El Llamado de la Sangre

Capítulo 29

Samuel

Oriana nos había conseguido justo a tiempo, no me hubiese podido controlar si hubiésemos seguido unos minutos más, Nathalie estaba algo ebria pero estaba consciente de lo que hacía, aún así no paró lo que hacíamos. Habíamos salido esa tarde a tomar algo, como amigos, porque a pesar de lo sucedido respetaba el hecho de que ella tuviera novio, tomó un poco más de la cuenta, no llegó a emborracharse pero sí llegó al punto de atreverse a hacer cosas que sobria no haría, como lo que pasó esa madrugada en su casa.

Inicio del Flashback

Habíamos estado un rato en el centro comercial buscando algo que hacer, entramos a una pizzería, comimos y nos reímos tanto que nos tuvieron que echar del local, el escándalo que hacíamos molestaba a los demás clientes y ya se empezaban a quejar.

—Oye Samuel —dijo cuando ya llevábamos un rato caminando— Se me ha ocurrido una gran idea, somos jóvenes y nos desde hace un tiempo pero no hemos ido a ninguna fiesta juntos, ¿por qué no vamos a una discoteca ahora?

—Pues me parece una muy buena opción ya que no tenemos nada que hacer —dije como persona débil que soy al estar con ella—. Pero ¿no tienes nada importante que hacer mañana?

—Bueno sí —dijo escondiendo una sonrisa— Tengo algo importante que hacer todos los días —fruncí el ceño intrigado, no me había contado nada y llegó un punto en el que nos volvimos tan cercanos que nos contábamos casi todo—. Respirar, si no lo hago me muero.

—Ja ja ja, estás muy chistosa hoy —dije regalándole una sonrisa— Bueno, ahora si vamos.

Fuimos a una discoteca cercana, la verdad no soy mucho de ir a fiestas, y no es que sea asocial, es que no se presenta ninguna oportunidad, más que nada porque no estaba mucho tiempo en el mismo lugar.

Al principio me molestó un poco el ruido pero me acostumbré, tomamos una cerveza y me arrastró a la pista, cuando empezó a bailar me tensé pero me fui relajando al ver que ella estaba feliz con lo que hacía.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué no bailas? —me dijo con una sonrisa— Ven muévete, vinimos a divertirnos no a quedarnos como estatuas.

—No estoy acostumbrado a estos lugares —grité por sobre la música y traté de seguirle el ritmo.

—Bueno ya estás empezando a soltarte —dijo en el mismo tono que yo—. Muy bien.

Luego de haber bailado bastantes canciones y haberme tomado unas 5 cervezas me estaba empezando a cansar, Nathalie seguía bailando y bebiendo sin parar, varias veces traté de hacerla parar de beber pero ella es tan testaruda que no me hacía caso, si sigue así seguramente en una media hora estará ebria.

Empezó a sonar That way de Tate McRae.

La tomé de la cintura y empezamos a bailar algo lento, escondí mi cara en la unión entre su hombro y cuello e inhalé su exquisito aroma, cuando ya llevábamos un tiempo en esa posición puso su mejilla en mi hombro, relajada, y seguimos bailando así.

Sin duda uno de los mejores momentos de mi vida.

Salimos de la discoteca y empezamos a caminar por las calles.

—Mira —Nath se adentro a un parque creo que esta abandonado por el deterioro de los toboganes y columpios, Nath se acostó boca arriba en el césped artificial del pequeño parque y se dedicó a observar el cielo—, la noche esta hermosa —suspiró y luego me observó—, ¿te vas a quedar ahí parado viéndome  o me vas a acompañar?

Reí y me acosté a su lado— ¿Estás mandona no? —se encoge de hombros, voltee mi cara para verla mejor— ¿Cómo vas con los exámenes?

Bufó— No voy tan mal ...pero tampoco voy bien —Nath arrastraba un poco la lengua, se giró un poco para verme, se quedo analizándome y luego habló— ¿Cuál es tu secreto?

Fruncí mi ceño, ¿Cual de tantos que tengo?— ¿A que te refieres?

—¿Cómo es que no estás ebrio?

—Si lo estoy.

—Claro que no, así fue la otra vez cuando me llevaste a casa —suelta una pequeña risa— Dios, estaba tan ebria ese dia…. aún no puedo creer que me desnudé enfrente de ti —puedo ver con se sonroja ante el recuerdo—, me sorprende de que no aprovecharas y me miraras. 

—Nunca me aprovecharía de ti y menos estando ebria —ella se giró y miro el cielo de nuevo—, ¿estás bien? —pregunté y ella asintió— No, no lo estás, tomaste mucho hoy y tu no tomas de esa manera a menos de que estés muy mal.

Rió— Solo llevas tres semanas conociendome, tampoco es para tanto Andrew.

—Me fijo en los detalles —su sonrisa se borró y luego se quedó pensando—, ¿qué pasa?

—Te parecerá estupido… pero solo quiero olvidar, los putos exámenes me tienen harta, Oriana tiene algo… no sé qué es pero no me habla, tengo otras cosas más en mi cabeza y estoy preocupada por Michel,  quien se dignó a comunicarse conmigo tres semanas después de que llegó a Hungría —está sincerándose conmigo, su voz se corta un poco pero sigue hablando— Sé que no había podido comunicarse conmigo pero no podía ni siquiera mandar un mensaje de fuego o algún otro hechizo —¿o cualquier otro hechizo? Nath me miró con culpa— Perdón, no debi desahogarme así, no eres mi terapeuta y tampoco debí decirte sobre mis problemas de pareja.

—Está bien, ¿cuánto tiempo llevan juntos? —la pregunta salió de mis labios repentinamente, Nath volvió su vista al cielo.

—5 años.

—Es mucho.

—Si...mucho tiempo —bufa, se queda pensando y mirando al cielo.

—¿Qué me dices de ti, no has tenido novia? —niego y ella golpeó mi hombro— Demonios, ¿cómo es posible que no hayas tenido ni una? Eres un hombre muy guapo, inteligente, y muy guapo —ambos reímos—. Has viajado para diferentes lugares y ni una mujer a logrado atraparte— se queda pensando—¿...Acaso eres Gay?

—No —rodé los ojos—, solo que siempre estoy en constante movimiento,1 nunca me quedo en un lugar mucho tiempo y tener una relacion a distancia digamos que no es lo mío, además disfruto estar solo, así es mejor —un destello de decepción paso por sus ojos.

Nath  se colocó de lado y yo igual haciendo que quedáramos uno frente al otro, aparté un mechón rebelde de su cara y lo coloque detrás de su oreja— ¿Qué lugares has visitado? Me has dicho que muchos pero, no me has dicho los lugares.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.