Solo oscuridad es lo que hay en mi campo de visón, me siendo sola y alejada del mundo, intento hablar pero las palabras no me salen, como si me hubieran robado la voz
¿Donde estoy? ¿Será que ya morí?
Un pequeño destello blanco se gana toda mi atención, el cuál se va extendiendo más y más conforme pasan los segundos. No sé que me pasa, me encuentro muy confundida, quiero moverme pero cada que lo intento no puedo, es como si tuviera todo el cuerpo adormecido, una sensación para nada agradable
¿Será que en verdad morí y esta es la luz al final del túnel de la que muchas personas suponen?
El brillo es tan intenso que me obliga a cerrar los ojos, parpadeo un par de veces antes de volver a abrirlos completamente pero esta vez no estoy en aquel oscuro y desolado lugar, si no en lo que parece ser una gran y lujosa habitación, no me había dado cuenta que estaba recostada sobre una enorme y demasiado cómoda cama matrimonial. Pero en que lugar me encuentro, tal vez ya me he muerto y esto es el cielo, puede que me halla desmayado y los lobos se hallan apiadado de mi pobre cuerpo dejándome tirada hasta que alguien me encontró en medio del bosque
¡¿Y si me secuestraron?!
La cabeza me da vueltas y me duele en la parte derecha del cuello, para comprobar que no es un sueño me pellizco el brazo, cuando siento el dolor doy por asegurado de que esto es real y no una simple ilusión. Me empieza a temblar la mano izquierda, siempre me ha pasado desde muy pequeña, es como un acto de reflejo cuando no me siento segura, es que...¿Quien se sentiría seguro si se encuentra en un lugar que desconoce completamente?
Me levanto lentamente y salgo de la cama, por suerte tengo mi ropa tal y como la tenía antes, tengo todos mis sentidos atentos a cualquier sonido o movimiento. En la otra punta de la enorme habitación se encuentra una ventana cubierta por dos grandes cortinas color blancas, lentamente me acerco hasta ella con la guardia en alto, mientras más cerca estoy, mas cerca puedo notar que ningún tipo de luz se asoma por ellas, supongo que será de noche
Mi suposición era completamente correcta, es de noche, creo que no han pasado más de tres hora, ya que la luna se encuentra más adelantada que cuando salí de la casa a buscar a Calvin. Solo abro un poco las cortinas, lo suficiente para ver dos puertas de cristal, al parecer es un balcón. Me quedo empalecida cuando observo que estoy en una especie de mansión en medio del bosque
Esto sí que es demasiado raro, ¿Quien tendría una mansión en medio del bosque?, sinceramente no lo sé. Me vuelve a temblar la mano y de repente empiezo a escuchar pasos, cada vez más notables y más pesados, veo como una sombra se queda parada del otro lado de la puerta
Comienzo a imaginarme lo peor, cuando la puerta se habre y del otro lado observo a un chico de tal vez unos años mayor que yo, muy alto y fornido, castaño y...tiene los ojos Ámbar, igual que ese lobo, el solo pensarlo hace que los escalofríos empiecen a expandirse por mi cuerpo. A este chico parece que lo han esculpido los dioses, esta como los personajes sacados de los libros, solo que esta vez es real y yo estoy a tan solo uno metros de distancia
-Por fin despiertas, no sabes cuántos años llevo esperando este momento-
-¿Que hago aquí?-
-Estas en tu casa-
-No, está no es mi casa, yo solo quiero volver con mi abuela-
-Me temo que eso no se va a poder-
No tarda en formarse un nudo en mi garganta, pero no quiero llorar frente a esta persona, tengo que verme fuerte o al menos en su presencia
-¿Quien eres?-
-Mi nombre es Darent, y tu eres mia-
Espera, espera...¡¿Que?!, ¿quién se cree para venir y reclamarme como suya
-Yo no le pertenezco a nadie y mucho menos a ti-
Veo como frunce el ceño, una acción que lo hace ver todavía más guapo. Se comienza a acercar peligrosamente hacia mi, mientras que yo retrocedo, ahora que está más cerca se le pueden notar mucho más los músculos. Si me estrangulara, seguro que me partiría el cuello en dos
Para mi mala suerte choco contra la puerta de cristal que da hacia el balcón y el lo aprovecha colocando ambas manos a los dos costados de mi cabeza, se acerca hasta quedar a una distancia bastante corta en la que nuestras respiraciones chocan. Su mirada en verdad es hipnotizante, sus pupilas están tan dilatadas que si las miras te pierdes en un mar negro demasiado profundo
Coloco mis manos en su pecho intentando alejarlo, pero no lo puedo mover ni un milímetro. Toma mis muñecas y las apoya contra el cristal mientras acerca su cara a mi cuello empezando a ¿Olerme?. Puedo sentir su nariz recorrer lo que es la parte de mi clavícula
-Tu olor en verdad es embriagante, y es todo mío, tú eres mía Cloe-
¡¿Como es que sabe mi nombre?!
Sin esperar más recuerdo lo que mi madre me había enseñado si me llegaban a intentar tocar, le doy un fuerte rodillazo en su entrepierna y el afloja su agarre, quedándose en el piso adolorido. Yo solo empiezo a correr dejando esa habitación atrás, esta casa es inmensa, cualquiera podría perderce fácilmente. Encuentro unas escaleras bastante largas y amplias que llevan hacia la planta baja, me siento en el barandal y comienzo a deslizarme, cuando llego al final me bajó de un salto. Lo de correr nunca había sido lo mío por lo que ya me estoy cansando, pero no puedo detenerme ahora
Sigo sin detenerme pero de repente un chico sale por una puerta que se encuentra a mi izquierda, el solo se queda viéndome mientras que yo paso rápidamente por su lado. Frente a mi hay una gran puerta, no estoy muy segura pero mis sentidos me dicen que no pare y la cruce
-¡Detenla!-
Mientras continúo miro hacia atrás observando ¿Darent? Creo que se llamaba así, parado en las escaleras y al chico de antes ahora siguiéndome. Abro rápidamente la puerta ,salgo a la velocidad de un rayo y la cierro con una gran fuerza en la cara del chico que me perseguía, el viento helado me abriga y la oscura noche no me deja ver casi nada