El Mago y la Princesa Imperial # Libro 0 # saga Deidades

Capítulo 10: La última pista

Una chica de cabello castaño, vestida con túnicas similares a los miembros de la alta nobleza, caminaba sola por el costado de un angosto rio.

La joven lucía algo distraída y parecía estar pensando en algo, ya que no notó en ningún momento que un enorme pájaro, de cuerpo negro y cabeza blanca, la estaba asechando desde el aire.

El ave gigante aterrizó sorpresivamente por detrás de la joven, la cual, reaccionó por instinto, y rodó varios metros hacia un costado.

Su distraído rostro anterior, se convirtió en el de una veterana de la supervivencia en el bosque; mientras estabilizaba su centro de gravedad y se apresuraba a ocultarse detrás de un árbol cercano.

Pero antes de que pueda tener la oportunidad de esconderse, una pared de tierra creció en frente de sus narices y bloqueó su camino.

La joven intentó rodear la pared y escabullirse, pero se encontró de frente con un intimidante lobo azul; que le sonreía con sus enormes y afilados colmillos.

“Detente, soy el Gran Mago Owen Shan.” declaró, en un tono imponente.

La joven se detuvo en seco y se dio vuelta lentamente, como si tuviera miedo de llegar a mirar de forma brusca a la persona que le hablaba.

La muchacha tardó algunos segundos en estabilizar su mente; hasta que finalmente, admitió:

“Gran Mago Shan, lamento mucho no haberlo reconocido antes. En realidad, yo… ¡Estaba distraída!”

« Creo que el maestro realmente disfruta de sorprender en extremo a sus pobres victimas. »  pensó Brianna, con una sonrisa pícara en su rostro.

“No te preocupes por eso, pero quiero preguntarte algo. ¿Por qué traes esas ropas puestas?” inquirió Owen, señalándola con su afilada mirada.

“Yo… en realidad… lo que sucede es que…” la chica estaba balbuceando en exceso; cuando el Gran Mago, sin ningún destello de paciencia en su voz, la amenazó:

“Habla con la verdad, y hazlo pronto. O nadie encontrará tu cuerpo una vez que sea triturado.”

La joven se puso pálida y chilló:

“¡No fue mi idea! Una noble señorita, que estaba escoltando, me pidió que intercambiemos prendas; debido a que teníamos el mismo talle y a ella le gustaba mucho las mía. Pero, le juro que no le hice nada malo. En realidad ¡Admito que me pagó por hacer esto!”

Owen asintió con la cabeza, satisfecho por la actual velocidad en la que adquiría información novedosa, y preguntó:

“¿En dónde se encuentra ella ahora?”

La asustada joven se encogió de hombros, y explicó:

“No lo sé, de verdad. Ella debió haber regresado hace mucho, pero la he estado buscando en los alrededores y aún no aparece. No sé dónde ha ido…”

“Astuta como su madre…” murmuró el Gran Mago, mientras una ligera sonrisa se asomaba en su rostro.

“Dime ¿Que más te ha dicho ella antes de que se separen?” ordenó Owen.

“Dijo que debía reunirse con algunos conocidos, cerca de aquí, y que debía esperar por ella en la orilla de este rio. Pero ya ha pasado bastante tiempo desde esto y todavía no ha regresado.” explicó la asustada joven, que además comenzaba a ser acosada por el lobo azul gigante; que la olfateaba con cuidado, mientras giraba alrededor de ella de forma intimidante.

“Y te aseguro que no lo hará. Ahora vuelve a la base de tu facción y no hables sobre esto con nadie.” sentenció Owen, de forma imponente.

“Si, señor. Ya me marcho…” musitó la joven, pero cuando estaba por escapar, Owen agregó:

“Si quieres puedo borrarte la memoria con un truco que aprendí hace poco, y así no tendrás problemas en mantener la boca cerrada desde ahora."

La joven tembló con fuerza al escuchar esto.

Ella sabía que existían magias prohibidas que permitían hacer esto, pero había muy pocos magos en el continente que puedan hacerlas. Y muchas veces, las victimas terminaban con un cerebro frito por el resto de sus vidas.

Temblando con fuerza, mientras sudaba grandes gotas, la joven se forzó a hablar:

“Poderoso Gran Mago, no es necesario que se tome tantas molestias conmigo. Le aseguro que no hablaré con nadie sobre lo sucedido en mi tiempo junto a aquella chica, tampoco diré que la acompañé hasta este lugar. De hecho, creo que ya olvidé todo lo relacionado con este asunto.”

Owen le hizo una seña con su mano, para que entienda que se podría marchar, y la joven desapareció con gran velocidad por el frondoso bosque.

“Solo quería ayudarla a olvidar.” Owen dijo esto, encogiéndose de hombros, y con una sonrisa casual en su rostro.

« Empiezo a entender porque el maestro Shan tiene la reputación terrible que tiene… » pensó Kendall, mientras observaba la escena de la aprendiz de mago escapando, con pánico total, a una gran velocidad.

“Maestro Shan, no sabía que conocía este tipo de magias prohibidas. A Briana le gustaría borrar algunas cosas de su cabeza... quizás, usted podría…” comenzó diciendo la joven, hablando de sí misma en tercera persona, por alguna razón desconocida. En este momento, ella lucía bastante adorable.

“La magia relacionada con la modificación de recuerdos y memorias es demasiado extraña y arriesgada. Jamás me tomé un solo segundo de mi vida en intentar aprenderla.” admitió Owen, con gran confianza. Como si no saber sobre esto fuera algo de lo que vanagloriarse.

“Pero, Maestro, quizás si lo intenta…”

“Briana, lo siento, pero no puedo ayudarte. Además, es una magia prohibida en casi todo el continente e incluso quienes la conocen, no estarán dispuestos a compartirla contigo gratuitamente.” cortó Owen. Y luego, mirando al enorme lobo azul, preguntó:

“¿Captaste el nuevo olor?”

El animal paró sus orejas y mostro una expresión relajada. Había captado con claridad el olor del vestido que antes era de Alanna.

“Bien entonces, ya estamos cerca. ¡Vamos!” expresó Owen, con confianza. Ya podía palpitar que era solo una cuestión de tiempo, para poder alcanzar a la persona que buscaban.



#17813 en Fantasía
#3822 en Magia
#23803 en Otros
#3180 en Aventura

En el texto hay: fantasia, magia, mago hechizos drama amor princesa

Editado: 26.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.