Tengo el estómago cerrado.
De tanto pensar en lo que hablamos.
¿Crees que es fácil para mí?
¿Pasar por dos rupturas en menos de un año?
¿Y que la segunda me duela más que la primera,
aunque ni siquiera había empezado?
Ni siquiera te vi en persona,
pero tres días fueron suficiente para borrar lo que tuve en diez años.
Nunca me creí rompecorazones, pero quizá lo soy.
Los voy rompiendo sin querer y pidiendo perdón.
Sé que eso no cura nada,
y quizá por culpa de esa incertidumbre al final me quede sola,
teniendo lo que quiero en mis manos,
y aun sin saber qué hacer con ello.
Tenerlo y perderlo es igualmente aterrador para mi corazón.
¿Estoy cometiendo un error de nuevo?
¿Seré, al final, infeliz?
#13510 en Otros
#4169 en Relatos cortos
universo del requiem, poesia relatos dolor depresion, oscuridad angustia muerte ira
Editado: 20.03.2025