Capítulo 32

El transcurso del día no fue tan divertido,  recibí felicitaciones de Nath, me envió un mensaje y después me llamó, hablamos un rato pero no estaba muy animada, en realidad me sentía mal, la cabeza me dolía, mis ojos ardían un poco y mis encias me dolían. 

Quería que el dia acabara rápido, me quedaba una clase que añadieron hace poco que es idiomas,  hace como 1 semana que la añadieron y la verdad se me daba fácil, ya después de esa clase me iría al aquelarre donde diferentes brujas se preparaban para subir de nivel y una de esas era yo. Estaba en clase de Química y gracias al cielo sonó el timbre, moría de hambre.

Llegue a la cafetería y vi a Neithan con el equipo de fútbol, había estado pensando en dejar nuestra relación, la verdad es que no me dedicaba a ella ni me interesaba mucho al principio me emocionaba tener un novio pero...creo que no tengo mente para eso, con todo lo que está pasando lo menos que necesito es un novio.

¿Y no es por cierto espécimen de ojos verdes cabello negro y un cuerpo de muerte? 

Ya dije que lo que menos quiero es un novio ahora.

Me acerqué hasta su mesa.

—Hola —los chicos me saludaron, Neithan me rodeo con su brazo la cintura y me dio un pequeño beso— Neith necesito hablar contigo un momento. Nos alejamos y nos ubicamos en un rincón de la cafetería— Se que esto es repentino pero —Respiré profundo y procedí a hablar— Esto no está funcionando, se que en parte es mi culpa por no estar tan pendiente de nuestras relacion pero creo que debemos terminar —Su mirada era de ¿Felicidad? 

—¿Quieres terminar? —asentí y su reacción fue lo que menos esperé— Gracias al cielo, sin ofender pero me tenias harto, solo hable contigo porque me pareciste linda pero la verdad es que, soy un hombre, necesito sexo y estaba seguro que tu no me lo ibas a dar, aunque tenia algo de esperanza, pero no eres más que una mojigata. Pasé buenos momentos contigo y nuestros toqueteos eran buenos pero no eran suficientes —Mi cara era un poema en ese momento.

—¿Es en serio? Si tanto te torturaba ¿por qué no terminaste conmigo antes?

—Porque sentí lástima por ti, Linda siendote sincero nadie más aquí iba a querer tenerte como novia eres muy...bueno, tu eres linda pero tus pechos son pequeños, no tienes casi culo y ni hablar de que esa falda te queda horrible, yo te hice ganar estatus ¿qué más estatus que ser la novia del capitán de fútbol? —se señaló orgulloso— Y...

—Callate pedazo de mierda. ¿Quién coño te crees para hablarme así? Creí que eras una persona totalmente diferente —sobé mi frente ya que la cabeza me dolía— Eso me pasa por idealizarte. ¿Sabes que? ¡Retraído tu culo! Que sepas que no eres más que un imbécil con cerebro de burro y que nunca hubieras entrado en el equipo de no ser porque Luke se salió.

—¿Esto es por el imbécil de ojos verdes?

—¡Ese al que llamas imbécil es mejor persona que tú! Al menos él sí se acordó de mi cumpleaños.

—¿Hoy es tu cumpleaños? Nunca me dijiste cuando cumplías años —Dijo algo confuso y yo solté una risa sarcástica.

—Te lo dije en nuestra segunda cita imbécil —Sin querer seguir hablando, me dedique a salir de la cafetería pero me acordé de algo y me voltee para encararlo— ¡Y QUE SEPAS QUE MIS PECHOS SON INCREÍBLES AL IGUAL QUE MI CULO, EL QUE TU NO LO SEPAS APRECIAR NO ES MI PROBLEMA, YO NUNCA TE JUZGUE POR TU PENE PEQUEÑO IDIOTA!

Escuché que toda la cafetería estalló en carcajadas y yo me sentía mal, entré en el baño de mujeres y respiraba agitadamente. Mis ojos ardían demasiado, me eché agua en la cara y amarre mi cabello en un moño desordenado, cuando salí del baño el aroma a mente inundó mi nariz, me detuve luego seguí el aroma y vi que Samuel estaba saliendo del baño de profesores para ir a su salón, yo lo seguí.

Se sentó en su escritorio y estaba viendo una foto, toqué la puerta él guardó la foto rápido y me dio una hermosa sonrisa.

—Ori, pasa —Entré al salón, Samuel se veía decaído, me senté en un pupitre y deje mi bolso en otro puesto y me acerqué a él para sacar conversación. 

—Hola Sam ¿cómo estas? —le pregunté ya que no sabía qué decir— Otra vez.

—Hola Ori, ¿qué haces por aquí? ¿Cómo has pasado tu cumpleaños?—

—Acabo de terminar una relación de la cual supe que mi ex novio es un completo imbécil, mis padres no me han felicitado, mis amigos tampoco de paso que no me hablan —tomé un poco de aire. 

—Tenía algo para ti —Me percaté que él tenía un brownie en un pequeño plato, me lo acerco y después le puso una vela de cumpleaños—. Lamento que tengas que pasar tu cumple así, conmigo en un salón con un brownie y no un pastel gigante. 

—Está bien, en realidad prefiero estar aquí contigo que tener una fiesta ostentosa con gente que apenas conozco—lo mire con detenimiento y deje salir lo que sentía—. Tu me haces sentir en paz, plena y especial, algo que muy pocas veces siento.

—Oye no digas eso, tu tienes a personas que te aman y harían lo que fuera por hacerte feliz, Tus padres, tu hermosa e increíble hermana  tus amigos…

—Mis  padres me ocultan algo, me he distanciado de Nath y mis amigos no me hablan y sí, sé que he descuidado mis relaciones, pero no se que hice para que me traten con indiferencia.

—El que te pase eso no significa que no te sigan amando…

—Créeme, siempre me sentí diferente, como que no encajo y jamás en mi vida me había sentido especial o amada como cuando estoy contigo —Dios,  me estaba abriendo con Samuel de una manera que no he hecho nunca, casi no hablaba de lo que sentía pero con el era todo tan fácil.

—Si sigues hablando así creeré que te enamoraste de mí —reí.

—No se ofenda pero no es mi tipo—A quien engaño es el tipo de cualquiera, él hizo una mueca falsa de tristeza y se tocó el pecho.

—Eso duele —ambos reímos.

—No me mal interpretes, solo que contigo puedo ser...yo.

—Hum —humectó sus labios y se pasó la mano por el cabello— ¿Qué me dices de Luke? —su pregunta me sacó de balance— He visto que ese chico te mira de una manera especial, y te trata como si fueras una muñeca de porcelana, como si no quisiera romperte.