El archimago y el Gran Mago, durante algún tiempo, se dedicaron exclusivamente a establecer los detalles sobre la situación de Alanna Enaran Mistan, la princesa, y heredera, del poderoso Imperio Andrasin.
Finalmente, después de conversar durante algún tiempo, el líder de toda la Academia Celestine; determinó:
“Dado que la situación es tan compleja, esto es lo que haremos. Desde ahora, tu misión actual queda cancelada. No obstante, tener a la niña aquí es demasiado trabajo para todos. Los hombres del Reino de Arcia y del Imperio Andrasin querrán capturarla a toda costa, y tampoco necesitamos entrar en hostilidades abiertas con ninguno de los dos bandos”.
“Su excelencia ¿Qué propone que hagamos entonces?”, preguntó Owen, algo preocupado. Alanna realmente le agradaba y él sabía qué si ella no era protegida debidamente, sería asesinada por el Imperio Andrasin o capturada por el Reino de Arcia; para ser usada con fines egoístas. Ambas situaciones no eran algo que fuera a consentir.
“Te ves bastante apegado a la chica, así que, te daré una nueva misión”, comentó el archimago, con una sonrisa extraña.
Owen asintió con la cabeza, mientras se preguntaba que tenía en mente el legendario anciano.
“Actualmente ella es solo un problema para nosotros, pero, puede que la chica nos sea de gran utilidad en un futuro. Como sabes, siempre es bueno tener cerca a alguien de sangre noble, con derechos de reclamación a un imperio entero. En un futuro, ella podría convertirse en una carta de triunfo sublime para nuestra academia. Por esta razón, te daré una importante misión de clase S”, explicó, el archimago, con calma.
Owen tenía un mal presentimiento sobre esto, mientras asentía levemente con la cabeza.
El anciano, continuó:
“Chico, si no me equivoco, actualmente debes tener unos 32 años de edad ¿Verdad?”
Owen, nuevamente, asintió con la cabeza. Estaba algo perturbado por lo que sea que le diría el archimago ahora, al verlo dar tantas vueltas.
« ¿Desde cuándo la edad tiene algo que ver con una misión de clase S? ¡Esto es muy sospechoso! »
“Aún eres muy joven, incluso algo menor que mi nieto Drazic, sin embargo, ya has pasado por tantas cosas… Además, conozco un poco de tu historia en la Torre de Rignos y me sorprende que hayas logrado mantenerte vivo; hasta convertirte en lo que eres ahora. Pero, debo decírtelo con claridad, aún te falta lograr algo muy importante en esta vida... Algo que es totalmente necesario para alcanzar la máxima grandeza en el mundo arcano”.
Owen Shan comenzó a fruncir el ceño ahora, el anciano seguía dando vueltas en círculos y no le indicaba de que se trataba su nueva misión de clase S.
« ¡Solo dime a quien debo golpear para que pueda irme de una vez!» pensó Owen, algo exasperado con las vueltas para hablar que daba el archimago.
“Eso que te falta, no es algo que yo pueda enseñarte. Pero, espero que puedas hallarlo durante tu nueva misión. Y creo que lo lograrás. Después de todo, dos años es bastante tiempo...”, mencionó el anciano, en un tono bastante extraño.
Owen continuaba frunciendo el ceño, pero con mucha más fuerza ahora.
« ¡Una misión de dos años! ¿El archimago ha comido hongos alucinógenos o porque demonios cree que aceptaré una misión tan larga? Además ¿Qué clase de terribles criaturas requieren que un Gran Mago como yo trabaje durante tanto tiempo? ¡De ninguna forma! » Owen intentaba no reflejar en su rostro la indignación que sentía, sin demasiado éxito, mientras oía las palabras del archimago.
“Antes de que repliques, debes saber que tomarás esta misión como disculpa; por haber traído a mi Academia Celestine, a aquella pequeña abominación de cabello rubio. Pero, no te preocupes, cuidaré bien de ella mientras tanto…” El viejo mostró una amarga sonrisa en su rostro, mientras decía estas palabras.
Owen tragó saliva con fuerza. La falta que cometió antes no era algo simple y, técnicamente, el archimago podría condenarlo a muerte si quisiera, por haber traído a Briana hasta este lugar. Por lo cual; no tuvo elección y, resignado, preguntó:
“Está bien. Al ser una misión tan larga, supongo que no será sencilla. ¿Qué peligrosa misión tiene para mí?”
“Oh, en realidad, no es nada complejo. Simplemente, debes ocuparte de encontrar un hogar adecuado para la princesa imperial y mantenerla a salvo durante los próximos años. Pueden instalarse en algún lugar lejano y fingir ser una joven pareja, o lo que tu creas conveniente. Pero, de ser posible, intenta que la joven sea feliz. Por lo que me has contado, creo que ella ya ha sufrido demasiado últimamente”, manifestó el archimago en ese tono extraño, otra vez.
Owen Shan estaba sin palabras e intentaba ordenar sus ideas.
« Soy bueno en golpear personas, cazar monstruos y destruir organizaciones… ¡Pero no sé nada sobre cuidar princesas! »
“Su excelencia, en realidad… yo estaba planeando hacer aquella peligrosa misión de cazar a la hidra mutante, ya que, nadie quiso tomarla durante los últimos años. Por lo cual, me preguntaba si podría reconsiderarlo y…” El Gran Mago, soltó lo primero que se le ocurrió. Pero, el anciano, lo interrumpió:
“Mi nieto, Drazic Crane, ha tenido la misma idea y ya ha tomado esa misión hace poco. Además, ahora tienes una misión de igual rango de importancia. ¡No me decepciones!”
Finalmente, Owen Shan entendió que no podría escapar de la responsabilidad y se resignó a su suerte. Su vida normal, golpeando cosas, había llegado a su fin. Al menos, por los próximos dos años.