trozo, estabais muy graciosas en ese giro—dijo con una pequeña risa al final.

   —Ya buscare algún momento para hacerte una fotografía vergonzosa.

   —Ha sido el momento, no te enfades, toma, aquí están las fotos y el video—Yolanda le dio la cámara a la Marta, mientras pasaban las fotos, la Txell se aguantaba la risa.

   —Sí, sí, tu ríete, que ya veré alguna cosa para devolvértela.

   —¡Espera! ¡Para! — gritó Laura M. —¿Y esos ojos?

   —Es verdad, son ojos rojos—dijo Ari con más atención.

   —Pero eso es normal, depende de la luz, la cámara pone ojos rojos—explicó Yolanda que no las había visto todavía.

   —Estos no son ojos rojos de cámara Yoli, son muy intensos y, pon el video Marta—dijo Fadwa. —Pusieron el video y esta vez Yolanda lo veía con ellas.

   —Pero ¿qué…? —Yolanda no se lo podía creer. Los ojos de la profesora Madeleine le brillaban y le palpitaban entre un rojo oscuro y sus ojos normales castaños.

   —Ya decía yo que era muy extraño que no tuviese nada rojo, últimamente veo a todos con algo rojo—dijo Marta cruzando sus brazos.

   —La señora Karis va siempre de azul—dijo Laura.

   —Haaaaa… ¿y si todos son alienígenas que nos quieren quitar información de alguna cosa? —flipó Ari.

   —Pero a ver, en primer lugar, los alienígenas no existen y segundo, ¿qué querrían de nosotros? ¿Qué información tenemos nosotros que les sirva? —preguntó Txell.

   —Yo ya me creo cualquier cosa, esto roza la locura. Aunque, no vas mal encaminada Ari, seguro que pasa algo que nadie quiere que sepamos.

—¿Y eso lo sabes por...? —Preguntó Marta V.

—Pensad con todo lo que nos ha pasado, ¿alguna cosa no cuadra, no tenéis la sospecha de que nos están observando siempre? —Las demás se miraron preocupadas—dijo Fadwa.

—Yoli, no borres las fotografías ni el vídeo, investigaremos lo que está pasando—dijo Ari. Todas se miraron con algo de preocupación.



#6368 en Thriller
#3648 en Misterio
#15331 en Otros

En el texto hay: secretos, libro magico, recuerdos borrados

Editado: 23.03.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.