El Llamado de la Sangre

Capítulo 4

Oriana

Salí casi corriendo del salón, me estaba muriendo de hambre, luego me encontraría con mis amigos, pero el deber me llama, y en este momento mi deber es ir a la cafetería y comer hasta no poder más.

Apenas entré a la cafetería todas las miradas se dirigieron a mí, no entiendo que me ven pero bueno, debe ser porque en este preciso momento debo tener una cara de pocos amigos increíble. Escuché que murmuraban pero no podía escuchar que decían, de pronto sentí una mirada fija en mí, estaba incómoda; cuando di la vuelta, me encontré con un chico, nunca la había visto por acá debe ser uno de los tantos nuevos que entran anualmente, no lo podía negar, era muy guapo, tenía el cabello rubio y ojos azules, un cuerpo de muerte y una sonrisa hermosa; soy sincera, es el chico más guapo que he visto en mi vida.

Me le qué observando un rato y sonrió ampliamente, creo que si sigue así voy a terminar inundando el instituto con mi saliva, si estuviera Dani aquí ya se estaría burlando de mí, y es que nadie había causado ese efecto en mi, ya llevábamos segundos, minutos, horas, la verdad no sé cuanto tiempo pasó pero por lo visto es más valiente de lo que esperaba y se acercó a paso lento hacia donde yo estaba.

—Hola —dijo cuando llegó a mi lado— Me llamo Neithan, soy nuevo en esta escuela y en la ciudad ¿cómo te llamas?

—Hola Neithan, me llamo Oriana —dije nerviosa, sentía como si tuviera una jungla en mi estómago, esto es extraño— Bienvenido a Romeville, es una ciudad muy linda y que dejará una marca en tu corazón he vivido aquí desde que tengo memoria y es un lugar muy tranquilo en el que siempre te sentirás bien y en el que las personas siempre te van a ayudar si está a su alcance —solté un suspiro, hablé demasiado rápido y quedé sin aire, sin embargo, Neithan solo se rió bajito.

—Si ya me di cuenta, llevo una semana viviendo aquí y estoy feliz —dijo tranquilo y mantenía su sonrisa, creo que la piel se le va a estirar de tanto sonreír— ¿En que año estás?

—Estoy en el último año ¿y tú?

—Wow entonces creo que nos vamos a ver mucho mas seguido —dijo muy contento— Yo también soy de último año.

—Oriana nos dejaste botados en el salón —escuché la voz de Dani, gracias amigo me salvaste la vida, ya me sentía muy incómoda con Neithan— Pensé que tenías hambre, pero no veo que estés en la fila

—A eso iba Dani, pero me entretuve un momento con él —dije apuntando a Neithan— Neithan, él es Daniel, mi mejor amigo desde la infancia, Dani, él es Neithan, es nuevo en la ciudad y en el instituto.

—Mucho gusto -dijo Dani después de darle una buena repasada, creo que le gusta Neithan— Soy Daniel pero puedes decirme Dani como la pulga que está aquí al lado —vi como poco a poco se le iba acercando a Neithan y éste se veía incómodo, llegó el momento de ayudarlo, se nota que no es gay.

—Bueno, ahora si vamos a comer, ya el timbre debe estar por sonar y me estoy muriendo de hambre —poco a poco fui halando a Dani hasta que estuvo a mi lado— Andando.

—Esta bien enana, vamos —dijo Daniel algo molesto porque lo alejé de su conquista, y se que me dijo enana para cabrearme, sabe que no me gusta que me digan así, pero por ser mi mejor amigo se lo voy a dejar pasar.

Solté un gruñido y él con mi reacción una leve carcajada, sebe que estaba molesta y lo disfruta, luego me las cobraría, entre nosotros nada se queda así. Caminamos juntos hasta la fila que estaba un poco larga, pero por suerte Allison y Sophie estaban esperándonos.

—¡Por fin llegan! —dijo Allison, se nota que estaba estresada— Los estamos esperando desde hace rato y ustedes nada que aparecían.

—Lo siento All pero me conseguí con él —señalé a Neithan que estaba detrás de nosotros— All él es Neithan, es nuevo en Romeville, Neithan ella es Allison y ella es Sophie —dije señalándolas a cada una.

—Mucho gusto —dijeron al unísono.

—Ahora si vamos a comprar porque tengo mucha hambre —dijo Sophie para romper el incómodo silencio en el que nos encontrábamos y para que Allison y Neithan dejaran esa guerra de miradas que mantenían— Apúrense o se quedan sin comer.

Cada uno compró su comida y fuimos a la mesa de siempre, pero como la suerte no está hoy de mi lado antes de sentarnos apareció Stacey y su grupo de porristas que más bien parecen sus perritos falderos.

—Veo que los Dioses no tomaron en cuenta mis súplicas para que no entraras este año al instituto —dijo Stacey muy segura— Voy a tener que seguir orando para que se cumpla.

—Pues déjame decirte que eso no va a ser posible porque he vivido siempre aqui y dudo mucho que me mude a otro lugar —dije haciendo que se le borrara la sonrisa socarrona que tenía— Además, creo que no soy yo la que tiene que irse del instituto, no soy la que estorba.

Tal como lo imaginé no tenía ningún comentario que me ofendiera y se fue junto con su grupito a cualquier parte de la cafetería, la verdad no me importa, lo más seguro es que no siga molestándome, al menos no por hoy.

—Que bueno que la pusiste en su puesto, ya no la soporto —dijo Allison con una sonrisa de suficiencia— Así por lo menos se mantendrá alejada hoy.

Fuimos hacia nuestra mesa —una de las últimas— y comenzamos a hablar de lo que hicimos en las vacaciones y conocimos un poco más a Neithan. En todas las clases tuve companía así que no me aburrí en ningún momento. El timbre de salida sonó y...Calabaza, calabaza, cada quien para su casa.




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