El Llamado de la Sangre

Capítulo 5

Michael

El fin de semana no pude venir a ver a Nathalie como había prometido, pero hoy voy a darles una sorpresa, a ella y a Oriana, que se que también me extraña tanto como yo a ella, el tiempo que llevamos conociéndonos logramos establecer una relación muy cercana.

Estoy llegando al Instituto Romeville —donde estudia Oriana— vine a buscarla para luego ir a la universidad a buscar a Nathalie, faltan 15 minutos para que salgan, voy a esperar aquí, igual no falta mucho. Me estacioné justo en la entrada del plantel para que sea lo primero que vea y no tenga que andarle gritando para que note mi presencia; me bajé del auto y saqué mi celular para llamar con Thomás —mi mejor amigo y mano derecha— él fue el que quedo a cargo de dirigir el trabajo en California, pero igual debo estar al tanto de todo. Ya llevaba un rato hablando con él, estaba tan absorto en mis pensamientos que no me di cuenta cuando sonó el timbre y empezaron a salir los alumnos, pero un grito entusiasmado llamó mucho mi atención.

—¡MICHAEL! —gritó Oriana en la entrada del instituto mientras venía corriendo hacia mi y me abrazó— ¿Qué haces aquí? —susurró contra mi pecho— Te extrañe —sollozó.

—Yo también te extrañé pequeña —dije mientras le levantaba el mentón y le secaba las lágrimas del rostro— Ya no llores que estoy aquí y me vas a hacer llorar a mi también.

—¡Aww! —escuché y levanté la cara para encontrarme con tres caras conocidas, los amigos de Oriana, y una cara desconocida— Se ven muy tiernos juntos, parecen hermanos —dijo el desconocido, ese comentario me alarmó, él no podía saberlo— Esperen, ¿son hermanos?

—No —me apresuré a responder— Soy el novio de su hermana y tenemos una relación muy cercana.

—A okay —dijo el chico— Soy Neithan Jones, mucho gusto —dijo extendiéndome su mano para que la estreche y lo hice, gracias a eso pude saber que es un humano común— Soy nuevo en la ciudad y en el instituto.

—Yo soy Michael Biayer mucho gusto, y bienvenido a Romeville.

—Gracias —dijo con una sonrisa, este chico si sonríe.

—Ahora si nos vamos Oriana —dije interrumpiendo a Neithan— Adiós chicos —dijimos al unísono.

El viaje a la universidad fue muy entretenido, nos la pasamos hablando y cantando, y las carcajadas no faltaron de parte de ambos, nos la pasamos muy bien juntos y nos pusimos al día sobre todo lo que hicimos el tiempo que estuvimos sin vernos. Llegamos a la universidad justo a tiempo porque Nathalie ya estaba saliendo del plantel, apenas vió el auto sonrió y se acercó, estaba muy ansioso por verla, en serio la extrañaba y mucho; bajé del coche y la abracé alzándola un poco del piso y dándole vueltas en el aire. Vi que Oriana se bajó del auto y nos veía con una sonrisa tierna y aplaudiendo feliz.

—Te extrañé —dijo llorando— No me vuelvas a hacer eso, me hiciste mucha falta.

—Y tu a mi, amor —dije secándole las lágrimas— Ya no llores que me haces sentir mal —dije muy cerca de sus labios, Nathalie acortó la distancia que teníamos y me dió un tierno beso en los labios— Te amo.

—Agh —escuchamos que decía Oriana y volteamos— Me va a dar un coma diabético si sigo viéndolos, son muy dulces —dijo con una mueca en la cara— Déjenlo para cuando estén solos.

Con su comentario estallamos en carcajadas, quiero verla cuando tenga novio, presiento que va a ser así o peor.

El viaje en auto fue muy divertido, nos la pasamos cantando y riendo, decidimos ir a una pizzería para pasar un rato allí; aproveché y les conté mas a fondo lo que había hecho durante este tiempo que no estuve en Romeville, ya Oriana sabía más o menos lo que había pasado por lo que le conté en el camino.

—Bueno, estuve en varias reuniones —dije para empezar— Una con los druidas para que no ocurran mas guerras entre nuestras especies; el rey de los vampiros solicitó una reunión conmigo para ayudarlo con algunos asuntos confidenciales en los que no lo pude ayudar. Estuve dando videoconferencias a los profesores de los próximos brujos y brujas, claro, en algunas Thomás me ayudó porque no podía solo.

—¿Por qué no nos puedes decir lo de los vampiros? —dijo Oriana haciendo un puchero— Somos tu novia y tu cuñada, casi, casi tu hermana. Sabes que si no me dices las cosas con detalles no te dejaré de molestar, y por si no lo recuerdas, soy bastante pesada cuando quiero.

—Lo se Ori —dije mirándola con ternura— Pero esto es información confidencial, no todos pueden saberlo porque podría desatarse una guerra.

—Oriana quédate tranquila —dijo Nath con una sonrisa de triunfo— Si no te lo dice a ti, me lo dirá a mi, y es obvio que yo te lo diré, no tenemos secretos.

—Saben qué —dije pasando la mirada de una a la otra— Sigamos comiendo mejor, porque si siguen insistiendo capáz y les digo.

 Después de comer fuimos hasta su casa, pasamos el día juntos divirtiéndonos y contando anécdotas chistosas, la verdad fue muy entretenido, extrañaba las tardes que pasábamos juntos, justo como hoy; desde que mis padres murieron tuve que madurar muy rápido para ejercer el liderazgo de la comunidad de brujas, así que no disfruté mi adolescencia como esperaba, me deprimí por un tiempo, pero tuve un motivo para salir adelante, creo que sino aún estuviese tirado en una cama llorando por la muerte de mis padres, okey tampoco voy a exagerar tanto, es decir... ¡Han pasado 6 años! Tampoco iba a perder mi vida llorando. Sin darme cuenta llegó la noche, y junto a ella el momento de irme de la casa de los Adams, no sé cuánto tiempo voy a estar en Romeville, por lo que estos días los voy a aprovechar al máximo.

—Creo que llegó la hora de irme —dije en voz alta para que todos me escucharan— Mañana las paso buscando para llevarlas al instituto y a la universidad.

—¿Por qué te vas tan pronto? —me dijo Oriana haciendo un puchero— Todavía es temprano te puedes quedar un rato más.

—Enana, es tarde además mañana tienen que levantarse temprano —dije para zanjar el tema. Escuché un gruñido de su parte, Nathalie se asombró por eso, era la única que no sabía la verdad, a parte de Oriana, y así se va a quedar durante el mayor tiempo posible; a ella le pareció extraño pero sus padres y yo sabíamos que eso pasaría, tarde o temprano pero pasaría, todavía no quiero perderla así que aún no sabrá que no es sólo una bruja.




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