Owen determinaba su entorno, usando su maná, mientras pensaba:
« Hay tres sujetos con un poder similar al de un Mago Oficial, en el techo de la casa de mi izquierda. También hay otros dos, en la calle, y uno de ellos fue quien lanzó el conjuro de fuego de recién. Por último, un Mago Oficial experimentado y un Gran Mago, como yo, están escondidos en el techo de una casa cercana a mi derecha. Además, aunque no logro detectarlo, el archimago debe estar merodeando cerca… »
El Gran Mago sabía que ya no podía perder más tiempo. Si no actuaba pronto, sus enemigos sabrían que ya había descubierto que en realidad estaba totalmente rodeado; por mucho más que solo el par de sujetos que estaban adelante.
Fingiendo ignorancia y en dirección hacia los dos enemigos que tenía en la calle de en frente, gritó:
“¡Bastardos! ¡Los mataré a ambos!”
Debajo de la endurecida cama, Alanna comenzó a sentir el calor del incendio; que crecía segundo a segundo en el cuarto.
¨Cuando salga de esta habitación, debes correr por las escaleras hacia abajo y esconderte en el sótano de la taberna. Busca al dueño para que te ayude, él guarda los licores que trae de contrabando en ese lugar y su entrada está bastante bien disimulada.¨ este mensaje telepático, sorprendió a Alanna. Era la voz de Owen, pero solo podía ser escuchada por ella.
Ella apretó su puño con fuerza, sabiendo lo que debía hacer ahora.
El Gran Mago saltó por el balcón, cayendo un piso entero, mientras decía:
“Stone Praesidium” (Armadura de Piedra)
Al aterrizar, la calle entera vibró con fuerza.
Una mole de roca, de dos metros y medio de altura, podía verse con claridad. Había dejado un pequeño cráter en el lugar exacto de la calle donde aterrizó.
Los dos magos asesinos cercanos, parecían algo confundidos por la impactante entrada de Owen.
Habían averiguado quien era el que se encontraba junto a la princesa y, el Gran Maestro Shan, era conocido por su ferocidad y por sus ataques directos y mortales. Pero, ahora, había aterrizado en la calle; mientras utilizaba una magia de defensa absoluta de la subclase Tierra. Esto confundió a los magos de la Orden del Loto Rojo.
En el interior de la mole de piedra, Owen ya podía sentir algunas de las trampas que sus enemigos tenían preparadas para él.
Un círculo mágico oculto en la calle, se activó casi de inmediato cuando aterrizó; calcinando por completo el entorno a su alrededor. Por supuesto que esto, no podría dañarlo ni remotamente mientras estuviera cubierto de su Armadura de Piedra.
Además, Owen Shan era un mago con especialidad en la magia elemental de Fuego y, definitivamente, se necesitaría de mucho más que esto para dejarlo fuera de combate; incluso si no tuviera su poderosa armadura actual.
El Gran Mago comenzó a correr en línea recta hacia los dos magos asesinos cercanos, quienes ahora lucían bastante alarmados.
~ ¡BooM! ~
~ ¡Splash! ~
~ ¡Brrruum! ~
La mole de roca corría en línea recta, con algo de torpeza.
Primero, fue una potente explosión que lo afectó levemente; haciéndolo tambalear un poco. Esto no fue un problema para la monstruosidad creada por Owen Shan.
Luego, una trampa de agua se activó. Se suponía que esta trampa debía detenerlo en el lugar, debido a la alta presión con la cual los chorros de agua salían disparados. Pero la mole de roca atravesó la misma como si no existiera.
Finalmente, el último círculo trampa de la calle se activó. Una poderosa magia de subclase Tierra se cerró sobre la armadura de Owen, con total brutalidad. Esta trampa tenía estacas de roca afiladas, que claramente podrían desgarrar y atravesar a la carne humana con gran facilidad. Pero, frente a la poderosa armadura defensiva del Gran Mago, la trampa mágica se hizo añicos.
Los dos magos asesinos entraron en pánico y comenzaron a lanzar velozmente todo lo que podían.
“¡Pila aqua!” (Bola de Agua)
“¡Augue!” (Bola de Fuego)
“¡Pila aqua!” (Bola de Agua)
“¡Augue!” (Bola de Fuego)
~ ¡splash! ~
~ shubó ~
~ ¡splash! ~
~ shubó ~
La seguidilla de hechizos rápidos, impactaron contra Owen; sin causarle ningún daño real. Esto era de esperarse, estos dos magos fueron sorprendidos totalmente, ya que, jamás esperaron que su objetivo pueda pasar con tanta facilidad a través de las trampas mágicas que dejaron de antemano en el camino. Solo habían pasado unos pocos segundos y todo su meticuloso esfuerzo se fue al traste.
La calle parecía retumbar, mientras la enorme mole corría violentamente hacia los dos magos, que ya no sabían que hacer para detenerlo.
Owen estiró los brazos de su enorme Armadura de Piedra y, ahora, las palmas de las manos de esta parecían mucho más grandes e imponentes.
~ ¡PaF! ~
Cerrando los brazos con brutalidad extrema, convirtió a los dos asesinos en una papilla de carne humana. Estos sujetos fueron como polillas, siendo aplastadas al aplaudir con fuerza.
“Soy Owen Shan, el Señor del Magma, heredero de la Torre de Rignos, hombre récord de la humanidad y futuro exterminador de la Orden del Loto Rojo. Ahora, vengan todos juntos a mí y los llevaré al infierno. ¡Bastardos!”