Ya eran las 16:00 de la tarde, mientras que Janira y Adrià C estaban entrenando entre ellos, ahora que los rojos no estaban. Adrià P estaba con Mireia entrenando con la pelota de futbol.
—¡Tira la Adri!
—¡Aquí va!
Malena estaba observando los tres campos, el campo de futbol, el de tenis y el de tiro con arco, los tres estaban en fila.
Eli y la Montse estaban practicando el tenis mientras que en el de tiro con arco no había nadie, ya que la Marina no estaba y era la única del grupo que lo practicaba, nadie se interesó por él nunca, o al menos que ellos recuerden.
—Ganaremos la próxima vez que nos enfrentemos a los rojos.
—Eso espero Eli.
Janira y Adrià C ya habían terminado con los coches y estaban sentados con botellas de agua en la mano.
—No hemos profundizado como antes.
—¿Qué quieres? ¿que se destruya el motor del coche?
—¿Quieres que nos vuelvan a ganar? —preguntó Adrià.
—¿Te acuerdas de lo que le hicieron a Mónica? Nos lo pueden hacer a nosotros, parece que el mundo está de parte de ellos.
—Todo el mundo en contra de nosotros… —El entrenamiento de futbol se estaba terminado y la Malena estaba sentada en la hierba.
—Bueno, me voy al gimnasio—dijo mientras se levantaba. Por ahí volaba una mariposa brillante y azul, un azul cielo y turquesa, muy inusual.
—En este mundo… no existen las coincidencias, solo lo inevitable… —Escuchó susurros, pero no les prestó mucha atención.