El Llamado de la Sangre

Capitulo 42

Luke

— ¿Me estás diciendo que todo esto pasó en una sola noche? —mis padres estaban en shock, en especial mamá que era amiga de Sabrina, la madre de Samuel y mi Luna— Que intenso…

Ya no sé ni cómo referirme a ella, como Oriana o como Samantha.

—Esto apenas está empezando, Luna no está bien y Michael no se va a quedar tranquilo hasta destruirnos.

—De eso nos preocuparemos después, ahora lo primordial es Samantha.

—Yo voy con ella —mamá se levantó rápido y salió de la cocina—, siento que me puede necesitar.

Samantha

—¿Puedo pasar? —escuché a la señora Marina hablar desde la puerta de la habitación— Entenderé si quieres estar sola, solo quiero hablar un poco contigo.

No vayas a ser grosera con ella.

—No, tranquila, pase —me sonrió y se sentó en un sofá individual que había allí—. Supongo que querrá conocerme.

—Oh no, tranquila, te conozco desde hace mucho tiempo, Luke se la pasa hablando de ti —susurré un leve espero que cosas buenas, a lo que asintió—. De hecho, vengo a hablarte de otra cosa, supongo que querrás conocer sobre tu pasado, tus padres, tu familia; no sé, tú solo pregunta lo que quieras.

Ah caray, esto sí que me interesa.

—¿Usted conoció a mis padres?

—Bueno, a tu progenitor no, no nos llevábamos nada bien, pero si te puedo hablar de tu madre y de Logan, que fue el hombre que te crio —mis padres, mamá y… dos padres, que locura—; claro, si así lo quieres también te puedo hablar de Manuel.

—Por favor…

Tu mamá era una mujer hermosa, de hecho eres muy parecida a ella, el mismo cabello, tus ojos… creo que fue lo único que heredaste de tu padre, al menos físicamente, claro. Sabrina… era una de mis mejores amigas, la conocía desde que éramos adolescentes… ella, Clara y yo éramos inseparables; íbamos siempre juntas, yo parecía una hermana más, en la universidad nos empezamos a separar, había encontrado a mi mate al igual que ellas, Johannes pertenecía a la manada de mi esposo, por lo que ella y yo seguíamos estando cerca, pero tu madre… ella se fue con Logan a Italia después de terminar la universidad, volvían a Romeville todos los años, en uno de tantos viajes volvió con un niño en brazos de no más de ocho meses muy parecido a Logan, era Samuel, esas vacaciones fueron muy abrumadoras, al menos para él, no lo dejábamos solo en ningún momento y peleábamos para cargarlo, no podíamos separarnos de ese niño.

Poco a poco dejaba de llorar, reía con las anécdotas que me contaba y me iba relajando.

>>Lamentablemente esas vacaciones se terminaron, ahora, creo que me estoy extendiendo mucho y no te estoy contando lo principal, Logan y Sabrina eran una pareja ejemplar, no llegué a saber de muchas peleas entre ellos, al menos no que fueran graves, eran muy cariñosos, a muchos podían parecerles empalagosos pero ellos así se amaban. El papel de Logan como alfa fue muy bueno, demasiado, nunca ocurrieron guerras bajo su mandato, al menos hasta el día de su muerte; Sabrina lo acompañaba siempre, hacían un excelente equipo, mientras él administraba la manada ella le daba armonía, apoyo y comprensión a la manada.

>>Creo que ya para este punto debería empezar a hablarte de Manuel, tu padre biológico, el día que conoció a tu madre fue precisamente el día del eclipse lunar…

Y así volvió a contarme básicamente la misma historia que me había contado Samuel, mi hermano, aunque claro, con otras palabras y algunos detalles más.

Llegó la hora de enfrentar todo ¿no? Volver a mi verdadera vida, recuperar mis recuerdos y el tiempo perdido.

—He tomado una decisión —todos voltearon, sorprendidos, llevaba horas encerrada—, no vale la pena olvidar lo que pasó y seguir como si nada. Debo recuperar mi vida, y para eso necesito la ayuda de todos.

Mi hermano se acercó rápido a mí y me envolvió en sus brazos, un apoyo reconfortante que no sabía que necesitaba; susurró un “Aquí estaré siempre sorella” y depositó un beso en mi frente. No tardé mucho en sentir a todos rodeándome, brindándome su apoyo, lágrimas silenciosas se desplazaban por mis mejillas, las emociones me dominaban y no sabría decir por qué lloraba.

—Necesito desbloquear mis recuerdos —hablé separándome de ellos.

—No creo que sea necesario, ya sabes la verdad y el desbloquearlos puede ser peligroso —Nathalie hablo con preocupación, pero el que fuera peligroso era lo que menos me preocupaba.

—Se que lo puedo soportar —Luke y Samuel empezaron a negar repetidas veces, pero mi decisión seguía siendo la misma, y no iba a cambiar, necesitaba recordar a mi familia, a Samuel, que aunque sabía que era mi hermano se me hacía extraño, no imaginaba como se sentía Nath, el saber que sus padres hicieron cosas como esas.

—Necesito que hagas el hechizo —Le dije a Nath ignorando a los otros dos. Samuel fue a advertirle a Nath que si lo hacía no se iba a perdonar, pero ella lo hizo callar.

—A mí tampoco me agrada la idea, pero ella ya lo decidió —Lo observaba con molestia, después fijó su mirada en mi— Necesito unos días para prepararme, el hechizo es pesado y tu llevas seis años reprimiendo los recuerdos así que será difícil desbloquearlos rápido. Ahora tenemos que volver a nuestras ‘’vidas normales’’, y no llamar la atención, conociendo a Michael, aún no le ha dicho a los demás.

—Sam, estoy muy nerviosa, ¿qué tal si los rumores toman fuerza?

—Pues los afrontamos —¿cómo puede estar tan tranquilo?—. Hermana, digan lo que digan nosotros sabemos la verdad, y solo tú decides si te afecta o no.

Ya habían pasado dos días desde lo ocurrido y ya hoy es lunes, hora de volver al instituto.

—Pero ¿cómo lo haríamos? ¿Y si me crean mala fama? Bueno, peor de lo que ya es, ¿qué les diría?

—Samantha, ya cállate ¿sí? —okey, ahora si lo saqué de sus casillas—; nada va a pasar, y si es así pues decimos la verdad ¿cuál es el problema? ¿O te avergüenza que seamos hermanos?




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